Crece de manera significativa y alarmante la violencia ensangrentada en los suburbios, la banlieue de París y otras grandes ciudades francesas: 5 policías asesinados y 4.886 heridos en los últimos seis meses.
Urbanismo rampante, inmigración multicultural, street-art subvencionado, no consiguen ocultar completamente las huellas del viejo París popular, el París parisino de Georges Brassens.