Odeón / Odéon, 14 octubre 2020. Foto JPQ.
“Solo se saldrá de esta crisis trabajando más”. “Tenemos crisis hasta el verano 2021, por lo menos”.
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Emmanuel Macron anunció solemnemente a la Nación, la noche del miércoles día 14, a través de todas las cadenas de radio y tv, que su gobierno ha decretado el toque de queda, en París y ocho grandes ciudades, entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana, coincidiendo con la restauración del estado de urgencia sanitaria nacional a partir del sábado día 17, una fórmula administrativa e institucional que complementa el confinamiento parcial y el toque de queda nocturno.
A juicio del presidente de la República, la gran tragedia en curso debe vivirse como una experiencia moral muy profunda, que él presenta de este modo: “Hay razones para esperar. Estamos volviendo a aprender a ser una Nación. Una Nación de ciudadanos solidarios. Podemos salir juntos de esta prueba. Todos tenemos necesidad los unos de los otros, aprendiendo a protegernos y afrontar juntos esta crisis, más fuertes y unidos. Solo se saldrá de esta crisis trabajando más”.
Tras la lección moral, la cruda realidad del día. Toque de queda: “Medida gubernativa que prohíbe, en circunstancias excepcionales, el tránsito o permanencia en las calles de una ciudad durante determinadas horas, generalmente nocturnas”. El toque de queda deberá durar cuatro semanas, en principio, en París y ocho grandes ciudades, Grenoble, Lille, Lyon, Aix, Marsella, Rouen, Toulouse, y Montpellier. Servicios policiales especiales vigilarán el cumplimiento del toque de queda, imponiendo multas de 135, en primera instancia, que pudieran aumentar hasta los 1.000 euros, en caso de reincidencia.
El gobierno francés pudiera presentar ante la Asamblea Nacional (AN) una posible prolongación del toque de queda y el estado de urgencia sanitaria nacional hasta el mes de diciembre, si fuese necesario.
A juicio de Emmanuel Macron, el toque de queda, en París y ocho grandes ciudades permitirá combatir la pandemia y asegurar el funcionamiento de la economía, sin recurrir al confinamiento global. Limitando la circulación nocturna se intenta favorecer la actividad durante las horas laborales, del resto de cada día.
Confinamiento relativo y toque de queda serán compatibles con el funcionamiento de los transportes públicos, sin restricciones en los desplazamientos nacionales, que Macron matiza de este modo: “No hemos decidido prohibir ni limitar los desplazamiento. No se trata de infantilizar. Se trata de responsabilizar. No se prohibe partir de vacaciones, pero pedimos el respeto de reglas y comportamientos responsables con la sanidad nacional”.
Escuelas, institutos, universidades, comercios, podrán seguir funcionando “normalmente”, pero, adoptando comportamientos que eviten los contactos y supriman todo tipo de “fiestas” y “reuniones amistosas” de más de seis personas.
Las medidas coercitivas del confinamiento relativo y el toque de queda temporal deben ser compatibles, a juicio de Emmanuel Macron, con el funcionamiento de la economía. No habrá imposición ni regla general de teletrabajo, que “aísla a las personas”. La actividad económica debe continuar, pero respetando de manera más rigurosa las normas sanitarias.
“Deben respetarse normas sociales estrictas”, insistió el presidente francés la noche del miércoles: “No daré lecciones a los jóvenes ni a nadie. Pero nos parece aconsejable no celebrar reuniones de más de seis personas. Es una norma básica para protegerse y proteger a los otros”.
Toque de queda, confinamiento a geometría variable y estado de urgencia sanitaria, nacional, también tendrán una dimensión económica, que Macron presenta de este modo: “Tomaremos medidas de apoyo suplementarias. Vamos a intentar ayudar a todos los sectores afectados, cines, teatros, bares restaurante, nuevas ayudas directas a los trabajadores independientes y las pequeñas y medianas empresas más afectadas”. Las familias con recursos más modestos recibirán ayudas de 100 a 150 euros mensuales, por hijo,
Horas antes que el jefe del Estado se dirigiese a la Nación, un consejo de ministros excepcional había justificado la restauración del “estado de urgencia sanitaria nacional”.
Hace seis meses, la Asamblea Nacional (AN) francesa aprobó una primera declaración del estado de urgencia sanitaria nacional el 22 de marzo pasado, iniciando el proceso del confinamiento. Ese estado de urgencia se levantó el mes de julio pasado, cuando la pandemia parecía “amainar”.
Aprobada la restauración del estado de urgencia sanitaria, el Gobierno deberá precisar, rápidamente, el alcance concreto que tomará, por segunda vez, un recurso del Estado que oscila entre el confinamiento a geometría variable y el toque de queda en París y ocho grandes ciudades.
Estado de urgencia sanitaria, confinamiento y toque de queda podrán tomar distintas fisonomías, locales y regionales en París y otras grandes ciudades y las distintas regiones y departamentos de Francia. Lo esencial, a juicio del gobierno francés, es “aprender a vivir con el virus, adoptando comportamientos compatibles con nuevas formas de vida social y económica”. ABC, 15 octubre 2020, Macron anuncia toque de queda en París y otras ocho grandes ciudades.
Le Monde, Covid-19 : face à l’urgence sanitaire, l’exécutif veut préserver les enjeux économiques.
RTL, Coronavirus : “Nous en avons jusqu’à l’été 2021 au moins», déclare Macron”.
Esperando la respuesta de Macron a la segunda ola del coronavirus.
Armando says
Aprender a vivir con el virus.
Y con los gestores de la cosa pública y privada.
Y con los medios de (In)comunicación.
Aprender.
JP Quiñonero says
Armando,
Sí … aprender a vivir con nosotros mismos y nuestros vecinos, intentando comprender las razones del otro, para intentar dialogar de alguna manera, evitar e intentar salir de ese infierno del duelo a garrotazos, permanente,
Q.-
Fina says
Quiño,
Me encanta lo que dices en tu respuesta a Armando.
Ciertamente, siempre aprendiendo algo nuevo frente a inéditos guiones y escenarios…
La normalidad, rutina, seguridad, confianza, comprensión y acuerdos, parecen metas inalcanzables en estos tiempos…
Menos mal que en este INFIERNO no se reparten garrotazos y se respira un ambiente respetuoso, en el que es posible el diálogo constructivo y enriquecedor.
Gracias por hacerlo posible y acogernos en tu espacio.
JP Quiñonero says
Ay, Fina, qué amable eres…
… «salgo» de los líos laborales (una decapitación, en las afueras de París, en nombre de Alá), y tus palabras me ayudan a su manera, sí.
Bueno… ya somos dos, o tres, unos cuantos…
Palanteeee…
Q.-
Fina says
¡Caramba, Quiño!
¡Qué cosas tan terribles tienes que ver y reportar…!
Me alegro en el alma si mis palabras te pueden ayudar en algo, no soy una erudita como vosotros pero, como me dijo Don Ricardo Lanza, creo que tengo sensibilidad y siento cariño por este INFIERNO y sus moradores.
Buen descanso a todos/as.
JP Quiñonero says
Fina,
Qué bien… me pongo al curro y ya estás dándome ánimo. Graciasssss…
Q.-