Carrefour de l’Odéon, 26 abril 2021. Foto JPQ.
¿Cuántas, tiendas, bares, pequeños comercios cerraron para no volver a abrir nunca..?
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París en tiempos del coronavirus: “Le deseo ser amada locamente…”.
Nostalgia de la tienda, el bar, el pequeño comercio, en tiempos del coronavirus.
Académie des Sciences Commerciales, Quel avenir pour le petit commerce à l’horizon 2022 ?
Le Figaro, 1164 commerces ont fermé à Paris depuis 2017.
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Tomar una copa, comer, salir… la esperanza de mayo, en tiempos del coronavirus.
París by night, esperando el cierre … La rentrée del coronavirus.
Segundo confinamiento … primeros árboles de Navidad.
Anochecer / ocaso de invierno, rue de Seine … en el París de Borges.
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Resistencia y heroísmo de la mercería / pequeño comercio en el país parisino de Georges Brassens.
París, Proust… la tienda de ropa de Gilberte Swann, rue Monceau.
Ultramarinos, tomates, quesos, aceitunas, embutidos, aceites … en el mercadillo de Batignoles.
Aquí, estimado, mi querida eviternidad se convierte en perentoria llamada al aprovechamiento de esos recursos ¿postrimeros? de cuanto nuestros ancestros nos legaron; es ya casi objeto arqueológico; sin embargo, no produce el rendimiento de las ruinas; si el arruinamiento de quien los crearon, trabajaron en ello, se esforzaron en hacer de ese recinto un modo personal de vivir, que a nosotros nos resultaba útil, asimismo, muchas veces entrañable por su carácter presencial, de amigos del barrio, o de puerto encontrado en un lugar aún mucho más lejano, puede que en ciudad distinta, aún más lejos de cualquier banlieu; ahora ya parte de aquello queda albergado en la nueva novela de costumbres (si es que existe y alguno la tiene en interés); se me va el tiempo para mutarme en quien recuerde cuanto nos llama del pretérito; ya casi, ¡Ay!, estimado, se acopla a la Revolución Industrial, forma cóctel con los gasógenos y el coche de caballos; veo entrar en las tiendas obsoletas al mismo Goya y al férreo Empecinado, puede que Napoleón les acompañe con su nuevo papel de Inspector de los Consumos; junto a ellos, la llamada «tropa», referida a los anónimos muertos que, en sus días visibles, compraron el pan y los arenques, una pareja de alpargatas, una frasca de vino, unas asépticas galletas que, expuestas sobre el listón de la ventana (ahora se llama escaparate: debe ser amplio y luminoso, del todo decorado), pisaba a ratos el gato de la casa (lo mataron muy pronto los niños del vecino, practicaron así la puntería con las piedras). «Se vende», «se alquila», pues ya no se traspasa. La costumbre de extraer un producto cuando el tendero se jubila también ha fallecido. Ni gratis interesa.
Ricardo,
Amén…
Sí, lo cuentas con precisión y emoción. Que llegan.
Qué decir… intentar acompañarlos, algo así …
«Ni gratis interesa». No.
De ahí, de alguna manera, mi recuerdo callejero…
…
Palanteeeee..!
Q.-
Don Ricardo Lanza,
Cuántas generaciones trabajaron y se esforzaron para crear y mantener estas pequeñas tiendas que, como Ud. bien dice, eran lugares entrañables del barrio en donde se respiraba amistad, cercanía y «calor humano».
Es una pena que no se valoren y conserven las cosas buenas y bellas del pretérito…
Quiño,
Sí, siento nostalgia de esas pequeñas y familiares tiendas, bares y comercios…
Echo de menos el trato personal, cálido y humano con que te atendían. Me encanta encontrar alguno de estos negocios llenos de historia que lograron sobrevivir hasta nuestros días. Les tengo cariño y me siento a gusto en ellos. Despiertan tantos recuerdos de mi infancia y juventud…Ojalá no desaparezcan los pocos que quedan.
Quiño, gracias por darles visibilidad y notoriedad en tus recuerdos callejeros.
Buenas noches a todos/as.
Encantado me tienes, Fina,
Si… esas pequeñas tiendas y comercios forman o formaban parte esencial de un tejido social, cultural, ciudadano, que nos hacía la vida más más… humana… A ver…
Q.-
Cierran los ultramarinos las mercerías las tascas las pequeñas explotaciones agrícolas las ventas …todo lo pequeño es comido por las grandes corporaciones sin que nadie pueda ganarse la vida como tendero artesano agricultor ganadero … los centros comerciales las mega granjas las fincas industrializadas las competiciones deportivas universales las mismas marcas logos para los ocho mil millones de terrícolas los megas talleres …son los únicos que están en condiciones de contratar con las condiciones que quieran a los nuevos esclavos salariales. Es un problema que de los primeros en estudiarlo fue el sociólogo Richard Sennet en La corrosión del carácter título que prevee la pandemia mental que se avecinaba en esta nuestra sociedad asocial. Se acabo la posibilidad del ideal griego de una vida autónoma hoy no dependemos de los otros sino de quien nos paga para vivir o con rentas o con sueldos.
Jose,
Bueno, algo así, supongo, es lo que hay …
La crisis todavía va para largo, sospecho… es decir, todo puede agravarse, un poco, o un mucho … a saber como irán o iremos tirando los que salgan / salgamos palante… razón de más, me digo, para seguir en pie, sin bajar los brazos, nunca, tirando del carro de la vida de cada día, claro,
Q.-
Josep,
No sabría expresarlo mejor…
«El pez grande se come al pequeño».
Es lo que hay…
Bona nit!
Buenas noches a todos/as.