Parvis Notre-Dame – place Jean-Paul-II, 7 septiembre 2017. Foto JPQ.
En su día, la catedral de Notre Dame, uno de los monumentos más importantes de la arquitectura religiosa de nuestra civilización, se vio forzada a recurrir a la beneficencia cosmopolita, para poder pagar su restauración: París, la rentrée… Notre Dame busca mecenas.
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Hace meses, la legendaria iglesia de Saint-Germain-des-Prés, recurrió a una subasta benéfica, con el mismo fin: Saint-Germain-des-Prés debe acogerse a la caridad y la beneficencia para poder renovarse.
El Estado continúa prestando protección financiera a unos 44.000 edificios (14.000, clasificados como monumentos nacionales, 30.000 inscritos en el patrimonio nacional). Pero… más de 9.000 de entre ellos están amenazados o corren riesgos de muy diversa naturaleza.
Entre ese patrimonio histórico amenazado, las iglesias tienen un puesto muy particular. 14 iglesias parisinas, 313 iglesias, en toda Francia, corren riesgos graves de deterioro creciente. El caso de la catedral de Notre Dame, en el corazón histórico y cultural de París, es el ejemplo canónico más dramático: ha sido necesario recurrir a la benevolencia internacional, fundamentalmente norteamericana, con el fin de conseguir fondos, con urgencia.
Se trata de realidades de inmenso calado, cultural, político y presupuestario, que ningún presidente de Francia ha sido capaz de abordar con claridad, desde hace años. Emmanuel Macron ha puesto en marcha un proyecto sin precedentes: el Estado creará una lotería nacional, cuyos fondos estarán consagrados a la protección del patrimonio nacional, en peligro.
El presidente ha nombrado a un presentador de tv, Stéphane Bern, para “pilotar” las operaciones de salvamento y restauración, intentando coordinar y dar “visibilidad audiovisual” a una gran operación nacional en la que intervienen Françoise Nyssen, ministra de cultura, Stéphan Pallez, presidente de la Française des Jeux (Lotería nacional), y Guillaume Poitrinal (presidente de la Fundación del patrimonio nacional), que han firmado en el Elíseo el protocolo administrativo, empresarial y presupuestario del proyecto.
Tras el proceso de estudio y puesta en marcha, el primer sorteo de la nueva lotería del patrimonio nacional deberá celebrarse el 14 de septiembre próximo. El Estado calcula conseguir unos 20 millones en ese primer sorteo. Seguirán muchos otros, claro está.
Antes siquiera de comenzar a funcionar, la nueva lotería del patrimonio ha despertado un interés fuera de lo común. Ya se han presentado unos 1.800 dosieres de monumentos amenazados, en toda Francia. Los expertos del ministerio de cultura han comenzado a estudiar y desbrozar ese campo de ilustres ruinas necesitadas de socorro urgente.
Especialista emérito en el periodismo rosa más tradicional y respetable, homosexual con pareja de hecho, oficial, Stéphane Bern será el responsable de lanzar una gran campaña audiovisual, destinada a sensibilizar a la opinión pública ante un drama nacional que nadie había deseado abordar con claridad desde hace años.
En el ministerio de cultura existen, desde hace muchos años, varios departamentos especializados, responsables del estudio y problemas del patrimonio nacional. En su día, las muy piadosas jornadas del patrimonio consiguieron una suerte de “sensibilización perversa”, precipitando un turismo de masas de nuevo cuño. La nueva lotería del patrimonio nacional tiene un objetivo poco heroico pero deseablemente sustancial: “aliviar” a los presupuestos del Estado, para poder prestar socorro económico de urgencia a un patrimonio histórico amenazado.
París, la rentrée… Notre Dame busca mecenas.
Saint-Germain-des-Prés debe acogerse a la caridad y la beneficencia para poder renovarse.
Nuevos rostros de París… Notre-Dame y miseria de masas.
Grave deterioro de las iglesias de París… Saint-Merri.
Las joyas de la corona francesa, en el mercadillo de la Concorde.
Como siempre son los pobres quienes tienen que pagar la reparación de las iglesias turísticas. Las gulas no funcionan pero la iglesia no es pobre. La banca Ambrosiana podría arreglar todas las Iglesias y cruces de Europa y de otras partes. Casanovas el seductor le propuso al rey de España un impuesto que el populacho estaría contento y conseguiría mucho dinero y pocas protestas. Ahora Francia la ultraliberal promociona los vicios privados para conseguir beneficios privados. Si la Francia napoleónica cae las otras naciones y sus estados serán tan mínimos que nadie los verá. Al final Antonio Negri tendrá razón habrá que hacer caso al libertino y despilfarrador y después santo por ampliar sus hermanos hasta las ovejas que se comen a los hombres y vivir en la pobreza santificada.
Jose,
En menudos líos te metes….
¿Francia? ¿Ultra liberal? Vamos anda… Francia es uno de los países más socializados de Europa, después de los países nórdicos. Cuando alguien quiere insultar a alguien lo llama liberal y tiene un efecto fulminante. Ser acusado de liberal en París es una cruz asesina.
Sacar veinte o treinta millones de una lotería para resolver los problemas del patrimonio es una gota de agua… tendrán que vender mucha lotería para salir adelante…
A mi modo de ver, por el contrario, lo grotesco del caso es que la segunda o tercera potencia atómica occidental recurra a la lotería para afrontar la decadencia física de su inmenso patrimonio histórico… hay algo de Groucho Marx en esta historia.
Cool.
Avanti..!
Q.-