En Córcega, Macron hizo una concesión simbólica, sin transferencias que ya tienen las CC AA españolas.
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Les Echos, “Le chef de l’Etat s’est déclaré ce mercredi à Bastia “favorable à ce que la Corse soit mentionnée dans la Constitution” , l’une des revendications des nationalistes. Ceux-ci estiment cette seule avancée bien insuffisante et ont jugé sévèrement la visite du chef de l’Etat sur l’île”.
Le Figaro, “Macron reste firme face aux nationalistes…”.
Le Parisien, «La leçon de Macron aux nationalistes».
Le Monde, “Ce qu’il faut retenir du discours de Macron sur l’avenir de la Corse».
Conté la cosa muy minuciosamente, ayer…
… Emmanuel Macron ha aceptado el principio del “reconocimiento” de la “especificidad” de Córcega en la Constitución francesa, pero ha rechazado casi todas las reivindicaciones básicas de los regionalistas y nacionalistas corsos, en un discurso solemne pronunciado en Bastia, una de las dos grandes ciudades de Córcega, insistiendo en lo esencial: “El progreso pasa por la garantía del Estado de derecho”.
El presidente Macron hizo un anuncio importante: “Soy favorable a alguna forma del reconocimiento institucional de Córcega en nuestra Constitución. Haremos una propuesta la próxima primavera”.
El “reconocimiento” de la “especificidad” corsa en la Constitución francesa pasa por un principio básico: “El carácter indisoluble del Estado y la Nación”. Macron reconoce un “derecho a la diferenciación”, sin que tal “diferencia” comporte ninguna “ruptura”. Córcega seguirá integrada en el Estado y la Nación “en el marco de nuestra República”.
Tras su discurso de Ajaccio, la mañana del martes, el presidente de la República resumió a primera hora de la tarde del miércoles su proyecto personal para Córcega, en Bastia, que ha resumido de este modo: “El Prefecto de la República será el primer responsable de un plan de modernización de la isla, para reafirmar el puesto de Córcega en Francia y en el Mediterráneo”.
A juicio de Emmanuel Macron la “modernización” de Córcega pasa por estos principios cardinales:
“Respeto del Estado de derecho”.
“Confirmar la seguridad y el respeto a la Ley. Nada será posible si la incertidumbre y la inseguridad siguen perturbando la isla.”
“Ante la delincuencia, el desorden, el tráfico de drogas o seres humanos, ante cualquier tipo de delincuencia, el Estado aplicará siempre la tolerancia cero”
“El puesto de Córcega será siempre más fuerte, asumiendo su puesto en Francia. Sentado ese principio, el Estado pondrá todo de su parte para ayudar al desarrollo económico y el progreso de la isla”.
“Esa es la identidad profunda de Córcega, su pertenencia a la República, asumiendo su propio puesto, como colectividad territorial, abierta al Mediterráneo, abierta al mestizaje permanente”.
Sentados esos principios capitales, el presidente Macron insistió en varios puntos de posible acción, destinados a la modernización y el desarrollo de Córcega: nuevas ayudas e inversiones para la agricultura, los transportes, la telefonía móvil, la protección ecológica, la valorización del patrimonio corso a través de un turismo de calidad, una política universitaria más eficaz para ofrecer más oportunidades a los jóvenes corsos, a quienes el presidente “invita” a descubrir y “construir” el Mediterráneo del siglo XXI:
Córcega, estima Macron, puede ser un “modelo” de “crecimiento durable”, gracias al “acompañamiento” del Estado, en el terreno de las subvenciones y los proyectos pilotados por el representante del Estado en la isla (el Prefecto), dejando la gestión de los proyectos a las autoridades locales.
En el terreno cultural, la lengua corsa no debe servir para crear un gueto o para “preservar” empleos. En Francia, la lengua común y oficial es el francés. Puede y debe enseñarse, incluso proteger la lengua corsa. Pero solo hay una lengua oficial, el francés.
En el terreno capital de las reivindicaciones regionalistas y nacionalistas, la “amnistía” de los “presos políticos”, Macron ha repetido en varias ocasiones que en Francia no hay presos “políticos”. Las personas condenadas por delitos de muy diversa naturaleza deben cumplir las penas dictadas por la justicia.
Tras ese “proyecto” personal… parece meridianamente claro que la Francia / Córcega de Macron es más centralista que la España / Cataluña de la Constitución de 1978.
Córcega, precariedad y pobreza.
Terra Corsa, un país parisino por descubrir.
Diaspora Corse à Paris.
Corsica Diaspora.
La diaspora des Corses.
Réseaux corses: un maquis très influent.
jose says
España, Portugal, Grecia tres dictaduras del sur de Europa que de la noche a la mañana se convirtieron en democracia en la década de los setenta. Francia, Inglaterra, Alemania tres democracias que nos llevaron a la Gran Guerra Mundial. Alemania el único país que ha unido las dos partes del este y el oeste. Francia napoleónica con el primer ejercito de un millón de soldados. Inglaterra con su estado mínimo controla un mercado de pequeñas y no tan pequeñas partes del mundo con una reina símbolo. Lutero-Estado laico-Iglesia nacional. Los católicos y los ortodoxos es otro cantar. Política-ficción y política teológica. Ahora política-mercado. Un mercado unido necesita nuevas capitales. Divide y vencerás. Une y te mantendrás. Prefiero la política órfica.
JP Quiñonero says
Jose,
Ok a casi todo…
«Divide y vencerás. Une y te mantendrás. Prefiero la política órfica…» Suena a máximas del arte de la guerra de Sun Tzu, pero en plan alejandrino, por lo de política órfica.
Sospecho que si dices eso a algún político de tu pueblo, o el mío, corres el riesgo de que te corran a estacazos, o algo peor. De ahí mi respeto: un gentlemen solo defiende causas perdidas, decía Borges. En el terreno práctico, la política quizá sea algo esencialmente sucio, en el mejor de los casos, con flecos cainitas, esperpénticos, circenses, manicomiales. La tropa que se dedica a esos negocios suele ser de poco fiar y no está para florituras. En sus casos más nobles, pueden ser muy respetables, incluso cuando traicionan a sus amigos por la espalda o se ponen a rezar, en la cárcel. Oséase, que encantado de la vida, mirando las corridas desde el burladero, donde tampoco es difícil recibir alguna cornada de los pequeños policías que circulan por las redes sociales y otros basureros, oye,
Q.-