Barcelona / La Boquería, 11 agosto 2020. Foto JPQ.
“Som al cor de la ciutat des del 1836…”. “180è aniversari del Mercat de la Boqueria”.
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Quizá todo comienza así: el descubrimiento, la revelación, la fragancia de los primeros perfumes, los primeros sabores, el despertar de la vida, las primeras tentaciones y voluptuosidades; el rumor de las esquinas y las calles por donde escuchamos las voces de las sirenas invitándonos a partir en busca de Ítaca, la isla del tesoro …
Suena bonito eso de las voces de los serenos, digo de las sirenas…
Carole,
Ah, los serenos… ¿alguien se acuerda de ellos..?
¿Eran ellos quienes gritaban «¡Agua va..!»..?
Q.-
Quiño,
Como barcelonesa, te agradezco el artículo que le dedicas al «Mercat de la Boqueria».
La verdad es que tu comentario es todo un poema…
Sepamos disfrutar de todas las delicias que encontremos en el camino hacia Ítaca…
Buenas noches a todos/as.
Fina,
Ah, siempre tan generosa y cordial… la Boquería es una peregrinación para mucha gente, llegada de muy distintas tierras… pasar por allí, estos días, es de una tristeza colosal, ay…
Q.-
Sí, Quiño, sí,
¡Qué tristeza! Me cuesta reconocer mi ciudad natal…
Antes, por un exceso de turismo, con el confinamiento parecía una ciudad fantasma, y ahora la veo poblada por tantas culturas y razas en busca de una vida mejor y más digna, ocupándose por lo general en los trabajos más duros…que a veces llego a dudar de en qué país me encuentro.
Pero a pesar de los pesares…
¡Qué bonita es Barcelona, desde el mar al Tibidabo! 🙂
Buenas noches a todos/ todas.
Fina,
Sí, algo así.
…
Los turistas estamos condenados a ver cosas que pueden escapar fácilmente a quienes viven en la misma ciudad, enfrascados en sus cosas.
Los «trayectos» turísticos temo que tienen siempre una dimensión un poco esperpénticamente que quizá solo sea una parte de una realidad mucho más rica…
Palanteeee..!!
Q.-