Busto de Chateaubriand en el Square des Missions-Étrangères, frente al domicilio del escritor, rue du Bac, entre 1838 y 1848. 24 noviembre 2024. Foto JPQ.
La visita de Estado de Emmanuel Macron a Washington ilumina con precisión el estado de las relaciones trasatlánticas, cuando los EE. UU. vive una crisis existencial grave y la guerra de Ucrania es una encrucijada para el futuro de Europa.
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En Washington, Emmanuel Macron ha presentado a Francia como «hermana de armas» de los EE. UU. en la escena internacional, pero defendiendo, al mismo tiempo, la soberanía industrial y económica de Europa, cuando, a su modo de ver, los proyectos comerciales norteamericanos corren el riesgo de dividir y fragmentar a Occidente.
Ante la pompa excepcional con la que fue recibido por el presidente de los EE. UU., Macron hizo esta alabanza de la solidaridad militar trasatlántica y franco – americana: «Debemos aprender a volver a ser hermanos de armas».
«Hermanos de armas» en los teatros militares de Europa, África y el Pacífico, entre «el más antiguo de los aliados de los EE. UU», «entre dos naciones hermanas», «entre aliados cuyas relaciones están enraizadas a través de los siglos». Intercambios altisonantes entre Macron y Joe Biden, entre brindis, para dar una visión teórica común de los grandes principios donde se fundan las relaciones trasatlánticas.
Fraternidad que también comporta una «franqueza absoluta», para insistir en la inquietud francesa y europea ante los proyectos económicos y comerciales de la administración norteamericana.
Horas antes de la gran recepción en la Casa Blanca, desde el «púlpito» de la embajada francesa en Washington, Macron se hizo eco de las profundas reservas, nacionales y europeas, ante el proyecto IRA (Inflaction Reduction Act), que se dispone a inyectar 430.000 millones de euros de ayudas a las industrias norteamericanas, con muchas medidas proteccionistas contra las industrias europeas.
El presidente francés no dudó en evocar peligros importantes: «Europa y Francia corren el riesgo de convertirse en una variable de ajuste entre la rivalidad comercial que enfrenta a los EE. UU. y China, las dos primeras potencias mundiales». Con una claridad meridiana, previa a su encuentro personal con Biden, Macron expuso ante la elite francesa afincada en la capital norteamericana el punto de vista franco – europeo, compartido por la gran mayoría de los miembros de la UE: «He expuesto con mucha franqueza a nuestros amigos americanos lo que ha ocurrido y puede ocurrir, ante problemas íntimamente ligados como la crisis energética, la guerra de Ucrania y la Inflation Reduction Act (IRA) … esos proyectos de reformas masivas y sociales, destinadas a favorecer a las empresas americanas, corren el riesgo de dividir y fragmentar Occidente».
La palabra «fragmentación» utilizada por Macron es la versión suave del riesgo de «guerra comercial» temida entre los EE. UU. y Europa.
Olivier Blanchard, economista francés que hizo toda su carrera en el Fondo Monetario Internacional (FMI), resumió días pasados el problema de fondo en estos términos: «Todos tememos el riesgo de recesión. Los EE. UU. y Europa pueden enfrentarse en cuestiones estratégicas, comerciales. El riesgo de guerra comercial es bien real».
En Washington, Macron ha «traducido» al lenguaje diplomático la terminología muy cruda de la guerra comercial: el riesgo de «fragmentación» de Occidente agravaría las divisiones veladas que ya oponen a Washington y las capitales europeas, en orden disperso.
Desde hace años, Macron defiende una estrategia de «soberanía europea», continental, en cuestiones energéticas, comerciales, industriales y militares. Alemania se ha opuesto de manera frontal a esa ambición francesa. Pero la Inflation Reduction Act (IRA) abre otro abanico de intereses enfrentados a geometría variable.
Oficialmente, las fuentes diplomáticas francesas dicen «esperar» que Biden y su gobierno «tengan en cuenta» y «escuchen» las advertencias macronianas, a la espera de una respuesta incierta, cuando los intereses nacionales de los EE. UU. tienen una palmaria incidencia en los gigantescos cambios que están sufriendo la geografía económica mundial. ABC, Macron denuncia los riesgos de «fragmentación» de Occidente si los EE. UU. consuman sus proyectos proteccionistas.
Le Monde, A Washington, Emmanuel Macron lance l’offensive au nom de l’Europe.
Financial Times, Emmanuel Macron says US climate law risks ‘fragmenting the west.
Ante esa realidad ¿por qué leer, hoy, las Memorias de ultratumba de Chateaubriand…? Porque ese libro habla de la crisis que amenaza nuestros hogares, la desertización que está devorando nuestra patria, las crisis que amenazan nuestra civilización:
José says
No hay románticos capaces de parar el caballo desbocado de finales del siglo XX. Estamos en una contra revolución mundial tecnológica industrial. No hay ninguna ilustración ideológica de encauzar lo que en un principio fue una utopía. Las élites actuales como las pasadas acumulan lo que debería pertenecer a todos. Las pistas de ski de azúcar de María Antonieta hoy están en los Emiratos árabes a cincuenta grados de calor. Los mares que son el setenta por cien del globo están llenos de islas de los antiguos imperios europeos. Hoy estos antiguos imperios de las primeras revoluciones europeas peregrinan al otro lado del Atlántico a la primera colonia independizada a rendir plestesia al nuevo imperio del siglo XX que aún no domina parte de las tierras de Eurasia. En los noventa de este siglo con sus amigos liberales del este y de Oriente estuvo a punto de acabar con todas las consecuencias de las revoluciones políticas ilustradas con sus cien millones de los hijos de San Wilson miembro del KKK y exportador mundial de la democracia apartheid anglo americana después de la primera gran guerra europea. Hoy el presidente americano recibe al presidente francés aunque hubiese preferido recibir al presidente ruso de los noventa.
JP Quiñonero says
José,
Pues vaya usted a saber…
…
Ante los cambios en curso… hay actores que actúan o intentan actuar y hay sujetos pasivos, sonámbulos, siguiendo el camino que otros trazan o intentar trazar…
Q.-
PS. España temo que esté en el bando de los sonámbulos.
Fina says
¡Ay, Josep!
A ver si el encuentro entre presidentes sirve para algo…y se logra apaciguar el caballo desbocado…
Buenas noches a todos/as.