Barcelona, La Virreina. Centre de la Imatge, 7 agosto 2017. Foto JPQ.
Copio y pego…
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“Cuando los historiadores futuros hagan un recuento de los intentos de independencia de Catalunya, alguno escribirá algo parecido a esto: “En los años 2012-2018 hubo un quinto intento, largamente trabajado, que parecía serio y con notable respaldo popular; pero, consultados los archivos judiciales de la época, se quedó en empeño puramente simbólico, sin más consecuencias que la pérdida temporal de la autonomía, la detención de algunos de los cabecillas de la secesión y la huida de otros, que quedaron descritos en la jerga judicial como prófugos de la justicia. Entre ellos, el propio aspirante a presidente de la república catalana y la líder del partido más intransigente en la lucha por la independencia, la CUP, Candidatura d’Unitat Popular”.
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“Al comprobar que todo ha sido simbólico, resulta casi imposible distinguir dónde empieza la realidad nacional de Catalunya y dónde el repliegue ante la autoridad del Estado. Resulta difícil saber qué grado de decepción puede existir en los ciudadanos que se habían emocionado con la DUI. Resulta complejo pronunciarse sobre la credibilidad que ahora queda a los promotores de todo. Es complicado hacer una nueva hoja de ruta por ignorancia de qué camino se puede seguir. Y hasta se puede hacer una hiriente pregunta: ¿será Catalunya una nación simbólica?” Fernando Ónega, La Vanguardia, 22 febrero 2018, El país simbólico.
Las negritas son mías.
A partir de ahí, la tentación de escribir una comedia negra salta a la vista. ¿Quién podría escribirla y realizarla?
Manuel Cuyàs sugiere una autoridad canónica:
“… El procés reclama una pel·lícula. Jo la confiaria no a aquests directors catalans que tot s’ho prenen a la valenta, sinó a Billy Wilder, que va guanyar menys Oscar dels que es mereixia a base d’obrir i tancar portes i fronteres i combinar tragèdia i comèdia en un mateix guió…” Manuel Cuyás, El Punt / AVUI, 22 febrero 2018, La comèdia del procés.
A título personal, creo que Billy Wilder ya realizó la película del periodismo en tiempos de antes, durante y después del Proceso / Procés: The Front Page (1974). No creo que las autoridades patrióticas soportasen una crónica tan pavorosa de nuestra realidad inmediata. A mi modo de ver, Rafael Azcona y Luis García Berlanga podrían comprender mucho mejor las sutilezas del esperpento en curso, que tiene profundas raíces carpetovetónicas: España / Cataluña… la Cuarta Guerra Carlista comienza en el frente gallego.
¿Cómo dudar que José Sazatornil, Saza, haría un Puigdemont de genio?
Cataluña / España aceleran un retroceso histórico.
¿Hay solución?
Esta es la mía:
España / Cataluña… orígenes y salida de la crisis: el modelo Quiñonero.
Quiñonero: “España no aguantará sin un diálogo cultural de fondo”.
Irene says
Habrá que resucitarlos, claro… También Buñuel podría hacer algo interesante, ¿no? Pero también está más allá… Voy a pensar quién en Cat podría –y que esté vivo, claro
JP Quiñonero says
Irene,
Mujer… si Buñuel trata el tema catalufo / españolista correría el riesgo de que alguien llamase a la Guardia Civil (españolista o catalufa) y lo metiesen en algún calabozo inculpado de no se cuantos delitos patrióticos.
Dicho eso… me encantaría pensar que algunos fotógrafos, cineastas o cronistas visuales están fotografiando lo que ocurre desde el tono menos patriótico posible, con el fin de poder contar algún día una historia lo menos ideológica posible. Me parecería un síntoma de salud mental.
Los ataques de patriotismo épico (españolista o catalufo) me parecen síntomas de baja catadura moral.
Solo un ejemplo: utilizar la crisis para hablar mal de Picasso y el Guernica me parece una caída de lo más bajo en miserias de la peor especie.
A ver si alguien se pone al curro visual de la historia en marcha…
Q.-