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París. Palacio congresos Porte de Versailles, 2 abril 2022. Imagen, equipo EM, editada por JPQ.
Recuerdo a Borges: «…y Bolívar pronunciando palabras sin duda históricas…» → Página para recordar al Coronel Suárez, vencedor en Junin.
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A ocho días de la primera vuelta de unas elecciones presidenciales capitales para Francia y Europa, Emmanuel Macron se presentó el sábado por la tarde en su único mitin de campaña como el gran defensor de la unidad y la soberanía nacional, contra los extremismos y los imperialismos internacionales, proponiendo refundar el modelo político, trabajar más y bajar los impuestos para defender la cohesión nacional y el puesto de París en la nueva escena mundial.
El intento de invasión rusa de Ucrania ha agravado la dimensión nacional e internacional de las presidenciales francesas. La irrupción de la tragedia ensangrentada en el corazón de Europa coincide con la descomposición histórica del paisaje político nacional. Hundidos el socialismo y la derecha tradicional, la extrema derecha de Marine Le Pen se ha convertido en la gran y temible rival de Macron: los sondeos anuncian un duelo espectacular Macron – Le Pen, en la segunda vuelta, a cinco puntos cortos de diferencia.
Ante la doble dramatización internacional y nacional, Macron protagonizó en la gran sala de congresos de la Puerta de Versalles, al oeste de París, su único y gran mitin de campaña, ante varias de decenas de millares de simpatizantes, testigos de un discurso que el presidente candidato a su propia sucesión deseó excepcional.
Macron asoció de manera muy íntima la doble dimensión nacional y europea de las presidenciales: «Estamos viviendo el retorno de la tragedia al corazón de Europa. Vivimos el retorno de los imperialismos. Francia debe estar en el corazón de la resistencia. Nuestra soberanía y la soberanía de Europa son indisociables. Francia debe jugar su papel histórico de gran nación defensora de los principios y matriz de nuestras libertades».
Macron presentó el puesto de Francia en la crisis ucraniana como una fuerza capaz de hablar con «voz propia», facilitando soluciones a través del diálogo y la fuerza.
Desde la óptica nacional, a juicio de Macron, las presidenciales francesas serán un «momento histórico», dijo, porque Francia deberá responder contra los imperialismos militares (alusión a Rusia y China) y el imperialismo de los grandes grupos económicos «que hacen negocios intentando pagar menos impuestos, deslocalizando». Contra los imperialismos militares, Macron defiende la doble soberanía nacional, francesa, y europea. Contra los imperialismos comerciales, Macron defiende la política comercial y fiscal de la Unión Europea (UE) «para defender nuestros intereses, nuestras economías y puestos de trabajo».
En un plano estrictamente francés, Macron comenzó por una constatación: las grandes fuerzas políticas tradicionales se han hundido, y la emergencia de las extremas derechas y los populismos izquierdistas se ha convertido en la gran amenaza para la unidad nacional: defendiendo posiciones que «destruyen» la unidad, con su violencia racista (más o menos camuflada, no siempre), por sus defensas de los indigenismos y multiculturalismos que socaban la unidad nacional.
En ese terreno político, Macron anuncia un referéndum nacional, para reformar la representación política parlamentaria, con un objetivo estratégico muy ambicioso: refundar el modelo francés, «con una nueva fuerza política», su propio partido, «donde tendrán cabida los socialdemócratas y los herederos del general de Gaulle, la derecha y el centro, los liberales y los independientes…». Históricamente, la V República funcionó con formaciones de izquierda y derecha tradicionales. Macron propone «refundar» la política francesa, a través de un partido y un gobierno de nuevo cuño donde tengan cabida sensibilidades tradicionalmente enfrentadas.
Tras las grandes ambiciones europeas y nacionales, Macron «descendió» a la arena de la práctica política más cruda, confirmando su proyecto de fondo: bajar los impuestos, dar más «libertad» a las empresas, «trabajar más» (elevando la edad de la jubilación de los 62 a los 65 años), prometiendo ayudas concretas e «inmediatas» para las familias más modestas, las madres solteras, los sectores sociales más afectados por la subida del precio de los carburantes…
En el tono de un general bonapartista, a caballo, sable y bandera nacional en ristre, Macron terminó su mitin lanzando la batalla campal de los próximos siete días: «¡Debemos salir a la calle a convencer a nuestros vecinos. Defendiendo la espiritualidad y el heroísmo de nuestros antepasados, siempre que Francia estuvo en peligro…!». Varias decenas de millares de seguidores se pusieron en pie y rompieron a cantar «La Marsellesa» → Macron incide en la dimensión nacional y europea de las presidenciales en su único mitin de campaña.
El programa Macron: invertir en soberanía nacional, bajar los impuestos y trabajar más.
Macron acelera el hundimiento de los partidos políticos tradicionales, de izquierda y derecha.
La Francia nacionalista y ultra nacionalista contra Macron y Europa.
Macron: reformar Francia, refundar Europa, empantanadas.
Quiño,
Ojalá que con la política que propone Emmanuel Macron sea posible salir del pantano en que estamos metidos.
Por cierto, en esta foto puedo apreciar que Macron tiene unos hermosos ojos claros, pero en este caso no se mide la belleza. Lo realmente importante es que su actuación política, en caso de ser elegido, sea favorable para Francia, Europa y el mundo.
Buenas noches a todos/as.
Jo, Fina, estás en todo … ¡los ojos de Macron..!
Biennnn
Bueno … los sondeos dicen que ganará… ya veremos …
De momento, Francia tiene muuuuchos problemas, pero, pero … el paro y la precariedad son muuuucho menos graves que en España … el crecimiento económico también están muuucho mejor … y, globalmente, Macron tiene un peso incomparable con …
Dicho eso, Macron pasa mal o regular en la Francia profunda, donde lo ven como ni niño sabelotodo y relamido …
Q.-
Quiño
Quizás influenciada por mi última lectura de «La Cartuja de Parma», ahora le doy más importancia al sutil lenguaje de las miradas y los gestos…
Por cierto que me ha encantado esta novela. ¡Cuántas intrigas en la corte! ,¡cuántos sentimientos y pasiones! y cuánto talento, amor y positividad en las expresiónes de Stendhal.
¡Ay, Quiño! Ya me gustaría estar en todo…pero una tiene sus limitaciones. Siempre me levantas la moral con tus palabras. Gracias!!!
Venga, palanteee…!!!
Fina,
Ah… qué ilusión… para colmo, es un libro muy «macroniano» … el joven Macron se soñaba Bonaparte entrando en Italia:
«»Le 15 mai 1796, le général Bonaparte fit son entrée dans Milan à la tête de cette jeune armée qui venait de passer le pont de Lodi, et d’apprendre au monde qu’après tant de siècles César et Alexandre avaient un successeur…»
Temo que hayan cambiado algunas cosas, pero bueno…
Q.-