Rue de Rennes, 8 noviembre 2018. Foto JPQ.
“J’adore” dice la publicidad, recurriendo al porno chic como arma de seducción de masas.
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Táctica mercantil no solo utilizada por el Estado:
El Louvre se moderniza con publicidad porno chic.
Porno chic en el mitin de Fillon en Trocadero.
Porno soft chic y venta de mujeres en catálogos y escaparates.
Walter Benjamin y la conversión del cuerpo femenino, desnudo, en gancho publicitario.
Porno soft Versace para maquillar los muros de París.
Porno chic en la geografía amorosa de Marcel Proust, rue Royale.
Refugiados, velos religiosos, publicidad sexy, violencia social y violencia sexual.
Publicidad porno filantrópica y comercio equitable… “Made in Bangladesh”.
Les Halles… el porno soft is money chéri.
Porno soft a la puerta de las iglesias 2.
Navidades… muy porno chic, en el Faubourg-Saint-Honoré.
Catherine Deneuve, el “derecho a importunar” de los hombres y el porno soft urbano, publicitario.
Sèvres – Babylone, un país parisino, cuando cae la noche.
La parisina y la publicidad, 15… Nocturnos fantasmas íntimos.
Campos Elíseos… sexy & porno soft para recibir el Año nuevo.
Voluptuosidad en el desierto, 6… Se compran y venden chicas en las esquinas nocturnas.
Promoción de Europa con sexo, porno, coca y fusilamiento de obras maestras.
Porno soft, el Terror y la historia.
Desfloración de mujeres con fines publicitarios.
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Hoy fabricas sin trabajadores y ciudades sin ciudadanos. Solo o casi solo servicios.
Todo se contabiliza. Los barrios las plazas los arboles.. Todo tiene precio y dueños. Todo esta en venta nada es sagrado. El porno religioso politico economico..y el alquiler o venta de cuerpos para el placer y el servicio o para cualquier cosa que se pueda hacer como mercancias. Primero se infantiliza al individuo y despues se le hipersexualiza y ya privatizado se puede comprar o vender. Esta en el mercado como biomasa variada. Los cuerpos es lo poco que queda de la naturaleza en las ciudades. En los zoos humanos el sexo lo inunda casi todo. Animales enjaulados. T. Bernard decia que era casi imposible pensar en unpajaro sin pensar en la jaula que lejos de Victor Hugo cuando respirar en la ciudad era respirar libertad.
José,
Te leo frente al Mediterráneo, lejos de la ciudad… la oscuridad y el rumor de las olas me hacen bien. El mesianismo de Víctor Hugo casi siempre tiene algo de tónico, incluso cuando delira: respirar, en la ciudad, hoy, es correr el rigor de la intoxicación. Las ciudades algo pueden tener de jaulas, cárceles, manicomios, si. Son una selva que nos permite vivir emboscados…
Q.-
¡Ay, Josep!
¿Quedará algo que tenga valor sin precio…?
Quiño,
Me alegra saberte frente a nuestro querido Mediterráneo…¿A quién no le hace bien?
Es una bendición poder pasear sin prisas cerca del mar, escuchar el rumor de las olas, respirar la brisa marina, pensar con calma, soñar…
¡Disfrútalo!
Se agradece, Fina.
Efectivamente, te leo, ahora, cuando el día comienza a despertar, con el Mediterráneo a doscientos metros.
Avanti..!
Q.-