Rue Bonaparte, 1 febrero 2021. Foto JPQ.
Algunos avispados pasteleros utilizan la palabra “amor” y la silueta de rojos y rosas corazones ¿solitarios? para vender macarrones y chocolates a un precio…
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-21 euros la cajita de 120 gramos.
-24 euros la cajita de 210 gramos.
-50 / 60 euros la cajita con una quincena de macarrones…
“Ni se compra ni se vende, el cariño verdadero”, decía la letra de una tonadilla castiza que cantaban las folclóricas de mi infancia.
Suma y sigue. Corto.
Amor.
Fina says
¡Caramba, Quiño!
Los pasteleros con San Valentín y los laboratorios con las vacunas están haciendo un buen negocio…
En fin, alegra ver tantos corazones bailando en tu imagen…
JP Quiñonero says
Fina,
Efectivamente…
El negocio es el negocio. Y los negocios del amor tienen muchas caras, claro. La de vender chocolato, puesto bueno. Apenas un detalle: me parecen carísimossssss
Q.-
Jose says
Creo que el chocolate y el amor son de los mejores alcaloides para ir tirando en esta época pandémica sin despreciar los demás.
Y desde siempre un cigarrillo de hachís para curar los dolores del alma y del cuerpo. Y como Teresa veremos a Dios en las ollas de la cocina. Loados sean los deseos que alegran la vida.
JP Quiñonero says
Jose,
Amén.
A título personal… el pan recién salido del horno, con café… o una botella de vino de la tierra, con queso y embutidos, tampoco me parecen mal para ir tirando…
Q.-
Fina says
Sí, Josep, sí,
«Loados sean los deseos que alegran la vida», especialmente en tiempos tan inciertos como los que estamos viviendo…
Ricardo Lanza says
Sí, estimado, todas esas hornadas de sabores exquisitos, flameando siempre el mensaje de endorfinas, dopaminas y encefalinas, esa clase de hormonas que traen satisfacción, adunan la voluptuosidad al organismo, puede que lo aproximen a ese éxtasis tan del gusto de muchos de los místicos y que tanto tiene que ver con enlaces entre el cuerpo y el espíritu…¡porque un paraíso tiene que estar animado, no ser desfile de sombras vagas atravesando nada más un prado rumoroso!
JP Quiñonero says
Ricardo,
Sí …
La «voluptuosidad del organismo» … Dios está incluso entre los pucheros: y no digamos en las pastelerías … la obra de Bernini quizá de cuenta de ese instante mortal, espiritual, carnal y gozoso, claro…
Q.-
Fina says
Don Ricardo Lanza,
¡Qué maravilla!
Le agradezco que nos hable de paraísos, mística, éxtasis, de amor cortés, deleites en juegos amatorios, enlaces entre el cuerpo y el espíritu, voluptuosidad, hormonas que traen satisfacción…
Creo que voy a tomarme un bombón de chocolate y a dormir como una Santa, sin mirar siquiera los fogones… 🙂
Ricardo Lanza says
Teresa de Jesús (en esa obra) se abrasa en un amor que yo emparento con el de los sufíes (¡Ay!, Ibn Arabi, murciano muy glorioso). Tiene que ver con el amor cortés (que no pasión, aunque algo se parezca) del trovador, a quien la dama deja caer la escala para que suba a su balcón y ambos se deleiten en juegos amatorios que a un éxtasis conduzcan sin que el cuerpo se escape ni sea doble etérico o pase al Campo Astral; una miaja (¡y perdón!) tiene que ver con los bombones y pasteles, la deterrida golosa mantequilla, esas tartas de yema y los bizcochos, estimado.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Sin duda… es un tema de fondo del que hablo mucho en mi libro sobre la inexistencia de España… las distintas místicas, judías, musulmanas, cristianas, tienen una matriz común de inmensa importancia, en la que insistieron muchos de nuestros grandes arabistas, tan olvidados, ay…
Palanteeeee…
Q.-
PABLO EUGENIO FERNANDEZ says
Quiño, me encantan las boulangeries, sí, el pan presente en lo más próximo, lo entrañable, lo cercano, el amor, con pan…compañero, compañía.
Por cierto, con toda intención defines bien este virus tan «cabroncete» cornavirus, vaya cornamenta, es bueno desposeerlo de tanta majestad. Esperemos destronar pronto al coronavirus.
Fina says
Pablo,
Ojalá sea posible destronar pronto al coronavirus…
A veces me pregunto si aquél médico amigo tuyo, que abrazaba a sus pacientes, está bien. Deseo que sí. ¿Existirán ángeles en este mundo? Quizás él sea uno de ellos…
Pablo Eugenio Fernández says
Javier Caracuel, aunque Gutiérrez Caracuel, es incombustible, Fina. Hicimos después de la carrera de Medicina, juntos el MIR Médico Interno Residente, la especialidad, él como médico de familia, yo como anestesista, en nuestro mismo hospital, el Virgen del Rocío, de Sevilla.
El hospital está dividido en varios edificios, Hospital General, de Traumatología, Maternal, Infantil, y Hospital Duques del Infantado.
Somos unos 8.000 trabajadores, cerca de 2.000 médicos.
Javier está en la puerta de urgencias de traumatología. Yo me divido entre el hospital general, trasplantes, cardíaca, torax…y el hospital Duques del Infantado, dedicado a cirugía mayor ambulatoria.
En todo el Virgen del Rocío tenemos unos 200 enfermos covid19, de ellos 40 en UCI.
Hemos ocupado varias plantas y las propias salas de despertar de las intervenciones quirúrgicas, éstas ultimas transformadas en UCIs.
A poco más de un kilómetro del Virgen del Rocío, se ha rehabilitado el antiguo hospital militar Vigil de Quiñones, que llevaba casi 20 años abandonado.
Este último dedicado en exclusiva al covid19, dependiente de nosotros. Con el Hospital General, son el soporte del #COVID19
El nuestro es el mayor hospital de Andalucía, y entre los más grandes de España, en tamaño y prestigio.
Sí, Javier sigue vivo y coleando, y concediendo entrevistas, Fina. También está acabando la carrera de Bellas Artes.
https://www.facebook.com/212982622076007/videos/422979249026718/
JP Quiñonero says
Ay, Pablo, qué generoso y bien pensado eres …
En realidad, fue uno de tantos lapsus que cometo con mis premuras…
Gracias por avisar …
Creo que ahora queda correcto.
Las cosas claras, el pan recién salido del horno y el chocolate espeso…
Palanteeeee
Q.-
Fina says
Pablo,
Muchísimas gracias por tus palabras y el vídeo.
Me alegra saber que tu amigo Javier está bien de salud y de ánimo.
Si no es un ángel seguro que es un héroe…
Criar a seis hijos, ejercer una profesión tan dura y encima estudiar Bellas Artes…me parece una proeza digna de semidioses.
Si existiera una fotocopiadora que pudiera reproducir seres como tu amigo Javier, este sería sin duda un mundo mejor.
Es admirable su nobleza, sencillez y simpatía. Con su manera de explicarlo he comprendido mejor la situación que vivimos y la actuación del coronavirus. Su mensaje me ha transmitido una cierta esperanza en que lograremos combatirlo.
Gracias de nuevo y de corazón.