Rue Saint-Jacques, 28 junio 2020. Foto JPQ.
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La segunda vuelta de las elecciones municipales debiera confirmar un severo voto de castigo contra Emmanuel Macron.
Centro y derecha serán las fuerzas nacionales mayoritarias. El PS conservará París. La extrema derecha no saldrá de su hoyo político y puede retroceder en sus “guetos” municipales. Los ecologistas esperan una implantación significativa.
La primera vuelta de las municipales, el pasado 15 de marzo, en vísperas del confinamiento, sufrió de una abstención excepcional, consecuencia palmaria de la pandemia, en curso de revelación.
Tres meses largos de confinamiento han agravado todas las incertidumbres, confirmando las tendencias políticas de fondo.
Según todas las estimaciones, La República En Marcha (LREM), el partido de Emmanuel Macron, sufrirá un duro voto de castigo. Sin implantación, víctimas de graves crisis de fondo, los candidatos del partido presidencial están en muy mala posición. El primer candidato “macroniano” a la alcaldía de París tuvo que dimitir, víctima de un esperpéntico escándalo sexual. La segunda y definitiva candidata, ex ministra de sanidad, Agnès Buzyn, ha sido un desastre político completo, para ella, para su partido y para Macron.
Los Republicanos (LR, derecha tradicional), el partido de Nicolas Sarkozy, debe confirmarse como la primera fuerza política nacional, bastante mayoritaria en las 35.000 alcaldías de Francia. Por el contrario, quizá no pueda conquistar París. Rachida Dati, la candidata conservadora, antigua ministra de Justicia de Nicolas Sarkozy, es víctima del fuego cruzado de la candidata macroniana y la candidata socialista a la reelección, Anne Hidalgo, francesa nacida en San Fernando, Cádiz.
El PS puede aspirar a ser la segunda fuerza municipal, a escala nacional. Y Anne Hidalgo se cotiza como previsible vencedora en la batalla de París, altamente simbólica.
Agrupación Nacional (AN, extrema derecha, ex Frente Nacional) consiguió 11 alcaldes (entre los 35.000 de toda Francia) en las municipales del 2014. Parece poco previsible ningún “crecimiento” significativo del partido de Jean-Marie y Marine Le Pen.
AN espera conquistar la alcaldía de Perpignan, una ciudad de provincias… si se confirmase esa eventualidad, sería un “trago” de ricino político duro de tragar para Marine Le Pen. El candidato de extrema derecha, en Perpignan, es Louis Aliot, ex compañero sentimental de la presidenta de AN. Le Pen y Aliot fueron “pareja” durante unos años. La ruptura sentimental también ha tenido un costo político muy amargo: Aliot no ha roto con el partido de la familia Le Pen, pero ha hecho campaña como “independiente”, al margen de las siglas políticas de su ex compañera.
Europa Ecología / Los Verdes (EELV), el partido ecologista, espera ser la gran revelación de estas municipales y poder participar en la gestión municipal de París.
Si se confirman esas previsiones, la derrota anunciada de La República En Marcha (LREM) será percibida como un voto de castigo contra Emmanuel Macron, que sigue teniendo más de un 60 % de votos negativos en los sondeos de opinión.
Se presta al presidente de la República la intención de cambiar de gobierno con relativa rapidez, en un plano máximo de quince días. Veremos.
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