Barcelona, Plaza Cataluña, 28 marzo 2018. Foto JPQ. Puigdemont, guerrero Saiyan / Saiyajin.
Comencé / comenzamos a hablar de Trump, el trumpismo y los populismos patrióticos europeos, en Cataluña, hace años:
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2018, 12 mayo: Quim Torra, Donald Trump, Le Pen, Viktor Orban, Attilio Fontana y los populismos patrióticos europeos.
Cuatro años más tarde, sus estragos son devastadores:
«La implosión independentista pone punto final a una década de Procés», ABC, Daniel Tercero.
«El Camí cap a la marginalitat», ara, Andreu Mas-Colell.
«Convergencia ha muerto, viva el trumpismo. Inquietante normalización de un discurso disolvente que, en Cataluña, no se alimenta de nostalgia reaccionaria, sino de la energía negativa de una frustración no aceptada: la derrota del procés». El País, Jordi Amat.
«La propuesta de Carles Puigdemont es más onírica que unilateralista. La aspiración a la pureza soberanista esconde una mera pugna por la hegemonía». El País, Francesc Valls.
«ERC: «¡Mejor solos!». La Vanguardia, Lola García.
Dicho de otro modo:
Cataluña / Barcelona … catalanes con sueños enfrentados, deudas y pobreza creciendo 2.
Sería ingenuo pensar que los estragos del trumpismo y los patriotismos patrióticos «solo» afectan a Cataluña.
El estado del Banco de Barcelona, parábola del Estado de España durante el debate Sánchez / Feijóo.
La pérdida de categoría de Barcelona, Cataluña y España … desde el Gótico y Santa María del Mar.
Ha muerto el proceso viva el nuevo proceso. En América como en Cataluña las masas toman los parlamentos. Los blancos apoyan a un Salvador que los había beneficiado y ahora los han despojado de lo que tenían. Enfermos parados sin propiedad no entienden que tengan que trabajar con aquellos que ellos contrataban y ahora las grandes empresas los contratan y cobran lo mismo que los recién llegados de todas partes. No entienden lo que les han hecho sus representantes. No entienden ese nuevo proceso que los enferma los enloquece los humilla y los ningunea. Les prometieron una tarta y ahora descubren que está envenenada. Es una tarta sin garantías sin responsables y no entienden este proceso científico militar industrial sin posibilidades de volver atrás. El precipicio los envuelve en Cataluña en América en toda Europa. La democracia la soberanía la nación…se desnudan y no hay nada debajo de los brillantes ropajes. El poder y la riqueza en manos de desconocidos que manejan el complejo científico militar industrial. El fentanilo se distribuye gratis para los que no quieran o puedan soportar la nueva situación pero el pan no. La nueva Roma de esclavos sin salvadores irá pereciendo poco a poco con nuevas enfermedades de disruptores hormonales cánceres de todo tipo enfermedades raras y nadie sabrá curarlas ni podrán. Prometieron el paraíso y ahora toca el infierno. No hay paraíso sin infierno cantaba Milton en su paraíso perdido.
José,
… sin contar los enchufados políticos que van a perder o han perdido sus puestos pagados con salarios grandes, propios de ministros centralistas, incluso más altos … detalle que no veo muy reflejado entre las crónicas del día…
Q.-
¿Hay el Sindrome de trasterno de Trump en España? Lo veo debajo de una silla, lo veo detras de un arbol. Lo veo en todas partes.
Robert,
Pues, pues … el trumpismo tiene muchos acólitos en Europa, ay …
Q.-