
Jardin du Luxembourg, 9 enero 2023. Foto JPQ.
De Ramon Llull a mi carrera de profesor de tenis, qué de historias…
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Ramon Llull escribió en sus inmediaciones L’arbre de filosofia d’amor (Árbol de filosofía de amor) y Lo cant de Ramon (Canto de Ramón).
Durante el Terror (1793), el Palacio del Luxemburgo, construido por Marie de Médicis, fue una prisión de siniestro recuerdo.
Andando el tiempo, Remy de Gourmont y Ramón Gómez de la Serna vieron en el Luxemburgo, en los Jardines del Luxemburgo, una suerte de tierra encantada, poblada de misteriosas hadas / estatuas…
“… En cierta medida, la vendedora de globos y golosinas tiene mucho de hada de cuento de hadas: ella entrega al niño que le pide sus favores el hilo que hace volar la cometa inolvidable de la ilusión, iniciándolo al misterio de las gracias que habitan el lugar, las “reinas” / estatuas del Luxemburgo, en este caso, glosadas por Remy de Gourmont y Ramón Gómez de la Serna…” El Luxemburgo, cuando llega la primavera… Vendedora de globos y golosinas.
Los Fitzgerald vivieron en la frontera oeste de los jardines: Recuerdo de Zelda y F. Scott Fitzgerald
Emili Grau Sala -esposo de Ángeles Santos, padre de Grau Santos- inmortalizó la imagen “ideal” (¿?) de unos jardines que quizá pudieron existir y siguen existiendo, por momentos, muy fugaces.
En mi caso, el Luxemburgo tiene muchos rostros: aquellas pistas de tenis que dejé de frecuentar, los senderos por donde corría en busca de mi mismo, el paisaje no solo interior por donde deambulan algunos de mis personajes:
Diana, Horst, Lise Fonssagrives, Elodie y mi fotógrafo, en el Luxemburgo.
El Luxemburgo, cuando llega la primavera… Vendedora de globos y golosinas.
El Luxemburgo, cuando llega la primavera, embrujos musicales.
El Luxemburgo, una tarde de invierno 9 La vendedora de golosinas y las hadas.
París en tiempos del coronavirus … el desconfinamiento, en el Luxemburgo 4.
El Luxemburgo, una tarde de invierno 5.
El Luxemburgo, una mañana de invierno… en tiempos del Brexit 5.
A veces recorremos nuestra vida pasada por lugares tiendas gente conocida y a veces amada libros leídos en terrazas en parques y las páginas de nuestra vida se van llenando y las hojas del libro se van acabando. Hay lugares que marcan más que otros. Solo podemos cambiar de lugares el tiempo es el mismo para todos el del reloj el otro el subjetivo cada uno lo vive como puede y desea. Pero incluso en el mismo espacio y en el mismo tiempo hay vidas de todo tipo algunas se recuerdan y una gran mayoría se olvidan. Unas se viven y a otras las viven. Cada vez hay más de las que son vividas por otros que las que son vividas por uno mismo. Siempre o casi siempre al lado de los palacios hay cárceles hospitales juzgados comedores comunitarios…donde la mayoría son los anónimos que construyen y destruyen los lugares que tanta admiración nos proporcionan. O conservados o en ruinas. Vemos en los lugares en los que hemos vivido o hemos visitado nuestra biología o nuestra biografía. De niño a viejo con suerte vemos los espíritus de los que han estado y los cuerpos de los que lo habitan con nosotros. Un paseo una carrera o un cojear por la misma senda que nos llevan al punto de partida.
José,
Amén.
Así es …
Cada cual lleva a su aire esos vagabundeos. En mi caso, casi me atrevería a decir que contento…
Q.-
Sí, Josep,
Existen lugares y seres que nos marcan más que otros…¿Será por los espíritus que los habitan?
Me gustaría conversar sin prisas sobre este tema y sobre otros… como eso que dices de recorrer la misma senda que nos lleva al punto de partida. Es como si no hubiera avance y todo consistiera en un volver y volver a lo mismo…
Me gusta pensar que siguendo palanteee…se puede llegar más lejos.
Quiño,
Me encanta eso que dices:
«… los senderos por donde corría en busca de mí mismo».
Encontrarse a uno mismo no es tarea fácil. Quizá sea necesario recorrer muchos senderos hasta llegar al «conócete a ti mismo» (como decían los griegos) y creo que son muy pocos los que lo buscan y consiguen…
Estoy en ello, por intentarlo que no quede…
Buenas noches a todos/as.
Fina,
Bueno … quizá sea algo como el tesoro de la isla de Stevenson … el tesoro quizá sea la aventura de buscarlo cada día…
Q.-
Sí, Quiño,
El buscarlo cada día en nuestro interior, sin rendirnos, quizás sea la única forma de encontrarlo…
Palanteee…!!!!!!!!!!
Fina,
Amén.
Palanteeeee
Q.-