Cosas del Economist, que sigue siendo el semanario más influyente de Europa, con mucho:
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The Economist, 19 / 25 septiembre 2020. A law to fight Franco.
“¿Traerá armonía ..?”, comienza preguntándose el Economist, comentando la nueva Ley de Memoria Democrática. Y termina temiendo la agravación de crisis seculares, atizando odios y guerra civilismo, por estas razones:
-Perseguir “abusos” cometidos entre 1936 y 1978 es “inútil”. Los criminales y presuntos criminales, de muy distintos bandos, están muertos.
-El comportamiento “de una coalición de gobierno minoritaria” es muy diferente y “contrasta” con el comportamiento histórico de países como Alemania e Italia.
-Una Ley de ese tipo debe negociarse con la oposición.
-“A falta de esas virtudes la Ley usa el pasado como arma política”.
-Y… como consecuencia, concluye el Economist, “es mala para la democracia española”.
Quizá sea oportuno recordar que el desentierro cainita de las tumbas de la Guerra civil, de muy distintos bandos, se sucede de manera recurrente desde hace al menos quince años:
La guerra civil de la Fiscalía y la crisis institucional.
El arte español de la guerra civil.
Guerra civil en la cúspide del poder judicial.
España, República, guerra civil y las crisis de la identidad nacional.
Las Españas de Franco, Zapatero y la Guerra civil.
Actualidad de Franco y la Guerra civil, comentada por Quevedo.
Que Jose says
Podria entender si en el 45 hubiesen ganado Hitler y Musolini que Franco se hubiese podido hacer inmortal. Pero no entiendo que habiendo ganado los que ganaron este pais lo dejasen fuera de Europa democratica. Aun estamos pagando las deudas de los restos de esta epoca nefasta. Ahora tendriamos los problemas que tienen los demas y no mas. No se puede entender que las democracias occidentales mantuviesen a un amigo nacional catolico del fascismo y del nazismo europeo. Una herencia junto Portugal Grecia para un futuro imprevisible occidental. Consecuencias nefastas de una mala estrategia post guerra mundial. Las injusticias a lesa humanidad no mueren mientras haya humanidad.
JP Quiñonero says
Jose,
Dicho eso… ¿quién juzga las matanzas en la Barcelona de 1937, Paracuellos y / o el rosario de matanzas de todos los bandos, víctimas de muy semejante odio cainita? ¿Con qué patrón juzgar el 2020 las matanzas de todos entre 1936 y 1939?
Las memorias de Enrique Lister, a la izquierda (comunista), y las mejoras de todas las víctimas de la represión franquista, evocan crímenes de muy diversa naturaleza… ¿dónde empieza y donde acaban las «injusticias de lesa humanidad» ante esos y otros pozos de sangre derramada en nombre de la justicia de quién tenía la pistola en su mano..?
Q.-
Que Jose says
Quiño estoy de acuerdo que el conflicto no tiene remedio desde siempre. Kant saco el titulo de su libro La paz perpetua de la entrada de un cementerio. No podemos cometer el error de sacar el Trabajo os hara libres de un campo de concentracion.
Un pais con una guerra que empezo en el 36 y se empezo a firmar la paz en el 78 igual necesita más de 40 años de postguerra para firmar una paz definitiva o casi
Creo que se puede perdonar pero nunca olvidar. Los alemanes aun hablan de sus campos de concentracion pero quien habla de los españoles. No podemos dejar de hacer relatos lo mas fiables posibles sabiendo que las palabras significan lo que el rey quiere que signifiquen. Todos tienen derecho a la palabra y no solo los reyes. El poder y la riqueza crean conflictos siempre o casi siempre en los campos vallados o amurallados de todas partes.
JP Quiñonero says
Jose,
La Guerra civil del 36 / 39 era la última de un rosario de pronunciamientos y guerras civiles, que se prolongaban desde 1808.
Todo lo que se hable al respecto es bueno: se habla poco o nada. Se suceden monólogos cainitas, las más de las veces.
Todo lo que se escriba es bueno, desde todos los puntos de vista: cada cual puede juzgar libremente, en su casa, en silencio, o intentando hablar o comprender.
Que un gobierno minoritario (muy minoritario), fruto de un puzzle político inestable, pretenda imponer su visión de una guerra civil me parece algo parecido a un “golpe de Estado”: una minoría cree deseable imponer su visión “justiciera» de una guerra civil.
La inmensa bibliografía sobre la Guerra civil confirma que todos los bandos cometieron crímenes y atrocidades. Pero hubo al menos cuatro guerras civiles: cada bando se dividió en dos, por lo menos. Antonio y Manuel Machado murieron en bandos distintos. Y, en algunos casos, la guerra civil entre las izquierda culminó con matanzas (Barcelona, 1937) y asesinatos (Durruti, Andreu Nin).
En la posguerra, Franco fue el primer responsable de crímenes y atrocidades. Pero hubo otros. Lister habla de asesinatos en la cúpula de su partido. Luis Cernuda escribió algún poema atroz sobre esas cuestiones. Las memorias de Jorge Semprún y las confidencias de JA Bardem dan pelos y señales siniestras.
Se trata de una realidad “compleja”, claro está. De ahí que sea más infame legislar sobre lo “bueno” y lo “malo”, visto por un gobierno muy minoritario, de un comportamiento irresponsable durante una crisis que se ha cobrado decenas de millares de muertos. Detalle que agrava la premura doblemente irresponsable de “legislar” sobre una cuestión que desentierra odios cainitas y guerracivilistas, tapando los ataúdes de los muertes recientes con el fantasma de los muertos de ayer,
Q.-