Sagrada familia, desde Montjuïc, 29 octubre 2011. Foto JPQ.
Celebración museística de Antoni Gaudí …
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Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), Gaudí no era un místic absent del món.
Celebración musística, decía, cuyas glosas informativas temo que olviden cosas esenciales:
«… Quizá no sea un completo azar que nuestra escultura contemporánea comience y concluya, en el siglo XX, con la exploración interior del vaciado estético de una montaña. Gaudí se sirve de las grutas descubiertas en la Montaña Pelada donde él construyó su Park Güell para establecer una nueva relación material y espiritual entre el espacio interior de la tierra y el espacio interior de la persona humana, comunicándose a través de la palabra y la imaginación. Los genios del lugar son una especie invisible y profundamente material: la ética comienza por manifestarse con un respeto religioso por la tumba y el solar de los antepasados, la defensa de la casa y la morada íntima, construidas con el apego sacro y carnal a una lengua y una forma de ser y estar en la tierra…» → Gaudí, Maragall, Julio González, Gargallo, Carmen Laffón, Chillida y los espíritus de la tierra.
Barcelona, la Sagrada familia, Gaudí y los demonios de la tierra.
José says
Los trogloditas viven dentro de las cuevas donde hay montañas pero también donde no las hay. Muchos perseguidos se escondían en casas subterráneas . Topos casi ciegos que se vaciaban del exterior de la luz para crear las nuevas espiritualidades viejas . La Sagrada familia en Barcelona el Salvador de la sangre derramada en sant Petersburgo donde fue asesinado el zar . Dos Iglesias cristianas una católica otra ortodoxa recientes una sin acabar la otra reconstruida debido a los acontecimientos del siglo veinte. Tienen en común el esfuerzo que ha supuesto construir templos en la Europa industrial. Templos vacíos y modernos . Más una atracción de turistas que monumentos de la espiritualidad europea. Más cerca de Asia y África que del centro de Europa. Una vuelta al primitivismo de los trogloditas. Las vísceras del arte iconoclasta que esconde lo exterior para vivir en el interior de la madre Tierra llena de secretos arcanos. Esculturas estilizadas que pierden los contornos naturales para alcanzar una espiritualidad quemada. Una vuelta al animismo de nuestras propias producciones. Un arte inmerso en su propio arte histórico desde los orígenes del arte. Todo lo demás abandonado en nuestras cuevas actuales de pequeños mercadillos africano y bazares asiáticos.
JP Quiñonero says
Jose,
Bueno … los mercadillos africanos y los bazares asiáticos pueden gustar más o menos, pero tienen mucho color y perfumes …
Me gustan mucho menos esas torres de pisos modestos y muy modestos, donde vivir es vivir escuchando las intimidades de los vecinos…
En fin, es lo que hay.
Vivir para ver…
Q.-