Quai de Montebello, 4 abril 2020. Foto JPQ.
Advierto que todo comenzó ahí, en febrero, mucho antes que los gobiernos descubriesen la tragedia:
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Noche de crisis … con el coronavirus y Notre Dame al fondo, Zeitgeist.
Notre Dame, víctima del coronavirus.
Semanas más tarde, un año después del histórico incendio…
… Los trabajos empantanados de la reconstrucción de la catedral de Notre Dame, tras el incendio del 15 y el 16 de abril del 2019, se han convertido en un pavoroso síntoma del estado de la crisis general de Europa, víctima de la pandemia del coronavirus.
Cuando la catedral todavía estaba ardiendo, el presidente Emmanuel Macron anunció solemnemente que Notre Dame estaría reconstruida cinco años más tarde.
Siguieron largos meses de lucha contra la contaminación. Siguió una etapa de “salvación” y “asentamiento”. El general Jean-Louis Georgelin, presidente del Ente público responsable de la reconstrucción de Notre Dame, me comentó al pie de la catedral: “La resurrección de Notre Dame será una realidad el 2004, cumpliendo la promesa del jefe del Estado”.
El cardenal arzobispo de París, monseñor Michel Aupetit, ofició una misa entre los escombros del altar mayor, durante la Semana Santa del incendio. Un año después, monseñor Aupetit ha vuelto a decir una misa en Notre Dame, Viernes Santo pasado. A su modo de ver, se trata de un acto de fe, esencial. Fue una misa altamente simbólica: un mensaje de acción de gracias, protagonizado por el arzobispo de París, acompañado de media docena de laicos y sacerdotes, respetando todas las consignas sanitarias en vigor. Una misa de excepción.
Intacta la fe, los trabajos de Notre Dame han quedado paralizados sine die.
Estaba previsto que la verdadera reconstrucción comenzase el verano que viene. El confinamiento nacional que comenzó el 17 de marzo pasado amenaza con retrasar de manera imprevisible los trabajos de reconstrucción de la catedral.
Las patrullas militares siguen haciendo sus rondas de vigilancia, control y disuasión, en torno a la catedral. Algunos “turistas” siguen arriesgándose por las inmediaciones. No pocos corredores siguen sus rondas diarias por los muelles del Sena, al “pie” de la catedral.
Pero los trabajos están empantanados. Y corren el riesgo de ser víctimas de retrasos difíciles de precisar. Como Francia, como los Estados y pueblos europeos, Notre Dame, uno de los símbolos históricos de nuestra civilización, también es víctima de una “plaga” devastadora e inquietante.
Oficialmente, los portavoces oficiosos del Elíseo y el general Georgelin se dicen confiados. “De momento, se mantiene el objetivo de “devolver” la Catedral a los fieles y visitantes el 16 de abril de 2024, cuando se cumplan los cinco años de la tragedia”, dicen al unísono unos y otros. Pero todo está empantanado.
En el exterior, la gigantesca grúa amarilla permanece intacta: fieles, vecinos y paseantes ocasionales pueden comprobar a toda hora su parálisis temporal.
En el interior, las imágenes que pudieron verse, durante la retransmisión de la misa excepcional de Viernes Santo, confirman que los trabajos continúan sin avanzar de manera espectacular. Los robots que “limpiaron” la nave principal de la catedral siguen paralizados.
En sus respectivos domicilios, a través de video conferencias, los arquitectos siguen trabajando en los diversos estudios de la posible reconstrucción, previos a las decisiones finales, todavía lejanas.
El arquitecto en jefe, Philippe Villeneuve, estima “plausible” poder “recuperar” esos dos o tres meses de “parálisis” total o parcial, para poder cumplir la promesa presidencial. A lo largo del próximo otoño, Villeneuve y su equipo presentarán varias “opciones” de reconstrucción propiamente dicha, que debiera comenzar a lo largo del 2021.
¿Afectará el coronavirus a los escombros y la arquitectura dañada de Notre Dame? En principio, no debiera… sin embargo, no es un secreto que la contaminación del plomo no se zanjó completamente. “Ese problema quedó resuelto al 95 %, hace meses”, ha declarado monseñor Benoist de Sinety, vicario general. ¿Es posible descartar el riesgo potencial de un 5 %..? Nadie tiene respuesta a ese tipo de reservas.
En el terreno logístico y urbanístico, el coronavirus ha creado problemas inesperados, siempre irresueltos. El confinamiento seguirá complicando los abastecimiento y el funcionamiento diario de los equipos, cuando puedan trabajar.
Insensibles al desaliento, monseñor Aupetit y el presidente Macron se dicen firmes y confiados: “Notre Dame celebrará un Te Deum el 16 de abril del 2024”.
En definitiva, la reconstrucción de la catedral de Notre Dame de París es un símbolo esencial de la reconstrucción nacional de Francia y la refundación diplomática de Europa que Emmanuel Macron propuso en su discurso solemne de la noche del lunes.
Notre Dame, Jünger, Céline y las crisis de Europa y nuestra civilización.
José says
Abril del 2019 arde parte Notre Dame
Abril del 2020 se extiende el coronavirus por todos los continentes. Antes vimos como desaparecian los Budas de Afganistán la biblioteca de Sarajevo reconstruida el museo de Bagdad venta de antiguedades de Irak Siria Egipto…es como en la epoca de Tertuliano que se queria acabar con todo lo pagano. Todos han cambiado y pocos conservan sus origenes Egipto Persia Mexico… tal vez China Japon y otros conservan parte de sus origenes pero tecnificados. Las ideologias y las religiones y ciertos gobernantes quiere o quisieron acabar con todo aquello que les precedio es el neo conservadurismo que ni el presente es digno de conservarse sino esta de moda. En cuanto a los virus y bacterias estan con nosotros o guardados y cuidados en laboratorios estos no desaparecen se adaptan. Necesitamos un poeta que cante esta epoca para todos y este mes de Abril es propicio para empezar unos nuevos poemas como los tuvieron los de la Primera Guerra Mundial La Revolucion Rusa y la Gripe Española que empezo en America. Abril mes aciago…y año nefasto para muchos…
JP Quiñonero says
José,
Oséase, nunca mejor dicho, «… qué Dios nos pille confesados..» …
Quiero pensar que poetas de todo tipo de sexos están dándole al caletre, intentando pergueñar algo potable, que ya conoceremos cuando llegue su hora.
Está muy bien.
Estos días, tengo tendencia a pensar más o menos bien de casi todo el mundo, salvo a los opinólogos, que percibo como nubes de insectos que me dan miedo con su logomaquia basuresca.
En fin,
Q.-
Fina says
¡Caramba, Quiño!
¡Qué expresiones utilizas!
«…logomaquia basuresca».
Es la primera vez que lo escucho…
Buenas noches a todos/as.
JP Quiñonero says
Pido perdón, Fina,
Llevas razón.
Intento ser tranquilo, pacífico, razonable… en fín, todas esas buenas intenciones. Hasta que me canso. Y me salen palabros espantosos.
Dicho eso, ese tipo de gracietas (¿?) con palabras más o menos inventadas son muy mías…
Q.-
Fina says
¿Perdón? Quiño,
¡Pero qué dices! Si me divierten e intrigan tus palabras inventadas, tus «gracietas».
Tú a lo tuyo. Por los años, o los días, que nos queden, intentemos ser nosotros mismos; le pese a quién le pese… 🙂
Lo de «logomaquia» me suena a griego…algo así como una lucha de palabras…
JP Quiñonero says
Fina,
Ah… antes de algunas reuniones familiares, más o menos sensibles, mi hijo mayor me advierte: «Gracietas, NO, porfa…».
Cosa que comprendo, claro.
De ahí mi mala conciencia, ocasional y muy relativa, por otra parte.
Se agradeceeeeee
Q.-
Fina says
Josep,
Habrá que invocar a Mnemósine…