Caldetes. Playa de Els Tres Micos, 10 agosto 2019. Foto JPQ.
Una gran mayoría de mujeres europeas, francesas, italianas e inglesas, en particular, estiman que el topless es una tendencia “arcaica”, “pasada de moda”, “antigua”, alejada de las nuevas formas de vida y comportamiento, en la playa, en particular.
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Según un estudio realizado por el Institut français d’opinion publique (Ifop), realizado por cuenta de Vie Healthy, solo un 15 % de las italianas, un 19 % de las inglesas, un 22 % de los francesas y un 34 % de las alemanas, dicen “practicar” o “estar dispuestas a practicar” el topless. Según el mismo estudio, el topless todavía cuenta con los favores o simpatía del 48 % las españolas.
Entre las francesas, el topless solo cuenta con “alguna simpatía” entre las señoras y señoritas de “cierta edad”. Entre las mujeres de menos de 30 años, apenas el 13 % de las francesas y el 20 % de las europeas se dicen dispuestas a bañarse con los senos desnudos. Hace apenas veinte años, esa proporción era superior al 45 %. Según el estudio del Ifop, las mujeres de 50 a 60 años, o más, son las más dispuestas a mostrarse con los senos al aire, en una playa “para broncear”.
¿Qué ha ocurrido? ¿Porqué ha dejado el topless de ser “tendencia”? El estudio del Ifop avanza razones de muy diversa índole.
El 56 % de las francesas dicen pensar que el topless puede ser nocivo para la salud… Varios estudios más o menos científicos sugieren que la exposición “persistente” de los senos desnudos, al sol, pueden provocar enfermedades o riesgos de cierta gravedad. El fantasma del cáncer y la aparición de nuevas “plagas” parece suscitar una inquietud cierta entre las francesas. El “encanto” o el “placer” de la exposición de los senos, desnudos, parece comportar “riesgos” de nuevo cuño.
Un 35 % de las francesas aprecian poco nada “ciertas” miradas masculinas, y se sienten molestas con las miradas “concupiscentes” de algunos hombres. ¿Son los hombres de hoy más “concupiscentes” o “deshonestos” que los hombres de hace veinte años? En cualquier caso, las francesas dicen sentir un “incremento” de “miradas fuera de lugar”. El “mirón” parece ser una plaga temida por muchas mujeres.
Un 28 % de las francesas tampoco aprecia los comentarios “desafortunados” sobre su físico y su intimidad… En ese “capítulo” se confunden varios factores significativos sobre la evolución muy diversa de la sensibilidad femenina francesa. Aumenta la sensibilidad hacia la silueta y los cuidados personales, crece la sensibilidad hacia la “percepción” del otro, hombre o mujer.
Un 27 % de las francesas dicen “temer” agresiones verbales de la peor naturaleza. Desde la óptica femenina, la “liberación” masculina se ha convertido en una “plaga” nefasta, peor que vulgar y obscena: crecen y proliferan de manera inquietante los comportamientos más lamentables. Y las mujeres se sienten agredidas de manera creciente, en la calle, en la playa, en los transportes públicos.
Un 23 % de las francesas temen ser acusadas de un comportamiento “indecente” entre sus amigos y familiares. La “liberación” de hace veinte o treinta años se ha transformado en una “amenaza”. El turismo de masas, la masificación de las playas, ha favorecido una suerte de crecimiento espectacular de unas “libertades” dónde se confunden la vulgaridad, la obscenidad, el mal gusto, en detrimento de los comportamientos “liberales” de otro tiempo.
El comunitarismo, por último, ha introducido “imágenes” y comportamientos que “chocan” por razones muy diversas.
A finales de junio y primeros de julio, la presencia de musulmanas vestidas con burkini, en algunas piscinas públicas, provocó una nueva y sintomática polémica. Mujeres jóvenes y menos jóvenes percibieron el bañador musulmán, el burkini (marca registrada por una avispada comerciante libanesa, instalada en Australia), como una agresión cultural. Varios colectivos feministas decidieron “protestar” organizando “manifas” y baños colectivos con los senos al aire, en topless. La batalla entre topless y burkini se transformó en un espectáculo esperpéntico, lamentable para una inmensa mayoría de mujeres, que se sintieron agredidas por enfrentamientos que se transformaron pronto en una degradación de la condición femenina, convertida en “mercancía conflictiva”, amenazante para la libertad cívica más estricta.
Quiño,
Es extraño que con un tema tan atractivo todavía no hayan aparecido nuestros contertulianos…
Me alegra que España esté «up»…en algo.
¡Viva la vida!
Fina,
Buenooooo… 14 de agosto, vísperas de la Ascensión… con lo que está cayendo… todos vamos de aquí para allá…
A vivir..!
Q.-
¡Oh, Quiño!
Visperas de la Ascensión y yo bailando…😃
Espero que Santa María no se lo tome mal…
Buenas noches a todos /as.
Fina,
Bien… Sí, la Ascensión, la Virgen de agosto, la luna llena de estos días…
A vivir..!
Q.-