Boulevard Saint-Germain / Rue des Saints-Pères, 1 marzo 2019. Foto JPQ.
… en la esquina de una antigua iglesia cristiana construida en el siglo XIII, capilla del hospital donde Antonio Machado no pudo hospitalizar a Leonor, destruido para construir la facultad que acosa con su mole la catedral Saint-Vladimir-le-Grand, iglesia griega-católico-ucraniana, una de las iglesias católicas orientales, muy frecuentada los fines de semana por una diáspora que no olvida sus raíces.
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Quiero pensar que Antonio Machado y Guillaume Apollinaire pudieron cruzarse en esa esquina el verano de 1911, cuando la tuberculosis de Leonor no pudo tratarse en el Hôpital de la Charité que se encontraba frente a su hotel -a doscientos metros de la residencia de Apollinaire- y fue trasladada a una lejana Maison Municipale de la Santé, futuro hospital de un barrio que terminaría transformándose en tierra de acogida para muy diversas diásporas asiáticas.
Quiero pensar que a Don Antonio y a Apollinaire nos les disgustaría conocer a los hombres y mujeres que hoy se cruzan en su antiguo barrio…
Ucraniana preguntándose cuándo terminará el baño de sangre, en su patria → Ucranianos rezando por el incierto destino de su patria, en París → Madre e hijo, ucranianos, tras la misa del Domingo de ramos.
El hotel de don Antonio Machado → La joven rusa que trabaja en el hotel de Antonio Machado → El hospital de Leonor y Antonio Machado en París.
¡Ay, Quiño!
Esta publicación me trae tantos recuerdos de vivencias en iglesias ortodoxas…
Imagino que sabes que sus sacerdotes pueden casarse y formar una familia, también aceptan el divorcio. En ciertas cosas parecen estar más adelantados…en otras no.
¿Quiénes se habrán cruzado por estas esquinas…?
Fina,
A decir verdad, no se literalmente nada ni de iglesias ni de sacerdotes ortodoxos… pero, ahora que lo dices, he visitado ocasionalmente la más antigua de las iglesias ortodoxas griegas de París, por la que Azorín tenía un cariño cierto: Grecia: Kavafis cuenta el origen de la tragedia…
Q.-
Sí, Quiño, sí,
Que bien lo cuenta Kavafis, uno de los más grandes poetas griegos.
Es asombroso que a pesar de sufrir tantos siglos de metamorfosis, luchas y mezclas; el carácter, la lengua y muchas tradiciones griegas sigan vivas. Todavía es costumbre terminar las fiestas y celebraciones cantando todos al unísono, acompañados de algún instrumento musical…
Si este mes no me veis mucho por aquí es porque cuando estoy en Barcelona aprovecho para pintar en el Real Círculo Artístico. Ya me gustaría poder ser omnipresente… pero somos humanos y tenemos que conformarnos con nuestra limitaciones. 🙂
Buenas noches a todos/as.
Fina,
Kavafis… ah… palabras Muy Mayores, yeahhh…
Todos somos un poco griegos de la decadencia, claro.
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Sí… lo mejor y más saludable es ser fiel a uno / una misma… el resto es silencio.
Venga, a trabajar en lo tuyo.
Avanti..!
Q.-
Quiño,
Muy agradecida por tus palabras siempre animosas, prácticas y saludables.
Aunque escriba menos os iré leyendo para estar al día. ¡Qué se le va a hacer, si tanta erudición crea dependencia…!
Buenas noches a todos/as.
Fina,
Te digo yo que donde se ponga una o varias copas de cava…
Avanti…!
Q.-