Rue du Calvaire, 10 junio 2020. Foto JPQ.
Los servicios de seguridad del Estado han transmitido a Emmanuel Macron informes confidenciales para advertirle de una “cólera juvenil creciente” que pudiera culminar con manifestaciones de protesta callejera.
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El vespertino Le Monde estima que el presidente de la República ha comprendido la emergencia de nuevas tensiones juveniles y menos juveniles, y titula a toda página: “El Elíseo teme un viento de revuelta tras el des confinamiento”.
Macron habría reunido a la elite de su guardia pretoriana personal para transmitir este mensaje de urgencia: “No hay que perder a la juventud”.
Según un sondeo que ha publicado el diario popular 20 Minutes, un 60 % de los jóvenes de 18 a los 30 años dicen estar convencidos que tendrán una vida “menos fácil” que sus padres. Esa cifra sube hasta el 70 % entre los jóvenes de 28 a 30 años.
Cyril, un joven de 26 años, comenta el sondeo de 20 Minutes de este modo: “He terminado un periodo de prácticas, sin empleo. Estoy obligado a vivir en casa de mis padres, sin ingresos, sin experiencia profesional y sin futuro claro”.
Varios sociólogos temen un enfrentamiento de generaciones, que Macron habría comentado a sus consejeros en estos términos, según Le Monde: “Los jóvenes han vivido una experiencia terrible con el confinamiento: sus estudios se han interrumpido, han sufrido y sufren la angustia de exámenes y diplomas en el aire, sin tener un empleo. Es normal que encuentren en la lucha contra el racismo un ideal universal”.
Cécile Cornudet, analista en el diario financiero Les Ecos comenta: “Para los jóvenes, la calle es una forma de poder. La movilización contra el racismo, importada desde Estados Unidos, para protestar contra las violencias policiales, está comenzando a provocar un movimiento de fondo en la política nacional francesa. Y los jóvenes víctimas de la crisis económica pueden sentir la tentación de la protesta”.
Francia en tiempos del coronavirus.
París en tiempos del coronavirus … Black Lives Matter en Montmartre.
jose says
Ulrick Beck en uno de sus últimos libros hablaba de la brasilización de Europa . En la sociedad del riesgo todo es posible. Los sueldos se uniformizan los peligros se globalizan y los problemas se vuelven comunes para todos. Las generaciones se suceden y hay periodos en los que se mejora y otros se empeora. Pero el ser humano en todas partes mantiene su naturaleza desde que emigro del Africa. Nuestro techo siempre han sido las estrellas pero en la actualidad y en las ciudades el salir y estar en la calle y no en el apartamento en el centro comercial en la fabrica en la pantalla… es algo peligroso que da miedo . Todos niños jóvenes adultos viejos no deben ocupar las calles y reunirse en grandes grupos. Maximo grupos de dos y vigilados por cámaras y profesionales de la vigilancia. Los panópticos entran en todas partes y aun así se puede desmadrar y romperse el orden y los niños jóvenes desde el caos propio pueden crear un nuevo orden. Da miedo que se pueda controlar el caos de unos cuantos por el caos-orden de los muchos.
JP Quiñonero says
José,
Bueno …
Lo de la «brasilización de Europa» no lo veo nada, claro. Y mucho menos por los tiempos que corren…
Por los tiempos que corren solo veo motivos para no generalizar…
En Europa… veo poco o nada comparables las situaciones de Alemania o España… y, solo en Europa, no sé si son comparables el Reino Unido y Francia… Italia, Grecia, Portugal… ¿cómo dudar que tienen problemas propio que no se si son comparables con los de Cataluña…?
Hay muchas cosas en común, quizá, la angustia, el miedo, el crecimiento de la pobreza… pero, ser pobre en la periferia de Berlin quizá no sea lo mismo que ser pobre en la Andalucía profunda…
En fin, que vaya usted a saber,
Q.-
Fina says
Hoy sentí esta sensación de miedo, inseguridad y peligro al caminar por ciertas calles de Barcelona…
Varios sin techo, desconfianza, pobreza, sospecha…un panorama nada alentador.
¿Será la normalidad ver de nuevo el triunfo del consumo y las Ramblas llenas de turistas?
Me siento desconcertada, ya no sé nada…
Menos mal que iba acompañada de una buena amiga (la amistad perdura) y en una tienda de artículos de bellas artes nos atendió una señora muy amable, aunque no pude apreciar su sonrisa por la mascarilla…
En fin, ánimos y adelante, como dice Quiño, y a esperar tiempos mejores…
Mi querida y recordada amiga Isabel me decía: «No te preocupes, que la vida se autoorganiza y sigue adelante». Veremos…
Buenas noches a todos /as.
JP Quiñonero says
Fina,
Creo que tu descripción de un paseo por Barcelona resume muy bien la sensación general de incertidumbre, inquietud… que puede rozar el miedo, ante lo desconocido, por venir.
Y tu amiga Isabel clava lo que nos espera… todo se irá organizando, a su manera… oséase, prudencia y barajar…
Palanteeee..!
Q.-