Avenue George-V esquina Avenue des Champs-Élysées, 29 diciembre 2022. Foto JPQ.
Cola para entrar en la tienda Louis Vuitton de los Campos Elíseos.
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Durante las cuatro o cinco últimas semanas, he deambulado sucesivamente por los Campos Elíseos parisinos, la Gran Vía madrileña y el Paseo de Gracia de Barcelona.
Primera evidencia. La prensa escrita y audiovisual no cuenta la historia inmediata y visible para cualquier peatón que descubre encantado París, Madrid o Barcelona.
La realidad callejera es infinitamente más sucia, multicolor, multicultural, dramática, feroz, atractiva, inquietante, carnal, erótica y cruel de lo que pudiera imaginar el piadoso lector de periódicos de referencia y otros.
En París, Madrid y Barcelona, lujo, miseria, prostitución, turismo de masas, comida rápida, multiculturalismos, familias, parejas jóvenes, jóvenes de muy distintas periferias, «erotismo» publicitario, fuerzas de seguridad del Estado, suciedad, basura, atropellos, amoríos no siempre fugaces, etcétera, se crucen y confunden en sus grandes avenidas, ofreciendo el espectáculo de pequeñas o grandes Babilonias, Torres de Babel donde perderse en busca de tesoros quizá inexistentes.
Algo así se podría decir de Times Square o la Magnificent Mile…
Jordi,
Amén.
Sí … quizá sea una realidad cada vez más universal, con los matices que corresponda, claro,
Q.-