Rue de Seine / Buci, 4 noviembre 2018. Foto JPQ.
Entre el vagabundo, el sin domicilio fijo (SFF), el mendigo, el clochard: “… vivant généralement sans domicile fixe, est une personne sujette à une grande désocialisation1, souvent victime d’une exclusion du monde du travail et confronté à un état de solitude dans lequel la consommation d’alcool peut agir à la fois comme moyen de réconfort et d’autodestruction”.
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En la historia de las literaturas escritas en lengua española, el clochard tiene una importancia singular en Rayuela (1963), que comienza no muy lejos de esa esquina. “La cloche, le clochard, la clocharde, clocharder…”, escribe Cortazar, agregando: “Pero si hasta han presentado una tesis en la Sorbona sobre la psicología de los clochards”. EL MÁS JOVEN, EL MÁS GUAPO DE LOS GENIOS.
Andando el tiempo, el clochard y la clocharde han perdido el aura celeste y metafísica que tienen en la obra de Cortazar, para recobrar su condición más dolorosa: rostros humanos de la exclusión, la soledad y la angustia social:
París, nuevos pobres… hombres errantes, sin techo conocido.
Estancamiento de la pobreza, en Francia.
Más SDF, más sin hogar, más pobres, más aporofobia, en París, Madrid, Barcelona, Francia, España.
Francia / Macron: 8 millones de pobres, 8.000 millones de ayudas, 1,7 % crecimiento.
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Cortázar y la fotografía de prensa… refugiados, crisis, guerra política, etcétera…
Julio Cortázar: una resurrección que no cesa, 2.
Julio Cortázar: una resurrección que no cesa.
José says
Primero acabemos con los sindicatos con las comunidades con las propiedades comunes de los pobres con las familias y asi con la sociedad del bienestar. Los anarcos liberales tenian que liberar al individuo de aquello que lo protegia y le quitaba libertad. La sociedad no existe solo hay individuos. La bien peinada inglesa sabia lo que decia. De la sociedad de los dos tercios a la sociedad de un tercio a la granja del diez por ciento o menos. Los protagonistas actuales de los nuevas obras romanticas serian el noventa por ciento. Soledad pobreza suicidios jaurias adolescentes prostitutas borrachos drogados ricos aburridos..
Una sociedad infantilizada que Freud empezo a imaginarse hoy los perversos polimorsos no solo son niños los hay de todas las edades y vamos a mas. Cortazar el eterno joven solo podria escribir de un personaje de la granja pues la mayoria son sus clonicos con la misma historia y sin relaciones divergentes no hay obra de arte.No hay campo ni corral sino grandes granjas. Las distopias de Huxley y Orwell eran programas politicos para el nuevo hombre y el nuevo mundo. Hoy los clochards viven en pisos y comen pienso todos o casi todos los dias. La granja funciona y la industria lo es todo mientras no se pare.
JP Quiñonero says
José,
Oséase, que estás en plena forma apocalíptica, vaya.
Encantado, por mi parte.
«La granja funciona…» mal que bien, ay: funciona bien para los que funciona bien; los otros, pues vaya usted a saber…
… hace siglos me pasé un largo trimestre viviendo como clochard… cuando pude pagarme un hotel pobre de misericordia comencé a sentir nostalgia de la vida perra que dejaba por la vida mal que bien decente que comenzaba a llevar, en un habitáculo de escasos metros cuadrados, en un sexto piso sin ascensor, con ducha en el pasillo… me parecía un lujo burgués… la locura humana tiene incontables rostros,
Q.-
ricardo lanza says
Vagabundos del cemento, a caballo entre las dos riberas…»Bajo los puentes del Sena fue mi primera noche de amor…» Él y ella boutique de harapos, besos de absenta, gorra de carbonera; a la mañana bajo las bóvedas del puente, subiendo luego hacia Montmartre, almuerzo en un bistrot, que paga Modigliani; café en Le Chat Noir, Picasso y Ravachol que lo comparten, estimado. Noche de cabaret, hospicianos desnudos, copa apurada hasta las heces, propinas hurtadas de las meses, Coco, le clochard, y su frase que aún escandaliza: «Yo no trabajo porque no me da la gana»; pura escatología en su dúplice y solitaria acepción, un Calvario doméstico, no menos lúgubre por su angustioso anonimato.
JP Quiñonero says
Ricardo,
La cosa tenía -creíamos que tenía- un cierto «encanto bohemio». Te besa Verlaine y no te afeitas durante una temporada. Bueno. Temo que la pobreza de hoy -y quizá la de ayer- sea mucho menos lírica, aunque… conozco personalmente a los dos clochards de mi foto… ¡y están encantados de la vida..! Son personajes populares en el barrio, todo el mundo les da algo, viven a salto de mata… temo que «mis» clochards sean unos «privilegiados», comparados con otros que viven de muy mala muerte por esas calles abandonadas de la manos de Dios, ay,
Q.-
Fina says
Quiño,
¿Qué tendrán ciertos besos que nos gustaría retener y preservar?
Pero ya sabemos que nadie es de nadie…
Por lo que cuentas, hasta en los clochards existen diferentes categorías…
JP Quiñonero says
Fina,
Efectivamente, el clochard es uno y muchos… los clochards «oficiales» de mi barrio quizá pertenezcan a una cierta élite, mucho más «acomodada» que los clochards de otros barrios menos «chic», dicho sea con ironía cariñosa.
…
En el terreno amoroso, el instante siempre aspira a la eternidad… de eso hablan Bernini y algunas instantáneas amorosas, callejeras…
Q.-
Fina says
Don Ricardo,
Cuenta Ud. con mi admiración y agradecimiento, ya lo sabe.. Su prosa es única. Es Ud. un manantial de saberes…Pasear con Ud. escuchando su Logos es todo un privilegio,
Le deseo larga vida!!!
Gracias!!!