Rue Ferou, 14 mayo 2020. Foto JPQ.
Europa en tiempos del coronavirus … Navío ebrio, Mar de los sargazos, Rimbaud.
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“Si je désire une eau d’Europe, c’est la flache
Noire et froide où vers le crépuscule embaumé…”, Arthur Rimbaud, Le bateau ivre (1871).
Hace muchos años que hablo del eclipse, ocaso, de Europa. Rimbaud había evocado un crepúsculo.
El Economist utiliza hoy una terminología menos lírica.
“Contra las cuerdas”. “Ante el abismo”. “Ante un precipicio”.
“On the blink …”.
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The Economist, 14 mayo, On the blink. The European Union is having a bad crisis.
“… The pandemic in Europe is not just an economic crisis, as elsewhere in the world, but is fast becoming a political and constitutional crisis, too.
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Another example is the single currency. As countries cushion the effects of lockdowns, their debts are rising sharply. Because governments in the euro zone borrow in a common currency but must finance themselves, these debts could rise to unsustainable levels.
The prosperous north hates the idea of a “transfer union” that subsidises the needy south—and it hates even more the prospect of mutualising any of the poorer members’ debt. Members cannot agree on what to do about the erosion of democracy and the rule of law in Hungary and Poland. Even before the first death from covid-19, they struggled to forge common policies on defence, Russia, migration and much more besides.
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Earlier this month Germany’s constitutional court questioned whether the European Court of Justice (ecj) should have ruled that the European Central Bank could, in effect, backstop the euro by buying debt. Separately, Poland has disputed the ecj’s precedence over its own supreme court. The eu is built on law. If the stresses of the pandemic weaken the ecj’s foundations, the entire union will shake…”. The Economist, 14 mayo, On the blink. The European Union is having a bad crisis.
Las negritas son mías.
La historia inmediata es muy simple y brutal.
Antes de la Gran crisis del coronavirus (sanitaria, económica, social, política e institucional) Europa, la UE, estaba paralizada por varias crisis paralelas: Brexit, inmigración / refugiados, emergencia de Estados “iliberales”, fragmentación inquietante de las relaciones trasatlánticas, tensiones de fondo contra la moneda única, el euro.
El coronavirus ha agravado esas crisis, gérmenes cancerosos de nuevas crisis, más graves:
-Italia, España y Francia corren el riesgo de un endeudamiento devastador, abriendo una brecha abismal entre los países del Norte y el Sur de Europa.
-Saliendo al paso de las “libertades” crediticias del Banco Central Europeo (dando mucho dinero muy “barato” a los Estados más endeudados y proclives al gasto), el Tribunal Constitucional Federal de Alemania (TCFA) ha dictado una histórica sentencia contra la política monetaria del BCE que agrieta, fragmenta y puede dinamitar el orden jurídico / constitucional de la UE.
Roma, Madrid y París “amenazan” afirmando que la “casa común” quedaría “destruida” si Berlín y el resto de los países del Norte no aceptan un modelo de financiación que permita “cubrir” unas deudas tan colosales como amenazantes, que nadie sabe quién, cómo y cuándo podrán pagarse.
La implosión de la UE es posible pero improbable, a mi modo de ver, por demasiado catastrófica para todos los pueblos europeos. Da mucho miedo.
La fragmentación política, el endeudamiento catastrófico, el crecimiento de la pobreza y la gesticulación diplomática (“Spain is back..” ¡¡!!), por el contrario, enturbian las inquietantes aguas por donde el navío ebrio de la UE está encallado en una suerte de Mar de los Sargazos.
Europa en tiempos del coronavirus.
Francia en tiempos del coronavirus.
Carole says
Bella e inquietante imagen, caray.
JP Quiñonero says
Carole,
…
Q.-
José says
Las democracias europeas de principios del siglo XX en los años treinta despues de la primera guerra mundial se convirtieron en dictaduras de Stalin a Franco. Despues la segunda guerra mundial que hubo un antes y un despues
Aparece la utopia para todos de los Derechos Humanos con objetivos mas radicales que el comunismo y el liberalismo . Construidos con lo mejor de toda la historia de la humanidad por representantes de la mayoria de las naciones. Los ultimos setenta años todo se ha justificado en nombre DH que acabarian con las gobernanzas de la locura el miedo la ansiedad politica de la masas humanas pero las generaciomes posteriores y no posteriores se volvieron amnesicas para los DH pero no para una GF y un NL. Europa protagonista de lo bueno y lo malo del siglo XX. El siglo XXI sera para todos sin lideres imperiales o no sera Los problemas actuales no se solucionan con competitividad sino con individuos competentes de todas las naciones con objeivos comunes de manera fraternal a partir de los DH antes que el barco se hunda. El fin del eurocentrismo debemos celebrarlo porqué abre nuevas posibilidades para todo el mundo. Sin victoria ni derrota. Por una nueva democracia comun para todos.
JP Quiñonero says
José,
Con todos sus defectos, sus problemas, sus crisis, su ocaso, sus egoísmos, sus divisiones… Europa sigue siendo un archipiélago de prosperidad y libertades… unos son más ricos y libres que otros, sin duda, pero, pero, comparada con África, Asia y buena parte de las Américas… Europa sigue siendo un sitio donde se puede vivir, mal que bien…
Ante la pobreza, injusticias y ausencia de libertades básicas en China, buena parte de las Américas y África, por no hablar de Oriente Medio, la vieja Europa es algo que vale la pena intentar defender, a mi modo de ver,
Q.-
Fina says
Quiño,
Somos europeos, intentemos defender y respetar a nuestro viejo continente tan lleno de historia y arte…
Esperemos que el navío, sea dirigido desde el puente de mando, por una tripulación competente y experta, hasta recalar a buen puerto y que apacigüe la tormenta…
Buenas noches a todos/as.
JP Quiñonero says
Fina,
A ver…
Efectivamente, somos europeos, quizá lo olvidamos, por momentos…
Detalle que me recuerda a Kavafis…
POSIDONIATAS (Agosto 1906)
Los posidoniatas olvidaron el griego
tras de mezclarse tantos siglos
con tirrenos, latinos y otros extranjeros.
Lo único que les quedaba de sus ancestros
era una fiesta griega, de hermosas ceremonias,
con liras y con flautas, con juegos y coronas.
Y al término de la fiesta tenían por costumbre
narrar sus antiguas costumbres
y repetir palabras griegas
que apenas ya pocos comprendían.
Y siempre con tristeza acababa su fiesta.
Porque recordaban que también ellos eran griegos
-y al mismo tiempo italotas-
y cómo habían ahora declinado y en qué se habían convertido,
reducidos a vivir y hablar como bárbaros
-que desgracia- viniendo del mundo helénico.
Traducción de Pedro Bádenas de la Peña … San Juan, Kavafis y los griegos de la diáspora.
Fina says
Quiño,
Eso de la doble nacionalidad, no es fácil de llevar…La verdad es que no sabría decir si es bueno o malo. En cualquier caso nos abre nuevos horizontes y una visión más amplia del mundo…
Aunque parece que conlleva perder un poco nuestra identidad, desarraigarse y sentirse algo extranjero en todas partes…
Kavafis lo sabía y expresaba muy bien…
Lo de ser europeos a veces nos cuesta de asimilar, quizás las nuevas generaciones sientan este sentimiento como algo más propio, creíble y estable.
Ya lo iremos viendo, si el coronavirus nos lo permite…
Buenas noches a todos/as.
Fina says
Josep,
Hoy te leo más optimista, parece ser que crees todavía en la posibilidad de «una nueva democracia común para todos».
Ojalá pueda ser cierto. Escuchando vídeos sobre transhumanismo, geolocalización, identificación digital (ID2020), ya no sé qué pensar ni qué decir…
Bueno, por lo menos ahora ya sé quiénes son Behemont y Leviatán…
Como dice el refrán: «Nunca te acostarás sin saber una cosa más». 🙂
Bona nit!
JP Quiñonero says
Fina,
Bueno… te comprendo.
En mi caso, decidí salir huyendo de España, harto de … harto de casi todo.
Pensé largarme a California … pero una confabulación de mi madre y el director de mi periódico de aquellos años impidió aquella ilusión mía… y recalé en París. Lo que comenzó siendo una «condena» terminó siendo la fortuna de mi vida.
Y aquí sigo. Si ser completamente parisino, sin saber si soy español. Miro los negocios públicos españoles con santo horror, mucho más horrorizado estos días,
Q.-