Rue des Cascades, 27 marzo 2021. Foto JPQ.
George Steiner llegó a escribir que la tertulia, en el café de otra época, tenía un puesto seminal en la construcción y el alma de Europa →
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→ El Café de Flore, el alma de la sala y el destino de Europa.
El café tradicional y la tertulia quizá estaban en crisis desde hace mucho. La pandemia y su rosario fúnebre de crisis, sociales, económicas, culturales, sanitarias, etcétera, quizá hayan agravado las crisis que comenzaron ¿con la “americanización” de la vida urbana..?
Tertulia dominical en el mercado más cosmopolita de París, Aligre.
Jose says
No hay cafés donde se pueda hablar y pasar horas con amigos conocidos sin necesidad de mirar el reloj. Todo se basa en el negocio . El tiempo es oro y no podemos estar en el ocio . Hay que negar el ocio que no de beneficios pecuniarios. Todo tiene que estar mercantilizado. Los cafés que reunían a los vecinos han ido desapareciendo o cambiando o vendiéndose a gente venida de fuera del barrio. Incluso los barrios de las ciudades desaparecen como pequeñas comunidades. Las ciudades se convierten en lugares donde viven los muertos vivientes. La vida americana ha colonizado hasta Pekín donde hay más ricos que NewYork. Hasta el arte callejero queda encerrado en museos donde hay puertas para entrar y por la noche se cierran lo contrario de las calles peligrosas de las ciudades abiertas a todas horas pero hasta cuándo.
JP Quiñonero says
Jose,
Algo así, efectivamente.
¿Qué será de nosotros, mañana..?
Creo que seremos capaces de inventar nuevas formas de relacionarnos, con amistad, con amor, que se yo, hablando y escuchando al otro, la otra, los otros…
¿Cómo serán esas nuevas formas de seguir siendo hombres y mujeres dignos de ser hombres y mujeres..? A nosotros de ir buscando, tanteando, qué se yo, cada cual lo lleva a su manera…
Q.-
Fina says
Josep,
Siento nostalgia de esos «cafés donde se pueda hablar y pasar horas con amigos y conocidos sin necesidad de mirar el reloj», como bien dices.
También de ese «tiempo de ocio» dedicado a nuestras devociones…y a un buen chocolate con churros 🙂
En fin, dicen que todo pasa…Esperemos que sea cierto y podamos movernos de nuevo con cierta libertad y sin tantos miedos, porque la resistencia tiene un límite.
Ricardo Lanza says
Creo que lo hizo nonagenario ¿verdad? Me refiero a Steiner, y no olvido cuanto dijo acerca de nosotros, del ser y del estar, de lo que acude en la vida cotidiana; tanto o más que sus promedios me afecta el abandono ¿perdida irreversible? del café; ahí me declaro subjetivo, yo soy yo y mis circunstancias del desayuno, de la tapa a deshora, de leer mientras tomo los churros (o el curasán, o la cerveza acompañada de un pincho de chorizo o de calamares) cualquiera de los periódicos del día (solían tener amplio abanico de ellos. La forma en que los exponían ¿seguirán? en el salmantino Novelty de Unamuno era, para mí, la más satisfactoria: colgados de las barrocas columnas que sostenían el local, adheridos a unas guías de palo para que nadie se los llevase aduciendo que los creyó propiedad particular. No sé que va a pasar con este asunto, asimismo capital para la economía; me temo que cuando concluya de una vez la plaga, acuda una muy novedosa: hamburgueserías chinas, mucho neón y fluorescente, plástico en las sillas y en las mesas, en los vasos y en los platos, en los mismos cubiertos. Saludos, estimado, que extiendo a todos los lectores y escritores de tu «blog».
JP Quiñonero says
Ricardo,
Algo así, supongo… dicho eso, a título personal, he comenzado a descubrir nuevas y viejas cosas culinarias… hay hamburguesas que son francamente potables, y no digamos los «bocatas» libaneses… de las exquisiteces chinas, japonesas, qué decir… echo en falta, en efecto, lugares recoletos donde tomar un café, solo o en compañía, prolongando tertulias y tertulias…
De la crisis de todo eso también tenemos todos un poquito de culpa… no tenemos tiempo, el bareto simpático queda lejos, las amistades han cambiado de barrio, qué se yo … de ahí mi tentación diaria: tirarme a la calle a vagabundear a mi aire…
Suerteeeeeee …
Q.-
Fina says
Don Ricardo Lanza,
Habrá que ver si en el salmantino Café Novelty, todo sigue igual…
Ricardo Lanza says
El vagabundo de las tentaciones, estimado, que así quiero creerte, paseante en la corte en busca de lugares, sean los conocidos, algunos ya obsoletos, otros tan novedosos que hace falta llevar si los eliges un amplio diccionario: corresponde a las sensaciones, son las del más allá de nuestros gustos, quizás donde ahora entras te apetezca, digas después: ¿qué importará si conocemos cosas nuevas?
JP Quiñonero says
Ricardo,
Amén…
El tesoro no existe… su búsqueda en una isla celeste es el más preciso de los tesoros y aventuras…
Quizá todo «consista» en la capacidad de maravillarse de cada cual, ante las cosas que aparecen, aquí y allá, a lo largo del camino…
Q.-
Fina says
Quiño,
Me «maravillo» a diario con vuestras aportaciones en este INFIERNO que es para mí como una «isla celeste»…
Muchas gracias por crear y cuidar este lugar tan especial con tan amplios horizontes…
Buenas noches a todos /as.
JP Quiñonero says
Ay, Fina, la locura humana tiene infinitos rostros… nos miras con generosidad y cariño, tan de agradecer…
Gracias..!!
Q.-
Ricardo Lanza says
Queramos creer que al andar se va haciendo el camino y que cada uno de los pasos nos sorprende, nos anima a continuar la trayectoria, también nos lleva a detenernos en sus estaciones, a la espera de la esperanza en lo que hubiera de venir y está más lejos, casi ya queda en asunto de exploración (imaginamos ¿por qué no? el reino de Eldorado o la Fuente de Juvencia, alquimia de los sentidos en que la propia prestación tarda en desvanecerse, estimado).
Fina says
Don Ricardo Lanza,
Sí, imaginemos y no perdamos la fe en todo lo que nos aporte ánimo durante la trayectoria…
¡Por todos lo dioses! Es que enamora y cautiva Ud. con su Logos…
JP Quiñonero says
Ricardo,
Bueno … veo la cosa más positiva: caminar, mirar, hablar, fotografíar, escribir, seguir dando guerra, tiene su «erótica», para mi…
Q.-