Boulevard Saint-Michel, 31 marzo 2021. Foto JPQ.
¿Qué hacer? ¿Dónde ir? ¿Desde cuándo, hasta cuándo..?
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La parisina, ante el tercer confinamiento, en tiempos del coronavirus, en toda Francia.
Emmanuel Macron anunció la noche del miércoles un confinamiento relativo de toda Francia de cuatro semanas, con un incremento generalizado de las “restricciones” y el cierre nacional de escuelas e institutos, pero anunció “para mediados de mayo” una “vuelta relativa a una vida más normal”.
El séptimo mensaje solemne a la nación, desde que estalló la crisis, hace un año largo, intentó justificar el modelo francés de lucha contra la pandemia: rechazo del confinamiento total (a la italiana), invitación a la “responsabilidad individual” para justificar un confinamiento relativo, con toque de queda nacional de doce horas diarias y “recurso masivo” al teletrabajo.
A partir del fin de semana que viene el confinamiento relativo que se aplica a París y 19 departamentos, desde el 18 de marzo, se aplicará a toda Francia, con medidas “restrictivas” más severas.
Escuelas e institutos cerrarán completamente durante tres semanas, de entrada, coincidiendo, en cierta medida, con las vacaciones de primavera. Los padres que no tengan acceso al teletrabajo y tengan que cuidar de sus hijos tendrán derecho a ayudas especiales, semejantes al seguro de desempleo. Escuelas e institutos pudieran comenzar a funcionar, de nuevo, el próximo 26 de abril
El comercio “no esencial” se cerrará en toda Francia. Se confirma la prolongación del cierre de bares, restaurantes, cines, teatros, salas de concierto etcétera. Funcionará el comercio “esencial” (comida, librerías, entre otros servicios), pero con medidas sanitarias “más estrictas”.
El toque de queda de doce horas diarias, de las 7 de la tarde a las 6 de la mañana del día siguiente se prolonga indefinidamente.
Los transportes públicos seguirán funcionando, en un régimen de control sanitario siempre estricto.
Los franceses que deseen desplazarse, dentro del territorio nacional podrán hacerlo durante los dos próximos fines de semana. Los desplazamientos al extranjero “no son aconsejables” y deberán respetar las medidas sanitarias impuestos por los países más próximos. Los franceses residentes en el extranjero que deseen volver a sus domicilios podrán hacerlo. Los trabajadores de zonas fronterizas (con España, Italia, Suiza, Alemania, Bélgica y Luxemburgo) podrán beneficiarse de medias que “faciliten” sus viajes forzosos.
Jean Castex, primer ministro, presentará el jueves, ante la Asamblea Nacional, los detalles muy minuciosos del conjunto de las nuevas medidas restrictivas, proponiendo un debate parlamentario, con el fin de conseguir el apoyo político esencial, para confirmar o aplazar las elecciones regionales que debieran celebrarse a mediados del mes de junio próximo.
Presentadas las grandes líneas del nuevo confinamiento relativo, nacional, Emmanuel Macron, insistió, por su parte, la noche del miércoles, en ofrecer “perspectivas” de la evolución de la crisis, insistiendo en tres puntos capitales: “vacunación”, “teletrabajo” y “responsabilidad individual”.
Compartiendo un punto de vista bastante generalizado, el presidente francés estima que Francia y Europa están viviendo una agravación de la crisis sanitaria, consecuencia de la propagación de nuevas variantes del coronavirus.
Ante esa evidencia, continental, Macron considera “correcto” el “modelo francés”: evitar el confinamiento total, e intentar acelerar el programa de vacunación, víctima de los problemas logísticos que están afectando a toda Europa.
A juicio del presidente francés, el mes de abril será literalmente “decisivo”.
La campaña de vacunación debiera “acelerarse” hasta tomar una velocidad de crucero.El teletrabajo es percibido como la “herramienta” capital para el sostenimiento de la actividad económica esencial. Cerrados los comercios no esenciales, bares, restaurantes, etcétera, el trabajo debiera permitir a empresas y empleados continuar actividades básicas para la vida económica y social.
Macron insiste en otro punto capital: la “responsabilidad individual”. A su modo de ver, el comportamiento individual “responsable” debiera permitir evitar el confinamiento total, percibido como una tragedia colectiva. Una y otra vez, en muy diversos tonos, Macron volvió a insistir, la noche del miércoles, en la necesidad capital de “acentuar” el “comportamiento responsable”.
El mensaje solemne a la nación terminó con prudentes mensajes de esperanza: “A partir de mediados de mayo comenzará la reapertura de algunos espacios de cultura. Entre mediados de mayo y finales del verano podremos precisar un calendario de reapertura progresiva de centros de cultura, deporte, recreo, cafés y restaurantes”.
El presidente del Estado dejó en suspenso una cuestión política esencial: la celebración o aplazamiento de las elecciones regionales que debieran celebrarse a mediados del mes de junio próximo. Jean Castex, jefe de gobierno, debe dialogar con todos los partidos políticos, para conseguir un consenso y voto parlamentario con la decisión política final.
Si el balance y perspectivas ofrecidas por Emmanuel Macron se confirmasen, globalmente, Francia pudiera dirigirse hacia el “fin” de la crisis sanitaria, hacia finales del verano que viene, tras año y medio largo de una histórica crisis que Macron ha “resumido” en siete mensajes nacionales.
Durante su primer mensaje a la nación, tras el comienzo de la pandemia, el 12 de marzo del año pasado, Macron comenzó anunciando que Francia, Europa y el mundo debían afrontar “la crisis sanitaria más grave desde hace un siglo”. Pero insistió en su “confianza en la ciencia”.
En su segundo mensaje, cuatro días más tarde, el 16 de marzo, el presidente francés adoptó un muy marcial: “Estamos en guerra. Quédense en casa”.
En su tercer mensaje, el 13 de abril, el jefe del Estado se declaró prudentemente “optimista”, predicando la solidaridad, la confianza y la voluntad para esperar “los días felices por venir”.
En su cuarto mensaje, el 28 de octubre pasado, Macron confesó su inquietud y alarma ante la evolución de la crisis y la “aceleración repentina” (las el “paréntesis” veraniego) de una pandemia que estaba propagándose de manera alarmante por toda Europa.
El 24 de noviembre último, el presidente lanzó una advertencia siempre actual: “Si no queremos sufrir un nuevo confinamiento debemos redoblar la vigilancia”.
Cinco meses más tarde, la noche del miércoles, Macron anunció al mismo tiempo un nuevo confinamiento relativo y un “fin” todavía lejano de la crisis. Veremos. ABC, 1 abril 2021, Macron cierra las escuelas y el comercio, pone limitaciones a los desplazamientos.
Le Monde, Covid-19 : Macron contraint à un troisième confinement national et à un nouveau pari vaccinal.
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