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Rue Alexandre Dumas esquina Boulevard Voltaire, 1 mayo 2022. Foto JPQ.
Lo sigo desde hace mucho: Retratos improvisados de Jean-Luc Mélenchon.
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Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista), está negociando con Europa – Ecología Los Verdes (EELV), el PCF y la dirección del PS, un «acuerdo histórico» de «unión popular», aspirando a conseguir en las elecciones legislativas del mes de junio una mayoría parlamentaria contra la Unión Europea, la Alianza Atlántica y Emmanuel Macron.
La dirección de LFI y EELV llegaron el lunes a un acuerdo de principio, que el PCF espera poder suscribir «con rapidez». Las negociaciones entre el partido de Mélenchon y la dirección del PS corren el riesgo de ahondar la crisis más grave de la historia del socialismo francés.
En una Asamblea Nacional de 577 diputados, desde el 2017, LFI tiene 17 diputados, el PS 24, el PCF 11 y EELV ninguno. En total, hoy, 52 diputados de izquierdas, cuando el partido de Emmanuel Macron, La República En Marcha, tiene 267, y cuenta, así mismo, con el apoyo parlamentario de otros 79 diputados centristas y liberales.
Mélenchon dice estar convencido que su proyecto de Unión Popular permitirá conseguir una mayoría parlamentaria que «obligaría» a Macron a nombrarlo a él primer ministro, dispuesto a salir de la Alianza Atlántica y avanzar los peones de un inconfesable «frexit rojo», salida de Francia de la UE, negándose a respetar los tratados de libre comercio (por «ultra capitalistas»), las normas presupuestarias de la zona euro (por «anti francesas»), anunciando la violación de muchas normas europeas negociadas entre los miembros de la UE durante las últimas décadas.
Sin presencia en la Asamblea Nacional, EELV ha aceptado tal proyecto gubernamental aspirando a conseguir algunos diputados. El PCF ha sido históricamente un partido anti europeo, anti Alianza Atlántica: no tendrá problemas para aceptar los proyectos ultra nacionalistas de Mélenchon.
En el seno del PS, las negociaciones de la dirección con LFI han desenterrado el riesgo de un cisma histórico en la historia del socialismo francés, que François Hollande, ex presidente de la República, ha denunciado en estos términos: «Creo que la dirección del PS terminará rechazar el acuerdo con Mélenchon. Un acuerdo de ese tipo significaría que el PS ha decidido desaparecer. El acuerdo propuesto por Mélenchon también es inaceptable desde el punto de vista electoral, ya que significaría la desaparición de las candidaturas socialistas en dos tercios o tres cuartos de las circunscripciones».
Abundando en esas críticas, Jean-Christophe Cambadélis, ex secretario general del PS, hace este análisis de fondo: «Mélenchon no puede unir a las izquierdas ni a los franceses. El programa de Mélenchon es una ruptura con la historia del socialismo francés».
El acuerdo entre LFI y EELV quizá tenga una cierta dimensión simbólica. En la primera vuelta de la elección presidencial, el 10 de abril pasado, Mélenchon consiguió el 21,95 % de los votos, detrás de Macron (27,85) y Le Pen (23,14). El candidato ecologista, Yannick Jadot, solo consiguió el 4,63 %. Con esos resultados y 17 diputados, de extrema izquierda y ecologistas, no pueden esperar milagros, incluso si el PCF se suma al acuerdo de Unión Popular.
La eventual participación del PS en el proyecto de Mélenchon tendría dos consecuencias sin duda históricas: división fratricida del socialismo francés y triunfo en Francia de una izquierdas anti europeas, anti Alianza Atlántica, con un programa que ha sido calificado de «frexit rojo»: sacar a Francia de la UE, desde la izquierda populista.
Jean Quatremer, especialista en temas europeos del matutino Liberation, resume ese problema de este modo: «Con Mélenchon, la izquierda pro europea está desapareciendo en Francia, donde siempre hubo dos izquierdas: una pro europea, encarnada por los socialistas; y otra soberanista, encarnada por los comunistas. Como el partido de Marine Le Pen, el partido de Mélenchon no propone un «frexit» brutal, pero avanza, enmascarado, para conseguir el mismo resultado, aplicando el principio de la desobediencia europea, cesando de aplicar las normas y tratados europeos en materia de competencia comercial, libertad de circulación de capitales o rompiendo con los programas de Europa de la defensa». ABC, 3 abril 2022, Mélenchon intenta unir a la izquierda francesa bajo el paraguas populista + PDF.
Nosotros también queremos salarios como el de los ministros.
Por un salario mínimo y un salario máximo pero no muy extremos los unos de los otros y con unos servicios necesarios comunes para todos . En economía es muy fácil crear pobres y mantener a los ricos. La ley de hierro de los oligarcas que detentan el poder público se aprovechan de la descapitalización del pueblo y del botín de lo publico. Cuando los excedentes dan lugar a crisis se prefieren quemarlos que repartirlos. Es entonces cuando el pueblo el tercer estado el populacho empieza a usar el fuego para cambiar la élite oligárquica. Empieza lo que nunca ha cambiado la guerra civil de baja intensidad y a nivel global la de máxima intensidad para cambiar o negociar nuevas élites oligárquicas globales. Lógica formal o dialéctica. Unos ponen el Ser inmóvil y otros el Movimiento. Así ha sido hasta el presente pero todo ha cambiado. Nos movemos en jaulas en que desaparecen las puertas. Cuando los elementos no son propicios no hay donde ir. La jaula se va convirtiendo en una especie de olla de presión sin posibilidades ni de cambio ni de inmovilidad. Los extremos quieren salir de las instituciones globales y las élites oligarcas no quieren quedarse en la jaula nacional. Sin poder salir los de dentro y no poder entrar los de fuera la presión aumenta el calor sube y el colapso incendiario se empieza a divisar. Otra especie fallida en esta sexta extinción sin necesidad de caiga un meteorito. Quizá las lagartijas sin salarios empiecen una nueva especie inteligente en el eterno retorno de nunca acabar. Pero no se sabe lo que pasará y lo que pasa lo vemos todos los días. Sin límite por arriba y con límite por abajo.
José,
Un lío, vaya.
En este caso, la Francia política de ayer se ha hundido: queda un paisaje de ruinas y una «recomposición» considerable, con un peso excepcional de la extrema derecha, la familia política más votada por los obreros: Los obreros votan a la extrema derecha de Le Pen desde hace muchos años… Cronología y El voto obrero gira a la derecha en medio centenar de democracias …
Q.-
Josep,
Me gusta imaginar una nueva especie inteligente, sin salarios.
Un nuevo sistema equitativo en el que todos puedan vivir con dignidad.
Ojalá veamos metamorfosis beneficiosas para la humanidad, en lugar de tanta incertidumbre, control, injusticias y sufrimientos…
Menos mal que todavía existen las flores, la buena música , la dieta Mediterránea y todas esas pequeñas/ grandes cosas que nos ayudan a seguir palanteee…!!!
¡Buenas noches!
Bona nit!