Rue Saint-André-des-Arts, 31 mayo 2022. Foto JPQ.
En materia de banderas patrióticas, mi referencia sigue siendo Clint Eastwood:
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«La tierra, la patria, las ideas… viejas ilusiones muertas, con las que se trafica en los mercados inmobiliarios, los cementerios de basuras ideológicas, y los distribuidores automáticos de mercancías averiadas, impresas en forma de libros» → «Las banderas de nuestros padres».
Dicho eso, el turismo y los turistas tienen muchos rostros:
José says
El patriotismo el refugio del último canalla. Samuel Johnson. Símbolos de realidades y realidades de símbolos o mejor ficciones de realidades y realidades de ficciones. El juego perverso entretenido seductor de nuestras civilizaciones. Jugamos a engañar al otro con el lenguaje y los colores como el arma más mortífera y más interesante y el otro que nos intenté engañar. Banderas uniformes camisetas …naciones ejércitos equipos de futbol…telas de todos los colores con las que nos envolvemos para formar parte de masas muchas veces desquiciadas en sus victorias o derrotas. Lo otro individual es lo que vimos en el cine con Harri el sucio armado hasta los dientes y solo imponiendo justicia en la frontera de su país con sus doscientas bases militares alrededor del planeta y detrás otros con bellos gestos militares de apéndices o ayudantes de Harry. Cuando más lejos estamos de nuestros símbolos ficciones más cerca estamos de la vida cruda que nos toca vivir en el espíritu de nuestra época . El turismo patriótico es en muchas ocasiones un linchamiento violento entre banderas diferentes de países equipos géneros …comida espacios jerarquías…es nuestro cerebro reptil civilizado.
JP Quiñonero says
José,
Bastante amén, claro.
«En todas partes cuecen habas», decían en mi pueblo, vamos,
Q.-