Rue Emilio Castelar, 13 marzo 2022. Foto JPQ.
«Quizá sea el más inflamable de los debates europeos…», decía hace apenas dos años cortos →
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→ Europa / Francia… tejidas / tejidos de migraciones.
Migraciones, voluntarias, involuntarias, forzadas, forzosas, consecuencias de incontables tragedias, guerras, invasiones, guerras civiles, expulsiones masivas, condenando al destierro a incontables generaciones de refugiados, hombres y mujeres buscando refugio, pan y libertad… ¿dónde encontrar cobijo?
Esas migraciones, también dieron frutos felices, del gran arte a la gastronomía, etcétera. Sin olvidar las metamorfosis de las lenguas.
A su manera, Mme. MM y su restaurante, Atelier këmia, son un ejemplo feliz de esos frutos y mestizajes milenarios, proponiendo a su clientela una gran variedad de platos de las cocinas mediterráneas, orientales y occidentales, del Líbano y Grecia a Marruecos y Andalucía. «El kémia o kamia, «pequeña cantidad» en árabe dialectal magrebí, es un surtido de aperitivos que se sirve en el aperitivo o como acompañamiento de bebidas alcohólicas en muchos bistrós argelinos y tunecinos» … Ensalada griega, falafel, cuscús, «kéfta wrap», trajine, pastilla (s), pasteles orientales, baklava , tabulé libanés, baba ganush, fatush, kibbeh, jocoque, hummus, etcétera… en una calle eminentemente «española», la rue Emilio Castelar.
España tuvo un puesto eminente en la historia de esos mestizajes gastronómicos:
Cocina (s) española (s): crisol de tradiciones de Oriente y Occidente.
Alicante y las cocinas españolas: crisol de tradiciones de Oriente y Occidente.
José says
Una Eurasia africana debería ser un solo continente se puede recorrer sin necesidad de barcos ni aviones. Todo lo que se puede perder o ganar está ahí. La espiritualidad de los orígenes con sus religiones sus artes sus civilizaciones sus viandas sus armas fuera quedan islas de muy grandes a muy pequeñas y la más grande de todas de donde salió la base el fundamento de lo que hay Eurasia africana. El individualismo nos hace ver una realidad alrededor del ombligo y se pierde la perspectiva del cuerpo donde está todo. Solo cuando hayamos perdido el alma y el espíritu el cuerpo se habrá transformado en máquina y no habrá migraciones. La máquina lo absorberá todo. El nuevo infinito matemático creará una segunda naturaleza que destruirá la primera. Los planos y los contratos será lo último que quede de lo que fue una humanidad con espiritualidad sueños y proyecto de perfección en la búsqueda del Bien . No estaremos ya flotando como astronautas o marineros sin tener tierra que pisar donde vivir como siempre.
JP Quiñonero says
José,
Ah … muy optimista te veo .. «Eurasia africana…» si en el Líbano conociesen el cocido madrileño … y en Barcelona el lacón con grelos… el cuscús en Ávila o Valladolid ni me atrevo a pensar, pero bueno…
A ver…
Q.-
Fina says
Josep,
Siempre me haces pensar…
¡Quién sabe! Esto de una «Eurasia africana» no se me había ocurrido, no tenía una visión tan amplia.
Menos mal que hemos llegado a conocer un poco esta primera naturaleza de la que hablas…»con humanidad, espiritualidad, sueños y proyectos de perfección en la búsqueda del Bien».
Gracias por tus interesantes comentarios i bona nit!!!