Al fondo, la flecha de la Abadía Saint-Nicolas de Verneuil-sur-Avre, desde un puesto donde una joven franco – gabonesa busca pendientes al juego de su traje amarillo, 15 agosto 2022. Foto JPQ.
En la brocante / kermesse de Verneuil-sur-Avre, «La Geule d’Enfer», se encuentran casi tantas cosas como en El Rastro de Ramón:
[ .. ]
… Platos y cuberterías de familias desaparecidas. Carteles de antiguas campañas contra la fiscalidad del automóvil que complica la vida de las familias. Una copia de El Quitasol goyesco. Reproducciones en plástico de la figura de Tintin. Libros de horas. Crucifijos. Reclinatorios de piadosas familias acomodadas. Ropa usada. El catálogo del Proust de Luis Marsans en la parisina Maison del Balzac. Muebles en madera maciza. Polvorientas VeloSoleX, «la bicicleta que anda sola». Muñecas con cabeza y descabezadas. Un ejemplar del Picasso de Sabartés. Pebeteros de bronce. Tornillos, tuercas, grifos, herramientas en desuso. Jaulas de mimbre para pajaritos. Máscaras africanas. Diminutos cochecitos de colección. Maletas de cuero muy usadas. Un número de la revista Noir et Blanc, donde François Sagan anuncia: «Me divorcio. El matrimonio no es para mi». Cajitas de joyas desaparecidas. Alfombras orientales. «Monedas antiguas en cajas de pañuelos y en cajas de puros». Grandes figuras en plástico amarillo y blanco de personajes de marcas de neumáticos… al fondo, en la otra orilla del arroyuelo seco, la flecha de la Abadía Saint-Nicolas de Verneuil-sur-Avre, que comenzó a construirse en 1120 y estuvo habitada por una comunidad de benedictinos hasta el 2009.
En cierta medida, la brocante, el mercadillo, el rastro, el de Verneuil-sur-Avre, y tantos otros, nos ayuda a comprender la historia local y universal del pueblo:
«El Rastro no es un lugar simbólico ni un simple rincón local, no; el Rastro es en mi síntesis ese sitio ameno y dramático, irrisible y grave que hay en los suburbios de toda ciudad, y en el que se aglomeran los trastos viejos e inservibles, pues si no son comparables las ciudades por sus monumentos, por sus torres o por su riqueza, lo son por esos trastos filiales…». El Rastro (1915) Ramón Gómez de la Serna.
Verneuil-sur-Avre y la primera baguette de tradición francesa.
Deja una respuesta