Boulevard Saint-Germain, 3 junio 2020. Foto JPQ.
Los partes meteorológicos anunciaban tormentas.
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Insensible a tales advertencias, me tiré a la calle con Buck, ya bien entrada la noche.
La tormenta estalló mucho antes de lo previsto por mi infantil imprevisión.
Nos refugiamos en el Café de Flore, donde reinaba un ambiente razonablemente festivo.
Saint-Germain by night, la tormenta.
Quiño,
Qué envidia me das… 🙂
Poder refugiarse una noche de tormenta en el Café de Flore, me parece tan novelesco, de película…¡vaya!
Fina,
Ayayayay …
Q.-
PS. Ahora que no nos oye nadie … quedé encantado con la historieta, aunque no me salvé del chaparrón.
¡Caramba! Quiño,
A pesar de la tormenta y del coronavirus, veo que el Café de Flore estaba muy concurrido y animado. Creo que tomaste una buena decisión en concordancia con tu Buck. Un San Pellegrino servido en un lugar tan legendario y elegante, debe tener un sabor especial…
Entre nosotros, me encantan tus «historietas».
Buenas noches a todos/as.
Fina, no hizo bien, no, ya lo pongo en otro apartado
si sale de casa, se sale con todas las consecuencias
una, o dos botellas de Möet&Chandon
la bronca se la va a llevar de todas formas, jajajaja!!!!
Un beso con mascarilla ffp2, Fina
BnasNoches HMSDQ
Hombre, Pablo,
No se trata de tirar la casa por la ventana…
Y para corresponder, un abrazo a dos metros de distancia… 🙂 ¡Cuídate!
Pienso que si hay que ganarse una bronca, por lo menos que merezca la pena, como con esa milagrosa aparición que se le manifestó a Quiño en una noche de tormenta parisina…
HMSDQ (Hasta mañana si Dios quiere).
Si, maravillosa foto, Fina, que con las otras que hizo del café de Flore esa noche, y convenientemente dispuestas, Quiño nos hace un relato visual, arte, como el pintor con su pincel o Ennio Morricone y John Williams con la música, él con su cámara de fotos
HMSDQ
Pablo,
Anda, anda… que me pierdes…
Q.-
Gracias, gracias, Fina, siempre tan, tan…
No éramos muchos / muchas: no se podía entrar en la sala … y la compañía de Buck, que comenzó siendo acogida con cariño & simpatía terminó convirtiéndose en un engorro, cuando se quitaba las gotitas de agua que lo salpicaban, con una «energía» que las vecinas no siempre apreciaban completamente…
Q.-
Quiño,
Casi me parece estar allí contemplando la escena…
Creo que desde ahora voy a asociar el Café de Flore con una noche de tormenta…y luego el milagro de esa aparición tan bella bailando bajo la lluvia…
Las gracias a ti.
Buenas noches a todos/as.
Fina,
Algo así me dije yo: con todo lo que está cayendo… antes, durante y después de la tormenta… y tu, aquí, con tu perro, Buck, testigo afortunado de una realidad que está ahí y algo dice de algo que tienes la suerte de poder fotografiar…
Q.-
Quiño,
Cuando sea posible, sigue eternizando esas apariciones milagrosas, por favor…
Gracias por compartir tu «fortuna» con nosotros…
Buenas noches a todos/as.
Ay, Fina,
Bien que me gustaría tener la suerte de contemplar apariciones milagrosas con más frecuencias, pero, hélas, como dicen los franceses, son mucho más frecuentes otro tipo de realidades un poco más crudas…
A ver… hoy «me toca» otro París, tan distinto y tan real…
Q.-
Quiño,
Dicen que sin la oscuridad no sabríamos apreciar la luz…
En realidad son tan infrecuentes esos instantes de gracia y esas apariciones milagrosas que, en mi opinión, merece la pena eternizarlos…
Buenas noches a todos/as.
Fina,
AMÉN.
..
«… son tan infrecuentes esos instantes de gracia y esas apariciones milagrosas..» Sí. Ese es mi convencimiento íntimo. De ahí el dar glorias al Cielo por tener la suerte que tengo… la cosa «técnica» quizá no sea lo esencial… lo esencial es, sin duda, la suerte de poder asistir a un instante de gracia… algo se aprende, algo se enriquece… transmitir esos instantes quizá sea un acto de fe … como el arte: cosa de fe, cosa de creyentes… el resto es silencio,
Q.-