Rue Jacob esquina Rue Bonaparte, 19 mayo 2022. Foto JPQ.
«En nuestro caso, la canícula retiene a muchos de los clientes tradicionales que compran pasteles y chocolates», me dice Mme. Marchand, al frente de la pastelería donde compro una cajita / estuche de veinte macarons.
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Proust y Odette frecuentaban la sucursal de la rue Royal esa pastelería, Ladurée →
→ Marcel Proust y las pastelerías 5.
Y había madalenas, estimado y amigos de este infierno, lo que pasa que envueltas en bolsitas de plástico vulgar o sueltas en pareja; también costradas de nata y de merengue, mil hojas que parecen sabrosos pergaminos, selvas negras de rico chocolate, relámpagos de crema y caramelo, san marcos que en la vista se te quedan, y otros dulces y clases de pasteles, sus nombres he olvidado. La tienda era en Sigüenza, seo fortificada que los obispos francos rehabilitan y cabe sus paredes les entierran, roquero castillo sobre cima que luego en palacio se transforma, series de iglesias, ermitas y casonas, trazado medieval de muchas calles, inmensos colegios que teme el escolar a quien el padre castiga a un curso entero… Y esa delicia a la que acudo -ha sido esta mañana- me inspira, me arrastra y me convence de que está Proust conmigo, de que casi entre ambos se gesta un desafío, de que a Madame Marchand deja sin existencia, muertos los dos después de lo que llama la medicina coma diabético, goloso fallecer, nunca se pierde el tiempo, se halla eviterno, se llega a recobrar de ser perdido. LOS GUSTOS DE ANTES, que así es que han cristianado allí, en Sigüenza, al establecimiento confitero y cafetero, sean sus especialidades cielo de inspiración para el poeta y el prosista.
Ricardo,
Ah, qué bien … «sean sus especialidades cielo de inspiración para el poeta y el prosista…» Amén.
En efecto, sí, las palabras, los perfumes y sabores… «alimentos» esenciales de la memoria … hilando los tejidos materiales, carnales y espirituales de nuestras vidas, sí …
Q.-
Don Ricardo Lanza,
Menos mal que algún angelito me libró de caer en tantas tentaciones… 🙂
Que por muchos años pueda Ud. disfrutar de todas estas dulces delicias y compartirlas con nosotros…
Gracias.
Quiño,
Oh!!!!!!!!!!!!! Qué cosas tan bonitas sabes decir:
«En efecto, sí, las palabras, los perfumes y sabores… “alimentos” esenciales de la memoria … hilando los tejidos materiales, carnales y espirituales de nuestras vidas, sí …»
Quiño,
Venga, a disfrutar y endulzarse la vida siempre que se pueda!!!
Oye, que paso más garboso y decidido tienen tus bellas parisinas…
Fina,
Qué te voy a contar que tú no sepas… los licores bien administrados, los perfumes, armas, las fragancias de las cosas ricas, hummmmmm
Q.-