Rue Madame, 17 enero 2020. Foto JPQ.
Imprescindibles para sobrevivir
Ahí comenzó casi todo Prévert…
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De la maternal de la rue Madame a la escuela André-Hamon (Stanislas) de la rue d’Assas apenas hay quinientos o seiscientos metros: un mundo, el mundo de Prévert, entre 1908 y 1914, entre los ocho y los catorce años.
Niño insumiso, en ese trayecto, desde el domicilio familiar, tan próximo a Saint-Sulpice, Prévert consuma su primer acto de rebeldía -pedir que lo retiren de esa escuela, con su hermano- y descubre el océano sin orillas de la silueta femenina → París, la rentrée… madre con niña, la vuelta al cole de Jacques Prevert:
“Mon frère et moi portons plainte contre l’école de la rue Madame” [ .. ] “Coin de la rue … apparition d’une merveilleuse petite fille : Ginette…” (Enfance, La Pléiade II, edición de Danièle Gasiglia-Laster et Arnaud Laster)
Apariciones e iluminaciones quizá esenciales en la formación de la lengua de Prévert, que tiene su puesto propio como primera o última patria, la suya y la nuestra:
“La lengua de Chateaubriand aspira a salvar la inmensidad de una patria que se hunde en el océano sin orillas de la historia. La lengua de Proust explora los paraísos e infiernos de los personajes caídos en la tierra inmaterial, huidiza y perdida del tiempo. La lengua de Céline nos habla del Calvario donde se cruzan todos los ángeles y demonios camino de un infierno histórico, sin resurrección. La lengua de Prévert nos habla del verbo de los ángeles, niños y hombres cuya última patria, amenazada, es la lengua de los insurrectos ocultos y proscritos en el arrabal, sitiado por las lenguas endemoniadas por los ideólogos y las máquinas desalmadas.
“No es un azar que la poesía de Prévert sea muy apreciada por los niños: posee la virginidad de la lengua y el agua pura, manando en el pozo sin fondo de la calle, el barrio y el arrabal, donde el poeta, en este caso, bebe y comparte el pan y el vino de todos, para confesar que busca refugio contra el horror de todas las guerras tramadas y orquestadas por los ejércitos de policías y verdugos del espíritu, denunciando y persiguiendo, con violencia y crueldad, a los niños que hablan otra lengua…” → Última patria, JPQ, ABC Cultural, 18 marzo 2000.
París, la rentrée… madre con niña, la vuelta al cole de Jacques Prévert.
El square parisino cuando llega el verano 2 … Prévert.
El square parisino cuando llega el verano … Prévert.
Parisinas de adopción en el país parisino de Abbesses … Prévert.
Parisinas del país de Abbesses … Prévert.
Studio 28, un monumento del país de Abbesses … Prévert.
Buñuel nos ayuda a comprender la ascensión de Le Pen y las extremas derechas … Prévert.
Parisina en la pastelería, rue de Seine … Prévert.
Pigalle… nuevos rostros 1 … Prévert.
Madre inmigrante con niños, iluminados por Prévert.
La(s) crisis de Francia, el Estado, el miedo, la militarización … Prévert.
Love is money chéri … Prévert.
Ramón, Prévert, Madrid, París. “Llovía…”.
Barojiana … Belleville, rue des Solitaires, rue de Seine … Prévert.
Esas historias hacen soñar. Creía que Prévert era un poeta popular, sin más.
Gabriel,
Sí.. Prévert es un poco «víctima» de su condición de poeta popular, quizá el más popular de la literatura francesa del siglo XX… Pero, efectivamente, también, tras esa facilidad de lectura se «esconde» una obra de mucho calado, a mi modo de ver; de ahí el comparar su palabra con la de los más grandes, Chateaubriand, Proust, Céline, etcétera…
Q.-
Quiño,
Hablando de apariciones e iluminaciones, ¡qué ilusión ver al Arcángel Gabriel en este Infierno!
¡Ay, Quiño! Con tus escritos cada día aprendo y descubro algo nuevo. Es aquello que dicen: «Nunca te acostarás sin saber una cosa más». 🙂
Gracias y que puedas seguir hacienda todo lo que te gusta por muchos, muchos, años…
Fina,
Anda, anda… a vivir…
Q.-
Les Feuilles Mortes_Yves Montand à l´Olympia.
Carole,
… ejem, ejem… efectivamente, Les Feuilles de Montand son la mejor versión de uno de los poemas más célebres de Prévert.
Q.-
Preciosa canción, Carole.
Gracias.
Una foto prévertiana, Q!
Irene,
«Foto prévertiana..» Suena bien… si fuera verdad…
Q.-