Boulevard Saint-Germain, 9 septiembre 2019. Foto JPQ.
¿Lipp..?
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Una institución:
Pasan las generaciones, se disuelven las naciones: Lipp queda.
París, la rentrée… Lipp en obras, por defunción.
Saint-Germain by night… Lipp, un clásico.
Anochecer, a la puerta de Lipp.
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Macron / chalecos amarillos… agitprop chic en el Café de Flore.
Confieso mi debilidad por la clientela del Flore:
Neoyorquina desayunado en Saint-Germain, en el Café de Flore, el día de fin de año, San Silvestre.
El Café de Flore y la clientela cosmopolita del nuevo café pop parisino.
Café Flore, muy literario… homenaje a Martin Parr.
Los antidisturbios siempre velan por la tranquilidad de la más selecta clientela, claro está:
El tuerto es el rey de los ciegos. Los hay que tienen dos ojos y sobreviven y viven en la zona chic. Incluso los aviones cuando arrasan ciudades respetan las zonas chic. Iran y se tomaran una copa cuando acaben su trabajo. Alli todos amigos y parientes. Desde las guerras griegas a las asiaticas actuales. Las guerras civiles entre hermanos de antes hoy son entre desconocidos de escalera. Todo depende de donde vivas o no. Hoy las tragedias son cutres. Imposibles sin ir a Plutarco o Suetonio por no decir los clasicos griegos. Teatros operas cines actualizan pero no se encuentran de nuevas. Bueno la de esos viejos ricos con poder que proponen a actrices y modelos noches lujuriosas pateticas para abrirles puertas. Ni griegos ni romanos se les ocurrio. Patéticas tragedia las que se avecinan en esta proxima guerra civil mundial. Guerreros en paro y politicos vacios de politica donde encontrar personajes con valores de samurai o de pericles para las tragedias del futuro. No hay distingos entre elites y chalecos. El dinero arrasa e iguala. Todos piden lo mismo.
José,
Anda, anda… mientras la guerra civil mundial ocurra entre chalecos amarillos «como Dios manda» y gente bien muy radical chic propia de los cafés del barrio de Saint-Germain, de lo más chic & choc, todo será muy llevadero. Los negros que mueren el Mediterráneo intentando llegar a nuestras ciudades, esos viven tragedias menos llevaderas, me temo, ay,
Q.-
Josep,
Parece que la historia se va repitiendo. Todos en lucha por el dinero y el poder, desde tiempos remotos.
Me pregunto si seguirá así hasta el fin del mundo, o si el género humano evolucionará hasta saber apreciar otros valores…
Entretanto, si miramos a los mås desfavorecidos que se ven en la necesidad de abandonar sus hogares y países para sobrevivir, lo nuestro no lo podemos calificar de tan trágico. Puede que a los que detentan el poder les interese mantenernos resignados temiendo situaciones peores.
Bona nit!
Quiño tienes razon los emigrantes vienen jugandose la vida muchos se quedan en el mar. Antes era una industria los cazaban y los llevaban al otro lado del Atlantico. Gracias a ellos la economia subio como la espuma. Hoy hablan ingles o español o frances.. Pero muchos de ellos mueren de bala. Los chinos en las fábricas se suicidan o se desquician pero no necesitan ir a otro continente las fabricas van a China. Los ejercitos privados y las mafias mantien cierto orden en este nuevo o viejo mundo. No pueden soltar virus pues no tienen pasaporte ni gases que tienen poca eficacia ni bombas nuclerares que van a todas partes y quien no tiene cabezas nuclerares . Creo que nuestra guerra civil mundial es de baja intesidad y todos pueden participar. La otra seria no lo se pero me lo puedo imaginar. Camus en la peste nos preparo. Solo un problema filosofico ya señalado anteriormente. Todos anhelan una temporada en el infierno y otra en el paraiso perdido.
José,
Bastante OK, claro.
Hay un detalle que no siempre se recuerda… los africanos que son capaces de jugarse la vida para intentar llegar a la periferia de las grandes ciudades europeas, donde esperan ganar pan y libertad, también son un poco privilegiados, con respecto a sus compatriotas más humildes.
Son africanos que han podido conseguir las pequeñas o grandes fortunas que les cobras las mafias que trafican con seres humanos para «embarcarlos» en «embarcaciones» frágiles e inseguras…
De los otros africanos, los que se quedan en África, en los suburbios de las nuevas grandes ciudades africanas, de ellos hablamos poco y queremos saber mucho menos, claro…
En fin, que hay miseria para dar y repartir y seguir, ay…
Q.-
Sí, Josep,
Especialmente anhelo, como todos, o la gran mayoría, una temporada en el paraíso perdido….en armonía entre lo apolíneo y lo dionisíaco.
Bona nit!