Rue du Faubourg-Saint-Antoine, 22 mayo 2018. Foto JPQ.
“Antidisturbios, Ley y Orden…”.
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Enésima jornada de manifestaciones sindicales contra las reformas y proyectos de Emmanuel Macron.
A mi modo de ver, los sindicatos están perdiendo la batalla, arcaicos, divididos y solo implantados en el sector protegido de las administraciones del Estado.
Le Monde, Manifestation des fonctionnaires: plus de 16 000 personnes à Paris.
La fragilidad sindical hace más visible una angustia social profunda y palmaria entre los hombres y mujeres jóvenes.
Macron, un año… la “revolución” pendiente.
Belleville… resistencia cultural contra Macron 2 [ .. ] Belleville… resistencia cultural contra Macron.
Ménilmontant… resistencia cultural contra Macron.
Macron, muchos viajes y pocas nueces.
Franceses contra Macron… minorías sociales, culturales y sexuales.
Franceses contra Macron… sindicatos en crisis, movimientos sociales en busca de identidad.
Franceses contra Macron… mujeres jóvenes que temen la precariedad.
Franceses contra Macron… funcionarios y ferroviarios.
Viejos y jubilatas: “¡Macron, NO toques mi pensión”.
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Macron, absolutismo posmoderno.
La “revolución” Macron “provisionalmente aplazada”.
La revolución Macron: “¡Enriqueceos…!” 2.
jose says
Si el individuo es su propia empresa para que le sirve ser sindicalista contra su propia empresa. Esta es la lógica neoliberal. Empresario o proletario euro esclavo salarial. El sindicato es de los pocos lujos que sobra. La gente a la calle para que no toquen nada pues si unos se enriquecen otros se empobrecen y todos se arman hoy con protestas mañana no se sabe con qué. Sin propiedad común no hay obligaciones ni derechos comunes. La sociedad desapareció o empezó a desaparecer cuando apareció la sociología. Comte francés proponía una convivencia de funcionarios y ciudadanos inspirado sin decirlo en la Iglesia y en sus amigos los jesuitas. Amos y siervos modernos con sus dioses en el bolsillo ubicuos, omnipotentes, poderosos, todos felices. Opio industrial y tecnológico para todos.
JP Quiñonero says
Jose,
Menudo lío…
Hace un año, muchos jóvenes de la banlieue / los suburbios votaron a Macron porque esperaban / esperan salir del hoyo currando por su cuenta. Muchos de los taxistas Uber parisinos son black de la banlieue norte, que aspiran a convertirse en pequeños empresarios…
¿Sueño? ¿Realidad?
Hay otros jóvenes que NO están por esa labor, claro.
Pero Macron espera combatir la crisis de la banlieue sin intervención de Estado, sin «plan», a través del «libre cambio»… la intervención del Estado en la banlieue se ha elevado a los 70.000 millones de euros, en cuarenta años… un pastón… sin resultados visibles y tangibles…
¿Funcionará mejor el «libre cambio»..?
Vaya usted a saber.
Vivimos en sociedades muy complejas, donde las ideologías se estrellan, inservibles.
Cuando sales a la calle y miras… lo que ves son cosas muy distintas, que nadie desea ver: no coinciden con las teorías ideológicas… de ahí esta serie, con personajes que salen poco en los periódicos…
Q.-