
Roma, ¿? Foto FC.
Historiador emérito de la Batalla de Olmedo (1445), “modelo de enfrentamiento caballeresco”, Fernando Castillo ha reconstruido con precisión muchas páginas mayores de la historia militar de España & Europa.
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Pero, finalmente, terminaría muchas de sus andanzas, hace años, intentando salvar del olvido las cenizas frías desperdigadas entre los despojos últimos de muchos campos de batalla, entre cuyos restos anónimos crecieron ciudades de gloria y pesadilla: el Madrid arquitectónico y cultural, ciudad odiada, como pocas; el París ocupado, propicio a todos los crímenes y tráficos más sórdidos, que los literatos cubren con su equívoca bruma estilística… Con precisión de entomólogo, Fernando ha vuelto en muchas ocasiones a esos esquivos y equívocos paisajes, esos campos de ruinas morales, para mejor comprender e iluminar con precisión las siluetas y paisajes devastados por la historia.
Desde Madrid, sus viajes ilustrados lo han llevado, desde hace muchos años, por tierras y ciudades que cada generación ignora o descubre a su manera… el Madrid de Ramón, la Lisboa de los Claveles, los pueblos de Azorín, el Mediterráneo de Gabriel Miró, las Hurdes de Buñuel, el Tánger de Juanita Narboni, el castillo de Escalona, la Nájera medieval, las ciudades no sé si imaginarias, fantasmales o destruidas de los futuristas italianos, entre un largo y fecundo etcétera.
Sus penúltimos viajes son una nueva joya de la corona de la colección Zocos, y nos permiten descubrir todo lo que desconocíamos de tres ciudades con mucha historia: Rapsodia italiana. Roma, Nápoles, Palermo, Fernando Castillo, introducción de Juan Bonilla (Confluencias Editorial):
“Es enero, y aunque el día es soleado, en los aledaños del Vaticano no abundan los habituales fieles, que casi siempre son algo pintorescos y excesivos en sus manifestaciones de fervor. Algo extraño sucede en estos lugares de intensa concentración religiosa, pues atraen a tipos de aspecto y actitudes algo insólitos que producen cierta inquietud, incluso desazón, que habitualmente no se encuentran en otros lugares, incluidos los de culto, al menos en esta Europa tan cristianizada como descreída. Ciertamente, Roma eterna” (Roma).
“Desde su aparición, el Barrio Español fue un lugar complejo, pues a la soldadesca siempre le acompaña los tipos dudosos, desde prostitutas y rufianes a maleantes, puntos, matasietes, jaques y taberneros de mal vivir, que daban mal tono al lugar. Hoy, olvidada su función campamental, el barrio resulta más oscuro y torvo que alegre, en el que la estrechez lo domina todo convirtiendo las dimensiones originales en sordidez de gueto” (Nápoles).
“… los lazos de cercanía variable existentes desde el siglo XIII al XVIII entre la isla y la península. Una proximidad que incluye a sus habitantes, y que en los cuatro barrios o mandamenti que constituyen el centro histórico de Palermo, que remite al Siglo de Oro compartido, no deja de recordar otros lugares como Valencia o Barcelona. Un tópico quizás, pero también es una realidad el recuerdo y la cercanía que despiertan los parroquianos reunidos ante un bar de la Kalsa o de Loggia que nos devuelve a la España de los años cincuenta” (Palermo).
Con su distante elegancia de viajero ilustrado, Fernando quizá nos descubre misterios ocultos tras las engañosas luces de la “literatura de viajes”. Su purísima luz ilumina paisajes con frecuencia atroces.
Tánger, de Ibn Battuta a Fernando Castillo.
Retrato improvisado de Fernando Castillo.
París – Modiano… una revisión indispensable.
Patrick Modiano y la guerra, en España.
Los alegres contertulios de una casa para torturar y asesinar confortablemente, rue Lauriston.
Un señor con barba, pero bien afeitado, si lo entiendo bien.
Carole,
Pues, pues … casi te diría que Fernando está bastante bien «retratado» son siete palabras. Un señor escritor, con buen estilo, oye,
Q.-
Es una labor casi nunca reconocida rescatar a los viajeros desde Herodoto a Fernando Castillo. Es la mejor forma de conocer países zonas geográficas ciudades y sentirse parte de un mundo variado con mucha historia interesante. El proyecto industrial del liberalismo anglosajón de imponer una misma realidad para todos para transformar a los viajeros en turistas que ven los mismos aeropuertos los mismos hoteles las mismas comidas las mismas marcas en las mismas cadenas …y no ven lo que queda de un mundo que fue y está a punto de no ser. Nos quedarán los relatos de los sufridos y valientes viajeros que podremos consultar en sus libros. La historia es como las autopsias solo los que conocen a los hombres son capaces de hacer hablar a los cadáveres. En Palermo existen unas catacumbas con los muertos de las clases pudientes con sus mejores ropas colgados que mientras paseas por los pasillos hablan de los últimos doscientos años. Digno de ser visitado para entender al viajero e historiador que interroga a los muertos para poder conocer Palermo.
Jose,
Bueno … «desde Herodoto a Fernando…» … efectivamente, dicho eso… hay viajeros y viajeros… abundan los viajeros intrascedentes … los observadores fines abundan menos, y, en este caso, sus observaciones nos ayudan a comprender y descubrir, claro, si…
Q.-
¡Ay. Josep!
Estuve en Palermo, pero me temo que ni comprendí ni descubrí nada trascendente, sólo lo superficial y turístico.
Menos mal que existen viajeros ilustrados que con sus escritos nos descubren misterios desconocidos de la historia y nos transmiten sus conocimientos, observaciones e interpretaciones del pasado.
Quiño,
Gracias por traernos a Fernando Castillo y por ilustrarnos.
Me encanta conocer y desvelar leyendas y misterios que ayudan a comprender mejor nuestra historia. Me apasiona aprender cosas nuevas que desconozco, quizás por ello cada día le tengo más cariño a este INFIERNO.
Buenas noches a todos/as.
Fina,
Tu generosidad, ah … Por mi parte, «genio y figura..» A ver…
Graciasssss
Q.-