Place de la Sorbonne, 19 mayo 2018. Foto JPQ.
Las jornadas parisinas y francesas del mes de mayo de 1968 tienen un eco fantasmal muy superior a su verdadero alcance histórico cultural, social y político, muy inferior al de otras y más profundas insurrecciones de aquel mismo año, en Berkeley, California, y Praga, Checoslovaquia, entre otros numerosos movimientos internacionales, de muy diverso alcance y naturaleza del Japón al Brasil, pasando por México y Madrid.
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La primavera de Berkeley, en San Francisco, California, EE. UU., duró una década corta y, hacia 1968, confirmó su muy profunda influencia en la escena internacional a través de movimientos culturales, sociales y políticos de inmenso calado. El movimiento Beat influyó en la poesía y la música popular (Ginsberg, Dylan), no solo estadounidense. La revuelta estudiantil contra la guerra del Vietnam fue el “modelo” importado con éxito por los estudiantes parisinos. La insurrección cívica norteamericana tuvo dos vertientes, pacífica (Martin Luther King) y violenta (Black Panters), dos movimientos que cambiaron la historia de la lucha de los derechos civiles en la primera democracia mundial
La primavera de Praga se prolongó entre el 5 de enero y el 20 de agosto de 1968, cuando Checoslovaquia fue invadida por los tanques de la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia. Aquella primavera tuvo raíces culturales, sociales y políticas profundísimas, que comenzaron a minar la estabilidad amenazada de la URSS y el antiguo Pacto de Varsovia.
Entre esos dos aldabonazos de alcance mundial, grandes movimientos sociales (pacifistas, feministas, homosexuales, liberación sexual, ecologistas, etc.), distintos movimientos culturales y artísticos (hippies, happening, fluxus, pop-art, videoarte, land art, psicodelia, etc.) tuvieron muy diversas raíces, en California, Nueva York, Berlín y París, sin duda. Se trataba del “alzamiento” de una generación privilegiada (nacida entre 1940 y 1950), en los EE. UU. y Europa, que descubría su identidad tirándose a la calle contra las grandes potencias imperiales (la URSS y los EE. UU.), roturando nuevos territorios sociales y culturales, globalmente “anti autoritarios”, aspirando a crear “nuevas formas de vida” y “relaciones sociales” (de la autogestión a las “comunas libertarias”).
En ese marco, las jornadas del mes de mayo de 1968, en París y Francia, tuvieron y tienen un eco excepcional, pero dejaron una herencia harto incierta.
Embrión de las jornadas de mayo, la Internacional Situacionista (1958 – 1969) fue el movimiento cultural más genuinamente subversivo de su época. Desapareció sin posible descendencia. Los pensadores franceses que estuvieron al frente del primer movimiento de la época, los maestros “estructuralistas”, terminaron difuminándose en una diversidad antagónica: Claude Leví-Strauss osciló hacia el liberalismo, Michel Foucault terminó apoyando el retorno del ayatolá Jomeini a Teherán, Louis Althusser estranguló a su propia esposa… y los jóvenes activistas del 68 parisino (André Glucksmann, Bernard-Henri Lévy, entre otros) comenzaron por denunciar la impostura totalitaria comunista, para terminar oscilando hacia el reformismo tranquilo. Desaparecida la Internacional Situacionista, el 68 francés no inspiró textos subversivos comparables a la Comuna Zamorana de Agustín García Calvo.
En el terreno estrictamente político, los jóvenes parisinos del 68 estaban divididos en numerosas capillas izquierdistas: trotskistas ( Alain Krivine), maoístas (Alain Geismar), anarquistas (Daniel Cohn-Bendit), divididas, a su vez, en “subcapillas” (trostkistas de distinta obediencia, “maoistas libertarios”, entre muchas otras otras). Jamás hubo entre esas familias antagónicas un “proyecto político común”. Krivine deliraba con un putsch leninista, “tomando” el palacio del Elíseo: proyecto de Cohn-Bendit le quitó de la cabeza, con dos sentencias devastadoras.
Entre la cultura y la política, el magno legado del 68 francés fue el hundimiento de la hegemonía comunista. Por vez primera, desde 1945, el PCF y los intelectuales comunistas fueron denunciados como un grupo de presión arcaico y totalitario.
Entre la cultura y la agitación social, la contestación juvenil parisina no tuvo la importancia excepcional que tuvo la contracultura californiana… El “papa” de la revolución sexual (Wilhelm Reich) llegó “importado” de Berlín y Berkeley. El “papa contraconsumista” (Herbert Marcuse) era alemán y enseñaba en California.
La “intelligentsia” estrictamente parisina intentó “sumarse” y “participar” de alguna manera en las jornadas de mayo, pero no dejó una huella duradera. El sociólogo Alain Touraine elaboró sucesivas teorías de un “socialismo autogestionario” que no tuvo ningún éxito y terminó diluido en la “unión de la izquierda”. Henri Lefebvre fue acusado de plagiario. Sartre, Beauvoir y Foucault intentaron en vano montarse en algún “carro”, pero también ellos pertenecían a un pasado nada heroico y terminaron apoyando a los terroristas de la Fracción Ejército Rojo.
Entre muchas otras herencias cosmopolitas, los novelistas, poetas y cineastas checos y norteamericanos (Kundera, Ginsberg, etcétera) dejaron obras de gran calado en la historia literaria y visual de la época. La Nouvelle Vague francesa (de formación políticamente conservadora) paralizó el Festival de Cannes de aquel año, pero la obra de Godard del momento destaca por su colosal confusión no siempre significante. Sin duda, la defensa de la Cinemateca parisina de Henri Langlois tuvo un cierto tono épico, sin herencia.
En el terreno social, la CGT (sindicato comunista) se benefició del gigantesco lío, negociando unos acuerdos salariales que terminaron por enterrar los sucesos de mayo, con un “pacto social” entre De Gaulle y los comunistas. De Gaulle disolvió la Asamblea Nacional el 30 de mayo. Veintisiete días después de la aparatosa ocupación de la Sorbona, se iniciaba una rapidísima vuelta a la normalidad más conservadora.
En las elecciones generales del mes de junio siguiente, la Union pour la défense de la République (UDR, derecha gaullista) consiguió 294 de los 485 años: una de las mayorías conservadoras más grandes de la historia política de Francia. Los centristas de Progrès et démocratie moderne (PDM) consiguieron 27 escaños. Los Républicains indépendants (RI, centristas) consiguieron 64 escaños. El PCF consiguió 34 escaños. La Federación izquierda demócrata socialista 57 consiguió escaños. Así terminaban políticamente varias semanas de agitación sin destino conocido más allá de poéticas proclamas literarias: el alzamiento y triunfo de la Francia más conservadora.
Comenzaba el inconcluso diluvio de los millares de libros y ensayos glosando una “revolución” que nunca existió, los fuegos fatuos de unos movimientos culturales, sociales y políticos que no habían comenzado en Francia y solo tuvieron en París el eco confuso de una explotación comercial sin herencia cultural “autónoma”, al margen de las grandes corrientes sociales, culturales, artísticas y políticas europeas y norteamericanas. Daniel Cohn-Bendit, la figura más emblemática del 68 francés, publicó el 2008 un libro titulado Forget 68 (Olvidar 68) y hoy, tras apoyar la candidatura de Emmanuel Macron al Elíseo, defiende una Europa federal, una economía “liberal libertaria”.
Mayo del 68 contado por Perlado, Sádaba y Quiñonero.
Plaza de la Sorbonne… Mayo 68 / 18, de Cohn-Bendit a los Muyahidines del Pueblo de Irán.
“¿Mayo 68?” “Olvídate, porfa”.
Belleville… Mayo 68 / 18 y la educación, la escuela y otras alternativas.
Belleville… “Los muros tienen la palabra”… Mayo 68 / 18.
París, mayo 68 / 18… gozar / filmar sin trabas.
Mayo 68 visto por Cohn-Bendit.
Cohn-Bendit: “No queda nada de mayo 68”.
Mayo 68 visto por André Glucksmann.
Mayo 68, Praga, París, Berkeley, México, Madrid y la Columna Durruti.
Mayo del 68 y las adolescentes en flor.
Mayo 68 y los corresponsales españoles.
Mayo 68 y los estudiantes parisinos del otoño 2010.
Mayo 68 y la leyenda áurea de los españoles desterrados.
Mayo 68 y las presidenciales francesas.
Mayo 68, la primavera y la resurrección.
José says
Un muy buen resumen de los protagonistas y de la decada de los 60. Los nacidos en los 40 y 50 entre los que me cuento viviamos una epoca con una gran esperanza. Pues las democracias occidentales habian fallado en las decadas de los 30 y los 40. La americana tampoco servia de modelo y la guerra fria entre este y oeste daba miedo despues de las bombas atomicas. No podia haber guerras como las de antes. Competian en el aspecto social Japon y Alemania se convirtieron en potencias economicas y el mundo se lleno de excedentes para todo el norte. Nadie se moria de hambre
en el norte. La guerra de baja intensidad se impuso y dura hasta hoy. Las elites apenas mueren en las guerras pero en las nuevas ABQ nadie puede estar seguro. La poblacion crecia en progresion geométrica estos 50 años se multiplica de 2500 a 7500 millones. Los intelectuales pasan de ser guias humanisticos o no a ver que la sociedad desaparece en manos de los neoliberales. Un actor un papa y una señora quimica hacen un revolucion conservadora mundial maoista. troskistas, anarcos, jesuitas de la liberacion desaparecen de la escena. El 18 el año actual nos acordamos de hace 50 años como la ficcion de haber acabado con un tipo de mundo cuando en realidad es el mismo pero diferente. Todos o casi todos pueden hacer turismo pero cada vez menos pueden hacer viajes interiores con el bagaje con el que son alimentados hoy dia. Si Descartes decia que el sentido comun era lo mejor repartido hoy escasea en todas partes. Freud. Marx Nietzsche fueron los profetas del 68 y los enterradores del 18.
JP Quiñonero says
José,
Amén.
…
«… Nadie se moria de hambre…» Vengo de una manifa una miqueta melancólica: muchos anti disturbios, pocos sindicalistas, mucha gente joven angustiada por su incierto futuro.
Hace cuarenta o cincuenta años, los jóvenes podían aspirar a marcharse de casa con razonable rapidez; y encontrar un curro aceptable no parecía nada imposible… hoy, los hombres y mujeres jóvenes lo tienen poco claro, solo encuentran trabajos precarios y mal pagados y lo de «independizarse» se presenta tirando a complicado, oscuro, que se yo…
… mi conclusión, viniendo de la manifa… Macron / el Poder va ganando, los sindicatos huelen a arcaicos / antiguos y la gente joven siente una angustia considerable ante un futuro que ven muy negro, ay,
Q.-
Fina says
Josep,
Sí, los de nuestra generación tuvimos la suerte de vivir en una época esperanzadora, en la que el futuro no se veía tan incierto e inestable como ahora.
Creo que tendré que pensar seriamente en hacer más «viajes interiores», aunque de momento, del 4 al 7 de junio tengo programada una escapada a Ítaca, Cefalonia y Léucade…tres de la «siete islas» del Jónico.
Bona nit!
txema says
Buen resumen de las ultimas 5 décadas y los movimientos politicos sociales. Tal vez la mayor herencia del 68 hayan sido los cambios sociales. En aquella época todavía en Francia había separación de sexos en las escuelas y el aborto estaba prohibo y la condición de la mujer era ligeramente mejor que en España. Cuando escucho a Daniel CB decir que fue mucho mejor ho haber «ganado» la revolución creo que tiene bastante razón. Los grupos eran tan diversos y variopintos que nadie esta seguro del desaguisado que hubiese salido del mayo del 68. Hay una gran contradicción en los votantes franceses, ya que mas que votar por el proyecto Macron votaron para que la extrema derecha no llegase a la presidencia, y ahora parecen sorprendidos de las reformas que quiere poner en marcha. Como hoy en día apenas se leen los temas con seriedad y mucho menos reflexionar, seguimos los slogans, los twiter como máximas filosóficas y pensamientos politicos, no llegamos a entrar en profundidad en los temas.
Lo peor de todo como bien dices es que las nuevas generaciones carecen de ideales y viven con salarios precarios y con un futuro muy negro, no solamente a nivel social sino tambien bajo grandes amenazas medioambientales consecuencia del cambio climático.
salud
JP Quiñonero says
Txema,
Algo así, efectivamente… con familia ya instalada, sin problemas de empleo, descubriendo el mundo, viajando y todo eso… daban unas ganas tremendas de cambiar y descubrir nuevos mundos, embarcando a las chicas en la misma aventura…
Hoy, la precariedad es Ley: Ley muy dura, que cierra muchas puertas y atiza, siembra, una angustia sorda, sorda, que la gente joven sufre en sus carnes,
Q.-
Fina says
Quiño, Quiño,
Sé precavido. Sin ti nos quedamos con la inexistencia de «Una temporada en el infierno».
Bona nit!
JP Quiñonero says
Fina… perro viejo…
Q.-
Fina says
Quiño,
¿Perro viejo?
JP Quiñonero says
Lo de perro viejo se refiere a mí mismo, claro está, Fina,
Q.-
Fina Ferrán says
Hombre, Quiño,
Yo más bien diría…
Un hombre experto, maduro, atractivo, sensible, inteligente y culto.
JP Quiñonero says
Es que tu eres muy fina y generosa, Fina.
Moi, quizá soy un poco más perro callejero… ojo, siento gran amor por los perros… y lo de perro callejero no tiene nada de despectivo, en mi caso; es más… hace siglos, así me veía mi madre, con una cierta tristeza, ay,
Q.-
Fina Ferrán says
Quiño,
No creo que tu madre prefiriera un perro faldero, sumiso y obediente…Seguro que estaba orgullosa de ti y de tu forma de ser.
No se puede ir contra natura… o uno acaba enfermando.
Encantada de tratar con caballeros como tú.
Bona nit!
JP Quiñonero says
Fina,
Me rindo. Me ganas.
… dicho eso, lo de caballero me pone unas barbas que ya, ya, pero bueno, dicho sea con una miqueta de ironía casi puedo aceptarlo, viendo de una señora como tú, oye,
Avanti..!
Q.-
Fina says
¡Ay! apreciado Quiño,
Esto no es una competición, me ganas en tantas cosas…
Pienso que se trata de ayudarnos en el camino que nos queda hasta llegar a Ítaca…
De transmitirnos fuerzas, como haces con ese Avanti..! tan tuyo…
Bon dia!
JP Quiñonero says
Fina,
OK.
Empatados… «… transmitirnos fuerzas…» ah, si fuese posible, que alegría más grande…
Avanti..!
Q.-
Fina Ferrán says
Pero Quiño,
Sí ya nos estamos transmitiendo fuerzas…Recibo las tuyas con mucha alegría.
A ver si tendré que darte un empujón o hacerte cosquillas para que sientas las mías…😃
Fuerzas para la mudanza!!!
JP Quiñonero says
Fina,
Pues qué bien.
¡Viva las lectoras generosas..!
Q.-