Último número de CdC.
Dirección y redacción de la legendaria revista Cahiers du Cinéma han presentado su dimisión colectiva, como protesta y ruptura contra el grupo de inversores que pretenden dar una “nueva orientación” a una publicación que forma parte de la historia del cine.
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Cahiers du Cinéma se fundó en 1951, y se convirtió muy pronto en una de las revistas más influyentes en la historia del cine.
En el primer equipo de Cahiers, el legendario André Bazin, acompañado de Jacques Doniol-Valcroze, Joseph-Marie Lo Duca et Léonide Keigel, dio a la revista una envergadura intelectual muy fuera de lo común, equiparando la crítica de cine a la crítica del gran arte universal.
La leyenda de Cahiers coincidió con el “nacimiento” profesional de los grandes cineastas de la “Nouvelle Vague”, Éric Rohmer, Jacques Rivette, Claude Chabrol, François Triuffaut, Jean-Luc Godard: todos ellos ejercieron la crítica en la revista, escribiendo comentarios, libros y ensayos que terminaron convirtiendo su revista en una referencia internacional, equiparando a Fritz Lang, Alfred Hitchcock, John Ford, Howard Hawks, entre otros grandes maestros del arte cinematográfico, con los genios del arte contemporáneo, de Pablo Picasso a Marcel Duchamp.
Ese trabajo, esencial en la historia de la crítica cinematográfica, transformó Cahiers en un monumento con un puesto propio en la historia de la crítica cinematográfica.
Andando el tiempo, Cahiers sufrió muchas metamorfosis, pero siguió siguiendo, siempre, una línea crítica de muy alta calidad, con unas ventas estancadas en los 13.000 ejemplares mensuales.
Hace días, un grupo de empresarios e inversores terminó comprando Cahiers du Cinéma, anunciando un proyecto de “reforma”: la revista minoritaria y elitista debería transformarse en una revista “snob”, “moderna”, “con estilo”. Stéphane Delorme, director / redactor jefe, y Jean-Philippe Tessé, redactor jefe adjunto, acompañados, de toda la redacción, han presentado su dimisión, apelando a una “cláusula de conciencia”.
En su último número, el de este mes de febrero, Cahiers publicó unas páginas especiales consagradas a Martin Scorsese y su última película, “El irlandés”, comentando “in extenso” las relaciones entre cine e historia.
A título personal … Cahiers y Scorsese tienen un puesto importante en mi nuevo libro, cómo no:
Rescato mis entrevistas con dos de los grandes maestros que forjaron la leyenda de Cahiers du Cinéma:
Éric Rohmer: “La belleza ya sobrevivió a otras batallas..”.
Claude Chabrol me cuenta como se financia el cine francés atracando a Hollywood.
Cine.
Vaya, vaya, una lección más de Cahiers. Dimisión colectiva!
Irene,
Me ha parecido un gestos de Señores de la cosa… tal como están los tiempos, creo que lo resumes con precisión: «.. una lección más de Cahiers». Sí…
Q.-
By by by revistas de cine de literatura de politica de filosofia… y bienvenidas las de tecnologia ingenieria de videojuegos de drones de juguetes de guerra de economia…eso mismo paso en la Alemania de los años treinta. Ahora mas ricos tenemos de todo aunque sea virtualmente. Excedentes de todo y sobretodo de basura de todo tipo. La excelencia como siempre escasea pero haberla ahila.
José,
Ay… efectivamente, las publicaciones consagradas al arte, la literatura, la cultura… son víctimas de las nuevas economías, los nuevos mercados, que se yo… de todos esos líos.
De ahí que me parezca más ejemplar el comportamiento del equipo intelectual y creativo de Cahiers, sí. Un respeto, vaya,
Q.-
¡Ay, Josep!
Conforta e inspira encontrar «la excelencia», en cualquier ámbito…
Quiño,
¿Estás escribiendo un nuevo libro? Ya nos contarás…
Sigo en Madrid, rodeada de cajas…😃
¡Paciencia! Poco a poco se llega lejos…
Fina,
Sí… las mudanzas son largas… Avanti..!
Q.-
PS. Bueno… el libro estará en librerías a primeros de marzo: El cine comienza con Goya,
Q.-
Una pena. Acompañada de un silencio bien penoso, también.
Gabriel,
Sí… en otro tiempo, una decisión y crisis de ese tipo hubiese tenido mucha repercusión, lanzando un debate de fondo… es una evidencia que el futuro crítico de Cahiers no interesa a nadie, o a muy poca gente… en la penosa ceremonia de los Cesar, nadie tuvo unas palabras de recuerdo… que los zurzan…
Me quedo con la tropa noble de Cahiers, claro: ellos encarnan una cierta nobleza moral,
Q.-