París, 28 marzo 2017. Foto JPQ.
Emmanuel Macron sigue creyendo ser un personaje de Stendhal: “Le 15 mai 1796, le général Bonaparte fit son entrée dans Milan à la tête de cette jeune armée qui venait de passer le pont de Lodi, et d’apprendre au monde qu’après tant de siècles César et Alexandre avaient un successeur…” La Chartreuse de Parme.
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Coincidiendo con la crisis catalana, el 26 de septiembre de 2017, el presidente de Francia, propuso “refundar” Europa, defendiendo una “España, unida, toda entera” España / Cataluña, el 1-O y Europa… según Emmanuel Macron.
Macron lanzó entonces un ambicioso plan de reformas económicas, políticas, militares, institucionales… que solo han tenido un eco modesto, muy alejado de cualquier “refundación” de la UE.
Las ambiciones macronianas toparon pronto con el modestísimo entusiasmo de la Alemania de Merkel y la hostilidad de Italia y toda Europa del Este.
La firma del nuevo Tratado de Aquisgrán, entre Francia y Alemania, el 22 de enero pasado, tampoco ha permitido suscitar ninguna esperanza llamativa.
Emmanuel Macron está inconfesablemente “decepcionado” con una Angela Merkel que no ha querido o no ha podido hacer campaña común en defensa de su proyecto personal de “refundación” de la UE. Esa decepción tiene muchos flecos, que la Deutsche Welle resumió hace días de manera elocuente: los “proyectos” europeos del presidente francés “avanzan”, pero a un ritmo “muy modesto”. El modelo macroniano de “refundación” de Europa no convence en Alemania.
Merkel, por su parte, ha dejado filtrar en varias ocasiones su propia “decepción” ante el modestísimo apoyo recibido de la Francia de Macron cuando estalló en Alemania la crisis de la inmigración, tan crucial en el eclipse de la canciller, cuya sucesora, Annegret Kramp-Karrenbauer, ha confesado al vespertino Le Monde su “inquietud” por la inconclusa crisis de los chalecos amarillos.
Igualmente grave y significativo: Macron relanza sus “ambiciones” europeas cuando no ha conseguido convencer en su patria, con un 70% de opiniones negativas entre una opinión pública llamativamente decepcionada.
Las concesiones presupuestarias del presidente a la primera “generación” de los chalecos amarillos, a primeros de diciembre pasado, por un montante de 10.000 a 15.000 millones de euros, han disparado todos semáforos rojos de la economía nacional. La presión fiscal ha crecido hasta el 53% del PIB, convirtiendo a Francia en “líder” de la imposición fiscal en la zona euro, con pocos resultados prácticos: 60.000 millones de déficit comercial, déficit público del 3,5%, deuda pública del 100 % del PIB… La Francia de Macron seguirá incumpliendo sus compromisos con Europa, que el presidente francés prometía “relanzar” desde el mes de septiembre de 2017.
Antes de “reformar” Europa, Macron deberá reformar Francia; y eso…
Empantanada y sin futuro conocido la “refundación” propuesta el mes de septiembre de 2017, Macron publica en 28 países de Europa un artículo personal proponiendo el Renacimiento de Europa. Renacimiento con R, mayúscula: Pour une Renaissance européenne.
Piadosa, Sylvie Kauffmann comenta que Emmanuel Macron veut redevenir le leader que l’UE a oublié. Es una evidencia.
El análisis de Macron es leído con simpatía por las élites europeistas, entre las que suelo reconocerme, sin dejar de hacerme esta pregunta:
¿ES POSIBLE LIDERAR EUROPA, CUANDO NO SE LLEGA A CONVENCER AL 70 % DE LOS FRANCESES Y SE ES INCAPAZ DE CUMPLIR LOS COMPROMISOS DE ESTADO CON LA ZONA EURO ..?
001 says
Para mí es imposible liderar Europa cuando has sido elegido por tu pueblo simplemente para evitar el mal mayor que suponía la otra candidata.
JP Quiñonero says
001,
Bueno… desde esa óptica, Macron volvería a ser elegido el domingo que viene: reina sobre un campo de ruinas…
Q.-
José says
No hay heroes para el ayudante de camara. Hegel lo recordaba. El mismo joven viendo pasar a Napoleon en Jena dijo que era el alma del mundo montado a caballo. Lo mismo le paso a Bethoven que lo consideraba un heroe pero cuando se declaro emperador dijo es solo un hombre comun. Macron ni militar ni emperador solo un corbata amarilla construido con medios de comunicacion. Hoy Napoleon para Sthendal como para Kubrick lo convirtirian en un logo literario o cinematografico. Su obra es la paradoja de la revolucion y la restauracion. Su hermano Pepe Botella no pudo con los españoles no entendian ni entienden eso de la burguesia revolucionaria y cuando empiezan a entender no hay burgueses solo oligarcas que son de mentalidad española pero con mucho dinero y poder Macron llega tarde. Europa no es lo que era. No necesita guias ni artistas que lo conviertan en logo. Quien de declara emperador en Roma…o en China Rusia India España o Andorra…que mas da es un logo.
JP Quiñonero says
José,
Ah, nooooooo…
«Macron ni militar ni emperador solo un corbata amarilla construido con medios de comunicacion…».
Macron se ganó a pulso la jefatura del Estado. Puede gustar, disgustar, puede pensarse lo que se quiera… pero ser elegido presidente exige un trabajo excepcional, social, político, económico, cultural… pensar que todo eso es «comunicación» es pura ilusión es un error grande.
«Emperador de China, Rusia, India, España o Andorra… qué más da, es un logo…» Hombre… sospecho que hay diferencias de logos más o menos visibles…
Q.-