Rue de Belleville, 24 junio 2019. Foto JPQ.
Francia en crisis… ¿Existe todavía una sociedad francesa?
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Raymond Aron fue el primero en describir la matriz indispensable para la existencia misma de una sociedad libre:
“… [de entrada] es necesario que todos o la mayoría quieran vivir juntos y se reconozcan en un mismo sistema de ideas, [es necesario que] una misma forma de legitimidad sea válida por todos. Antes que una sociedad pueda ser libre, es necesario que sea una sociedad”, Liberté et égalité (1978) → Raymond Aron nos ayuda a comprender las crisis de Europa y España / Cataluña.
Alain Touraine y Dominique Schnapper, entre otros, han descrito con precisión la emergencia de una nueva sociedad francesa, multicultural.
Jérôme Fourquet va más lejos. A su modo de ver, Francia se ha transformado en un archipiélago de comunidades culturales, que no siempre se entienden entre ellas. A juicio de Fourquet la celebración de la Fiesta nacional del 14 de julio ha ilustrado la crisis y metamorfosis en curso.
En su origen último, la Fête de la Fédération celebraba la toma de la Bastilla (1789) y la posterior unidad de la Nación / República de nuevo cuño.
Doscientos treinta años más tarde, el pasado 14 de julio ha ilustrado de manera espectacular la fragmentación cultural de Francia:
-Emmanuel Macron, apoyado por una mayoría sólida pero declinante, celebró una Fiesta nacional con vocación militar europea.
-Las franquicias más radicales de los chalecos amarillos irrumpieron de manera violenta en los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo, recordando la existencia de otra Francia que se considera marginada y víctima de las elites.
-Los jóvenes franceses de origen magrebí irrumpieron más tarde en la misma gran avenida nacional para festejar un acontecimiento futbolístico muy alejado del patriotismo francés tradicional.
Hay otras divisiones y comunidades francesas…
“De celebrar la unidad de la difunta Federación hemos pasado a vivir la celebración conflictiva de un archipiélago de comunidades que no siempre se entienden bien”, estima Jérôme Fourquet.
Macron, la soberanía / defensa de Europa y los chalecos amarillos.
La Francia africana y multicultural gana el Mundial y se tira a la calle en París.
En la época de los monocultivos por ser productivos y beneficiosos y necesitar menos mano de obra las ciudades se vuelven multiculturales y algunas duplican la población. Las sociedades desaparecen y aparecen los individuos egoístas. La familia se resiente la comunidad no tiene nada en común que cohesione. La sociedad se resiente y el estado entra en crisis y las elites no quieren enterarse pues viven muy bien de la herencia y del botín saqueado a los que antes eran ciudadanos y ahora solo son votantes . La inercia del poder en el que cada día cambian algo virtual para entretener y evitar la rebelión y el caos y no poder disfrutar de las prebendas de un estado que no existe. Las elites de los ochenta están en la paradoja del globo hinchado y pueblos y barrios depauperados y cabreados. En las granjas viven juntos pero solos. El solipsismo impide la novela vital de la que hablaba Napoleon padre o uno de los padres de nuestra época .Y Macron uno de los enterradores de esta sociedad post moderna, Hoy los franceses son de todos los continentes.
José,
Me quedaré con esto… «hoy los franceses son de todos los continentes..» ¡Hasta murcianos..!
Sospecho que las Ramblas en Barna, la Puerta del Sol en Madrid, tienen paisajes humanos muy semejantes… pero, ay, se trata de evidencias que están ahí pero nadie desea ver ni mostrar…
Q.-