“Visitar” y fotografiarse ante una tumba con fines bajamente publicitarios / propagandísticos puede tener algo de profanación sacrílega:
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CP y QT ante la tumba de Antonio Machado, en Collioure, ¿21 agosto. 2020? Foto ¿? El Punt, 22 agosto 2020. Torra i Puigdemont visiten la tomba de Machado a la Catalunya del Nord.
En el caso de la pareja Puigdemont – Torra también tiene algo de atroz: una pavorosa ignorancia y menosprecio inculto ante lo que ellos “piensan” y lo que Antonio Machado pensaba sobre Cataluña y los proyectos de independencia catalana.
Machado tuvo gran simpatía por Josep Carner, autor de una de las primeras críticas de “Soledades” (1907). También leyó y admiró a Carles Riba y Joan Maragall. Y vivió en Barcelona, camino del destierro.
De aquella experiencia llegó a comentar sobre Barcelona: “Es una ciudad magnífica, la primera de España, sin ningún género de dudas. He notado también una cosa curiosa: que Barcelona se parece mucho más a París o a Sevilla que no a Madrid.
En una carta a su gran y legendario amor platónico, Guiomar / Pilar Valderrama, en 1932, Machado llegó a escribir:
“La cuestión de Cataluña, sobre todo, es muy desagradable. En esto no me doy por sorprendido, porque el mismo día que supe el golpe de mano de los catalanes lo dije: “Los catalanes no nos han ayudado a traer la República, pero ellos serán los que se la lleven”. Y en efecto, contra esta República, donde no faltan hombres de buena fe, milita Cataluña. Creo con D. Miguel de Unamuno que el Estatuto es, en lo referente a la Hacienda, un verdadero atraco, y en lo tocante a enseñanza algo verdaderamente intolerable. Creo, sin embargo, que todavía cabe una reacción a favor de España, que no conceda a Cataluña sino lo justo: una moderada autonomía, y nada más. Ortega y Gasset ha dicho a mi juicio algo muy atinado sobre la psicología del catalanismo. Sánchez Román ha estudiado muy bien el aspecto jurídico de la cuestión. Veremos. Yo todavía no he perdido todas las esperanzas”.
Las negritas son mías.
Se trata de opiniones bien conocidas, citadas profusamente.
Los españoles y sus muertos… de Larra a Franco pasando por Antonio Machado.
Las tumbas son para los muertos. Los vivos admiran y trabajan las obras de los los que han muerto para llevarlas mas lejos si vale la pena. Cuando esto no ocurre viene la confusion. No es lo mismo la Republica Cristiana Universal de pueblos que se creen elegidos que la Republica Universal de las Ciencias y las Artes a la que aspiran hombres que quieren ser libres y emancipados dispuestos a luchar y morir si es preciso. Son diferentes visiones. Unos quieren y buscan encontrar una obra imperfecta pero real para todos y los otros mantener un mundo dirigido por los elegidos y perfecto en sus castillos catedrales o dentro de sus muros mentales.
Jose,
De manera muy simple … lo de utilizar las tumbas de los muertos como atril publicitario / propagandístico me parece una profanación cínica y desalmada, vaya,
Q.-