YST en el Museo Picasso. Foto MP.
Acontecimiento cultural sin precedentes.
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Los primeros cinco grandes museos nacionales, parisinos, el Louvre, el Centro Pompidou, el Picasso, el Orsay, el de Arte moderno, presentan a coro una gran exposición común titulada «Yves Saint Laurent en los museos», para rendir homenaje a la primera colección del gran modisto, el 29 de enero de 1962.
Hubo grandes creadores que dejaron una huella importante en la historia del gran arte de la moda, Christian Dior, Cristobal Balenciaga, Pierre Cardin, Karl Lagerfeld, entre otros, claro está. Pero los gestores del Museo Yves Saint-Laurent de París han conseguido algo sin precedentes: una gran exposición de homenaje a un modisto, en los cinco grandes museos parisinos.
Sin duda, Dior, Balenciaga, Cardin, Lagerfeld, entre otros, fueron creadores excepcionales, también. Pero quizá solo YSL tuvo el genio y la osadía de rendir homenajes recurrentes a los grandes artistas del siglo XX, a través de sus creaciones de alta costura. Ese es el «detalle» que los grandes museos nacionales parisinos ilustran y celebran.
Desde sus primeras colecciones, el joven Saint Laurent fue muy consciente y explícito en su deseo de subrayar, insistir, en la relación entre sus creaciones de alta costura y las creaciones del gran arte del siglo veinte, llegando a declarar: «Me gustan pintores de muy diversas épocas, pero, bueno, he rendido homenajes a los pintores de los que me sentía más próximo. A través de mis homenajes he intentado ser fiel a sus creaciones y su prolongación a través de mi arte propio. Mondrian, por supuesto, fue el primero al que intenté aproximarme, por su rigor geométrico. Pero hubo muchos otros… Matisse, Braque, Picasso, Bonnard, Léger… y, a partir de ahí, ¿cómo hubiera podido resistirme al Pop Art que fue la expresión de mi propia juventud».
A partir de esa declaración de principios, los museos nacionales han recorrido a sus fondos propios para «ilustrar» el diálogo de YST con el gran arte universal. Se trata de cinco grandes exposiciones, ofreciendo cinco perspectivas distintas, semejantes y paralelas.
Caso excepcional, el del Museo del Louvre, antigua residencia real, el más importante de los museos nacionales, que ha ofrecido su Galería de Apolo, una de las más prestigiosas, concebida por Charles Le Brun para Luis XIV, para presentar una selección de obras de sus fondos, «dialogando» con las creaciones de YSL.
Los organizadores han creído posible poner de manifiesto algunas formas de «diálogo» entre YSL y Marcel Proust. Como es sabido, la Recherce proustiana consagra páginas excepcionales al gran arte de la moda, a través de sus revelaciones e inspiraciones, los modelos y temas de Mariano Fortuny. ¿Es suficiente para justificar su «paralelismo» con las creaciones de YSL? Proust habla de los amantes a través del tema arábigo andaluz de las «aves pareadas», muy presentes en muchas iglesias castellanas. Se trata de una referencia clásica. En el Louvre se ha preferido glosar el fasto de los grandes modelos inspirados en las señoras y aristócratas proustianas. YSL introducía en esos modelos matices «subversivos»: un sol de Van Gogh puede cobrar tonos aristocráticos tocado por la gracia de YSL.
Picasso fue un tema recurrente en las creaciones de YSL. Ha sido fácil montar, en paralelo, creaciones de alta costura «copiadas» o «inspiradas» en temas picassianos. Se trata, quizá, de uno de los paralelismos y homenajes más evidentes de este largo viaje a muchas de las fuentes artísticas de la creación de YSL. Picasso fue un genio saturnal: creaba y destruía con la misma facilidad de un Minotauro ducho en el gran arte del sabotaje. YLS se «apropió» del genio picassiano de las metamorfosis.
Mondrian y Matisse son dos de las fuentes mejor conocidas de la inspiración de YSL, con «homenajes» y «copias» que fueron, en su día, grandes iconos de la época. El modisto rinde homenaje a los grandes creadores «copiando» casi literalmente muchos de sus motivos originales, para convertirlos en obras de alta costura. En ese terreno, YSL abrió terrenos inmensos, por explorar, siempre.
Genio versátil, condenado a crear una o dos colecciones de alta costura, por año, YSL también se sirvió de grandes maestros, como Bonnard, Léger o Braque como temas «decorativos». Aquí, un detalle de Léger permite revisitar un modelo de traje de noche. Allí, unos pájaros voladores de Braque tocan con un detalle «surrealista» una creación. Con mucha frecuencia, los colores que se diluyen en una tabla, papel u óleo de Bonnard iluminan los tejidos elegidos por YSL para crear etéreas atmósferas inmortales.
Moda.
Arte.
Fina says
Oh, Quiño!!!
Muchas gracias por tenernos al corriente de los eventos culturales de tu París y por la manera que lo explicas y expones…casi me da la impresión de que lo estoy viendo y disfrutando…
GRACIAS de nuevo y siempre palanteeee….!!!
JP Quiñonero says
Fina,
Alaaaaa …
Pues encantado de la vida… esa historia de YSL me parece ejemplar en bastante medida … los franceses saben mucho de arte, exposición y homenaje a grandes creadores …
Q.-
Fina says
Quiño,
No seas modesto, los franceses y tú, sabéis mucho de estas cosas…
JP Quiñonero says
Fina,
Anda, anda…
Q.-