Boulevard Saint-Germain, 5 abril 2020. Foto JPQ.

Francia, en general, y París, en particular, celebran el Domingo de Ramos con rondas permanentes de militares armados, ejerciendo tareas de vigilancia y disuasión en todos los grandes monumentos e iglesias nacionales.

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El 17 de marzo pasado, el Gobierno de Emmanuel Macron anunció la movilización especial de 100.000 policías y gendarmes para hacer respetar el confinamiento.

Esas fuerzas de orden y seguridad del Estado siguen ejerciendo sus funciones, con severidad creciente.

Tras varios “avisos” de eventuales amenazas terroristas, seguidos de la matanza terrorista del sábado, en la localidad de Romans-sur-Isère (33.500 habitantes), al sur este de Francia, que costó la vida e hirió gravemente a otras cinco, los ministerios del Interior y Defensa han coordinado el despliegue de los militares, armados, de tres misiones en curso de ejecución: “Vigipirate” (vigilancia anti terrorista), “Sentinelle” (Centinela, seguridad puntos sensibles) y “Résilience” (Resiliencia / Resistencia, cooperación en la lucha sanitaria contra el coronavirus).

El confinamiento nacional ha impedido la celebración religiosa tradicional del Domingo de Ramos en la inmensa mayoría de las iglesias de Francia, que permanecen cerradas o abiertas para algunas ceremonias y honras fúnebres

En París, todas las iglesias más célebres, Notre Dame, Montmartre, Saint-Germain-des-Prés, Saint-Sulpice, entre otras, cuentan con un servicio de vigilancia y disuasión especiales. Desde primeras horas de la madrugada del domingo, patrullas de seis soldados patrullan, armados, haciendo rondas permanentes, incluso si las puertas de las iglesias permanecen cerradas a cal y canto para respetar el confinamiento.

Domingo de Ramos.

Saint-Germain.

París en tiempos del coronavirus.

Fotografía.