Boulevard Montparnasse, 11 noviembre 2021. Foto JPQ.
Homenaje al Ernst Hass de París y New York in Color, 1952-1962 – 1970, claro está.
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Montparnasse quizá sea un «país» con identidad y personalidad propias.
Sus rincones, «pueblos» y metamorfosis tienen incontables rostros…
París en color … La Torre / Tour Saint-Jacques desde la rue de Rivoli, homenaje a Ernst Haas.
París en color y en obras, esperando la salida de la crisis del coronavirus … Homenaje a Ernst Haas.
Carole says
Impresionante.
JP Quiñonero says
Carole,
Ahhh
Q.-
Luis says
Desde este atardecer tocado de cálido sol valenciano, a mil quinientos kilómetros de París, el artículo sobre Hass, acompañado, como todos los demás, de excelente material gráfico digno de la Magnum, me trae el recuerdo y deseo de admirar de nuevo Le Cercle de la rue Royale recordando a un Haas: “Et pourtant, cher Charles Swann, que j’ai si peu connu quand j’étais encore si jeune et vous près du tombeau, c’est déjà parce que celui que vous deviez considérer comme un petit imbécile a fait de vous le héros d’un de ses romans, qu’on recommence à parler de vous et que peut-être vous vivrez. Si dans le tableau de Tissot représentant le balcon du Cercle de la rue Royale, où vous êtes entre Gallifet, Edmond de Polignac et Saint-Maurice, on parle tant de vous, c’est parce qu’on voit qu’il y a quelques traits de vous dans le personnage de Swann”
¡Buen crepúsculo parisino en la hora de los apaches!
JP Quiñonero says
Ah, Luis,
… qué alegría esa «correspondencia» / relación entre el Hass fotógrafo y el Hass de Círculo de la rue Royale:
«… La geografía parisina de Proust, sus amigos y personajes, se confunde en un pañuelo. “Le Cercle de la rue Royale” que frecuentaba Charles Hass se encontraba a quinientos metros cortos del domicilio del joven Proust, a la misma distancia del prostíbulo gay & sado masoquista frecuentado por el novelista por los mismos años que conoció a Willie Heath y otros acompañantes. Quiere el azar que ese hotel siga funcionando..» : Proust, despojos inéditos, turismo prostibulario y un Tratado de amor…
Graciassssss
Q.-
Luis says
¡Qué buen artículo al que amablemente me reenvías, estimado Juan Pedro! Tu web, entre muchas materias, es espejo de vida real y narrada, en promiscua mezcolanza, de Proust. En efecto, recuerdo regala al prostíbulo muebles heredados de una de sus tías de Combray.
Un abrazo!
JP Quiñonero says
Luis,
Ah… en la obra de Proust, en efecto, todas las realidades se traban en una historia única, que es una historia celeste…
Q.-
Fina says
Don Luis,
¡Qué ilusión y honor verlo de nuevo por aquí!
Disfrute Ud. de estos atardeceres tocados de cálido sol valenciano…
Entretanto, nosotros disfrutamos leyéndole…
Luis says
Muchas Gracias Estimada Fina por su amable comentario.
Este Sol valenciano, mediterráneo nos inunda de espíritu ático y de Alegría de vivir. Y la sabia mezcolanza de fotografía y reflexiones de Quiñonero nos hacen sentir próximo a ese gran crisol de vida y literatura que es París.
Saludos cordiales,
Luis
Fina says
¡Oh, Don Luis!
¡Qué alegría recibir su contestación!
Me fascina leer sus comentarios. Su estilo al escribir me recuerda el de Don Ricardo Lanza, del que me prendé. Pensaba que era único en el mundo, pero ahora ya no sé qué pensar, ni decir…Aquí me tienen embobada, confundida y feliz.
Saludos llenos de admiración,
Fina
Luis says
Muchas gracias Fina por tus palabras (me tomo, por mi edad, la libertad del tuteo) a todas luces inmerecidas pero que recibo agradecido y halagado.
Soy un modesto contable, con manguitos, aficionado, un poquillo, desde mi juventud a la lectura, a rebuscar y reunir libros viejos y a escaparme a París siempre que puedo. Saludos muy cordiales, Luis
Fina says
Luis,
Tu modestia te hace a mis ojos todavía más grande, y no me refiero a la edad…
Me pregunto cómo se puede ser un experto en letras y números a la vez… Recuerdo que mi madre decía: «Nena, cuando uno vale, vale para todo».
Quizás sea esa la explicación…
En fin, goza de tu biblioteca y tus escapadas a París, siempre que el destino clemente te lo permita…
Saludos cordiales y agradecidos,
Fina