Brasserie Vagenende, 27 noviembre 2020.
En su día, el bistró parisino fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.
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La pandemia se ha convertido en una amenaza mortal para muchos cafés, bistrós, brasseries, restaurantes, no solo parisinos, claro está.
Le Figaro, En colère, les restaurateurs devront encore attendre deux mois.
Le Point, L’appel désespéré de la restauration à Emmanuel Macron.
Vabagundeando a la caída de la tarde, recalo por Vagenende, una institución, tan importante en mi educación sentimental. Cerrada a cal y canto.
Cuando me aproximo a la puerta para mirar y fotografiar advierto que en el interior suena una vieja canción de hace treinta o cuarenta años:
I Will Survive – Gloria Gaynor.
Amén.
Cafés, bistrós, brasseries, restaurantes parisinos, ah …
París by night … en una brasserie de la nueva Place de la République en tiempos del coronavirus.
El bistró parisino, patrimonio de la humanidad.
El Louvre en tiempos del coronavirus … Pata negra, sardinas y vieiras gallegas.
Saint-Germain by night, librería abierta, bares cerrados … la rentrée del coronavirus.
Camareras, camareros, profesiones a riesgo en tiempos del coronavirus y el toque de queda.
Café Brasserie Wepler, una leyenda Place Clichy.
Pasan las generaciones, se disuelven las naciones: Lipp queda.
Metamorfosis pop del bistró parisino, en tiempos de Charlie Hebdo.
Desde la última vuelta del camino -la deseo muy larga y pintoresca, exenta de alifafes y algaradas, estimado Quiño- me aferro a ese bistró, café, taberna, cantina o restaurante, ya sea se sitúe en poblachones -no salgo de Castilla, me quedo entre sus moscas y sus gredas- o derrame sus luces en ciudades. Porque tales empresas de comida y de bebida, ofreciendo descanso y regodeo a los huesos y al sistema digestivo eran avisos eviternos de que en su corazón nada acababa; larga y graciosa se hacía la jornada en sus recintos, daban incluso ganas de escribir, ¡cuántos inéditos autores morirían sentados en sus sillas!; y ahora, ¡la pandemia nos los quita, se lleva hasta los muertos de las letras!, ¡quedarán en nonatos!, ¡ni siquiera en esquelas se reflejen!
¡Ay, Don Ricardo Lanza!
No lo había pensado…despedirse de la vida en un bistró, o lugar parecido, en un «lieu de vie»…
Los hay privilegiados…!!!
Ricardo,
«Genio y figura…»
El escritor de fuste no se deja amilanar por nada, pandemias incluidas. Y sigue derrochando su genio allí donde pone su planta y sus palabras…
Oséase, que encantados con leerte, animándote, siempre, a seguir la pie del teclado, la pluma o lo que se tercie, copas de cava incluidas, claro,
Q.-
Quiño,
Me encantan los bistrós y la canción «I Will Survive»!!!!!!!!!!!! Gracias.
Transmite una fuerza impresionante que me impulsa a bailar…😃
SOBREVIVIREMOS!!! Lo mejor posible…
Palanteee…!!!
Fina,
Siiiiiiii …
Gloria Gaynor y su sobreviviremos tienen muuuucha fuerza. De ahí mi sorpresa al escuchar esa canción en una situación tan negra. Lo interpreté como un mensaje de alguien invisible…
Amén.
Palanteeee ..!
Q.-