Rue du Faubourg-Saint-Antoine, 16 octubre 2022. Foto JPQ.
… turbulencias económicas, sociales y políticas, cuando la crisis del abastecimiento de las gasolineras agrava las dudas e incertidumbres.
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Tras diez días de crisis, tensiones, intervenciones de las fuerzas de seguridad, colas interminables, más del 30 % de las gasolineras de toda Francia han tenido problemas de abastecimiento a lo largo de todo el fin de semana, perturbando el abastecimiento de grandes superficies, complicando muy mucho la vida de las familias más modestas y dependientes.
Las grandes empresas del sector solo han conseguido un acuerdo parcial con algunos sindicatos, cuando otros sindicatos anuncian la prolongación indefinida del conflicto.
El domingo, las izquierdas de la NUPES (Nueva Unión Popular, Ecológica y Social), extrema izquierda, PS, PCF y ecologistas convocaron una gran manifestación de protesta contra el gobierno de Emmanuel Macron. No fue una manifestación espectacular. Pero se trata de un indicador de tendencia: las izquierdas desean trasladar a la calle la protesta parlamentaria permanente.
El conjunto de los sindicatos han convocado una jornada de huelgas y movilizaciones el martes día 18, para pedir mejores salarios y la defensa del derecho a la huelga. Será un día negro para el gobierno, previsiblemente. La inflación, el incremento de los precios del sector alimenticio, la precariedad laboral, suscitan mucha inquietud. Ferroviarios y funcionarios amenazan con nuevas jornadas de protesta «más adelante».
Entre miércoles y jueves que viene, la extrema derecha de Agrupación Nacional (AN, ex Frente Nacional), que sigue presidiendo Marine Le Pen, amenaza con una moción de censura contra el gobierno de Emmanuel Macron, que solo tiene una mayoría simple.
La moción de censura de AN solo podría derrocar al gobierno de Macron si fuese apoyada por las izquierdas y la derecha tradicional de Los Republicanos (el partido de Nicolas Sarkozy, muy alejado de la política, víctima de varios procesos judiciales). No es previsible esa «unión» de fachada. Pero una parte de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista), el partido de Jean-Luc Mélenchon, es partidaria de votar la censura.
La última nota de coyuntura del Banco de Francia confirma una «morosidad» que atiza la inquietud general: poco crecimiento, inflación, carestía de la vida, abastecimientos energéticos imprevisibles, «dificultades» para crear empleo.
Estoico, Emmanuel Macron contempla el espectáculo callejero desde el Olimpo presidencial, en el Elíseo, dejando que su primera ministra, Élisabeth Borne, intente «lidiar», mal que bien, el riesgo de tensiones y crisis en la Asamblea Nacional.
Musulmanas francesas de extrema izquierda.
Francia / Macron … Los artistas callejeros se se suman a la fronda social.
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