Barcelona, Parc de la Ciutadella, 30 enero 2018. Foto Jordi Borràs, S’aixeca la concentració davant del Parlament.
El primer Pollo fue una maniobra de Carles Puigdemont contra el Estado y Mariano Rajoy: Tras el Procés… la tentación del Programa Pollastre. Si entiendo bien, el Nou Pollastre es una suerte de “guerra civil fría” entre indepes:
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“… la guerra civil independentista que estava soterrada i que, com passa periòdicament en el Procés, va emergir ahir…” Maiol Roger, 31 enero 2017, ara, JxCat i ERC tenen ganes de tirar-se els plats pel cap. La fi de l’astúcia.
“… El proceso político de Catalunya no se explica sin considerar la pugna insomne entre dos fuerzas. La poderosa y quemada CDC y la inquieta ERC, siempre temerosa de no poder alcanzar sus objetivos. El gen convergente es muy resistente. Primero mutó en PDECat y después en el legitimismo de Junts per Catalunya, lista victoriosa el 21 de diciembre. Los “carlistas” tienen en la cabeza la reunificación del soberanismo en un nuevo movimiento de amplio espectro, al estilo del Scottish National Party. El proyecto de Puigdemont es incompatible con la gran ERC de centroizquierda teorizada por los profesores Joan Manuel Tresserras y Enric Marín…” Enric Juliana, 31 enero 2018, La Vanguardia, La rueda de los traidores.
“… Ha estallado una guerra en el procesismo [ .. ] Sobre el paisaje vuelve a estar la desobediencia absoluta, la obediencia absoluta, o todo lo contrario, el procesismo, algo que se parezca a la desobediencia absoluta, pero que no tiene repercusiones jurídicas, si bien tiene desmesuradas consecuencias judiciales. Si todo eso era difícil de calcular en el procés hermético de siempre imagínense ahora, que está en plena guerra civil…” Guillem Martínez, 31 enero 2018, ctxt, Su lucha.
Las negritas son mías.
Como en 1640, 1714, 1914-1925, 1934… la crisis del Procés y del Pollastre durará años.
jose says
Amigo o enemigo. Creyente o hereje. Cuando el jamón permanece encerrado con candados en tiendas catalanas algo serio se avecina. No será que hoy en día hasta los niños juegan a la política. Els pollastres son de granja y todo sabemos que son clónicos. Todos alimentados igual y amontonados en el mismo espacio. No hay ninguna salida. Las únicas individualidades que se pueden permitir son las del espectáculo. Hay que pagarles porque nos entretienen. Además los picos y las patas no son para hacerse daño sino para aparentar agresividad. Los nuevos pollos no son como los de antes. Los de antes no eran de granja.
JP Quiñonero says
Jose,
Más o menos… «los nuevos pollos no son como los de antes…» Efectivamente; antes, un pollo podía terminar en guerra civil, matándonos a tiros. Los pollastres catalanes de ahora pueden acabar en la carcel, en duelos a garrotazos y en cosas así, como vamos viendo: dicho eso… menudo lío, nada tranquilizante y muy de temer. Los pollos de granja terminaban en matanzas. Los nuevos pollos de incubadora nos llevan por muy mal camino. Esperemos que no se líen a tiros que no sean navajazos verbales y cosas así. Malgré tout, como dicen los franceses, temo que sea un poco incómodo de vivir, en el día a día, intentando sortear ese laberinto de pedradas, insultos, escupitajos, granizo verbalaudiovisual a toda hora, aventando suciedades de las peores especies, ay…
Ánimoooooo
Q.-