PF, The Hoxton, 12 enero 2023. Foto JPQ.
Pável Filátiev (Volgodonsk, Rostov 1988) pasará a la historia como el primer soldado que decidió jugarse la vida y desertar del ejército ruso, huir de su patria, para denunciar la guerra imperial de Vladimir Putin contra Ucrania.
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Su libro «Zov» (Galaxia Gutenberg) es un documento excepcional: la historia de la toma de conciencia de una tragedia íntima, rusa, ucraniana, europea, cuyo incierto futuro está llamado a influir en el destino de nuestra civilización.
La historia personal y familiar de Filátiev ayuda a comprender las raíces últimas de esa tragedia. Sus antepasados eran rusos deportados a Siberia por razones políticas. Su padre fue militar profesional. Él mismo se enroló voluntariamente en el ejército, para terminar comprendiendo, en Ucrania, durante el primer trimestre de la aventura imperial, la inmensidad de la catástrofe en curso.
Tiene una visión muy trágica del futuro inmediato, con alguna esperanza: la guerra puede durar años, décadas, y precipitar una guerra civil en Rusia; pero quizá sea posible soñar con una revolución social y popular contra Putin, si el tirano ruso no es depuesto por militares hostiles a su aventura imperial.
–¿Cree que su ejemplo, su libro, pueden servir de modelo para otros soldados rusos?
-Mi caso no es único. Hay muchos soldados que están contra la guerra. La prolongación de la guerra contra Ucrania ha provocado muchas reacciones. Pero la represión es muy dura y profunda. Muchos soldados han llegado a mutilarse, para intentar escapar, pero no siempre lo han conseguido. En mi caso, decidí que era muy urgente hablar, hablar, contar y denunciar
–Su libro describe la angustia de un soldado en una guerra que considera injusta… ¿cuál es la moral de los oficiales y generales?
-Cuanto más alto es el nivel de la graduación, más baja es la moral, personal y cívica. La corrupción y el arribismo también alimentan la inmoralidad más profunda. La moral puede ser peligrosa si se quiere hacer carrera.
–¿Es posible imaginar que algún oficial / general diga «no» a las órdenes de Putin?
-Es posible. Y quizá ha ocurrido. Algún día se descubrirán muchas tragedias. No es un secreto la sucesión de personajes, civiles y militares que han muerto en condiciones más que sospechosas. Todo parece sugerir que, en muchos casos, algunos militares han podido ser envenenados, asesinados.
–Putin ha cambiado en varias ocasiones a los más altos cargos al mando de los ejércitos, en Ucrania, ¿qué significado tienen esos cambios?
-Un sentido burocrático y quizá cosas más siniestras. Putin juega con muchos peones. Cuando esos peones dejan de serle útiles los cambia de posición, o los destruye.
–En Occidente se piensa que muchos o algunos militares desean que Putin lance ofensivas más duras contra Ucrania… ¿Cuál es su opinión a ese respecto?
-Es posible, sin duda. Pero, ojo, Putin tiene una guardia pretoriana muy próxima. Deja que hablen algunos, siempre que estén controlados, o bajo su control próximo. Dejando correr esos rumores y esas apreciaciones, el poder supremo también justifica nuevas y posibles escaladas, con una parodia de debate.
–¿Es posible imaginar que Putin llegue a utilizar armas nucleares tácticas, de corto alcance?
-Es una probabilidad bastante real, que viene de muy lejos. Entre los militares rusos, esa baza siempre ha estado presente. Utilizar armas nucleares «pequeñas» para aterrorizar a los adversarios. La amenaza y el riesgo de utilización de armas nucleares es una carta que Putin y todos sus antecesores siempre tuvieron en la mano desde la batalla de los euromisiles, el siglo pasado.
–Antes del inicio del intento de invasión de Ucrania, Occidente pensaba que Rusia era una gran potencia militar, que podía consumar con éxito su «guerra relámpago» conquistando Kiev con relativa rapidez y «facilidad». La marcha de la guerra ha demostrado que la potencia militar rusa es más frágil y débil de lo previsto.
-Ese debate comenzó a circular, entre los soldados, mucho antes del intento de invasión. Muchos colegas pensaban que los ejércitos rusos eran capaces de conquistar Ucrania en unas semanas. Yo les recordaba la experiencia de los EE. UU. en Irak. Me parecía que Putin no podría poner en práctica esa ambición. Me parecía que intentar conquistar una país como Ucrania era una aventura larga, incierta y peligrosa. La marcha de la guerra confirma que Putin estaba equivocado. Y la potencia militar rusa está muy lejos de imponer su Ley. Los cálculos teóricos son una cosa. Y la realidad de un país en armas, dispuesto a combatir, defenderse, con ayuda militar de Occidente, es muy otra.
–¿Cree posible que Putin pierda la guerra?
-Depende de lo que usted entienda por «perder» la guerra. A título personal, creo que la guerra puede durar años, incluso décadas, sin un resultado claro para nadie. Recuerde la guerra de los Cien años. La hipótesis de una retirada militar rusa, completa, me parece poco probable, tiene algo de fantasmal. Putin tiene muchas cartas militares por jugar. La hipótesis de un triunfo ucraniano, más allá de las fronteras anteriores al intento de invasión, tampoco parece realista. Putin puede ordenar nuevos llamamientos de decenas y centenas de miles de soldados, que podrían influir a su favor. Pero todas las hipótesis son inciertas y parecen condenadas a un futuro que no se cuenta en meses: se cuenta en años. Quién piense otra cosa, temo que sea víctima de un ilusionismo peligroso.
–¿Cree que Putin pudiera ser eliminado por los militares?
-Eso pudiera ocurrir, sin duda. Incluso pudiera tener algo de positivo. La retirada, la eliminación física o «política» de Putin, pudiera tener algo de positivo. Ucrania y Occidente podrían negociar con sus sucesores, para intentar poner fin a la guerra. Es la hipótesis más optimista. Hay otras hipótesis que no debieran olvidarse. La prolongación de la guerra también puede precipitar una guerra civil en Rusia. A mi modo de ver, más de la mitad de los rusos son hostiles a la guerra. Pero no se atreven a manifestarse. Y, si se manifiestan, se juegan la vida. Al mismo tiempo, no hay que olvidar que también hay muchos rusos que apoyan la guerra. Si la crisis se agravase, el riesgo de guerra civil sería muy alto. Y, en ese caso, nadie sabe cómo esa guerra civil podría afectar a toda Europa, con la aparición de personajes tan siniestros o más que Putin.
–En Occidente se ha hablado mucho de los amigos millonarios de Putin, y de la corrupción, a todos los niveles, del Estado… ¿cree que esos millonarios abandonarán a Putin cuando vean que esa Rusia puede perder la guerra?
-Depende del nivel de corrupción. También ha desaparecido millonarios contrarios a la guerra. Quizá han sido asesinados.
–En su libro, usted confiesa y repite su amor por su patria, Rusia, y el pueblo ruso, pero estima que Putin no es ni representa a Rusia … ¿cree posible una revuelta popular contra Putin?
-Putin y su corte no representan a Rusia, no. Ni al pueblo ruso. Una revuelta o revolución popular, pacífica, en la medida de lo posible, quizá sea deseable. Bien me gustaría. Pero no sé si existen las condiciones. Quizá mañana, si el pueblo ruso consigue escapar a las garras de la represión y la corrupción.
–¿No teme ser víctima de un intento de atentado o asesinato?
-Ese riesgo quizá exista. Pero me siento incapaz de pensar de esa manera. Mi vida pasa hoy por intentar contar la vedad que yo conozco. He pedido asilo político a Francia. Espero conseguirlo. Vivo con mucha discreción. Lo que deba ocurrir ocurrirá. Por mi parte, seguiré hablando, seguiré escribiendo, con la esperanza puesta en un futuro mejor para mi patria, Rusia. ABC, «El conflicto de Ucrania puede durar años y provocar una guerra civil en Rusia» + PDF.
José says
Bueno es un soldado ruso que opina. Pero hay otros soldados que son profesionales de la guerra que trabajan en empresas que cotizan o no en Bolsa. Estos no opinan si no quieren ser despedidos como la mayoría de los trabajadores actuales. Los ejércitos napoleónicos han dejado de existir con algunas excepciones. Cuando los estados mínimos apenas tienen empresas son las grandes empresas quienes pagan para defender sus intereses y viene de lejos. El soldado de la novela Imán del Annual ya no existe. Si se quieren soldados existe el método americano que todos tienen armas y están fogeados con posibilidades de morir de bala sin ningún beneficio o apuntarse al ejército que proporciona muchas posibilidades de salir adelante. Un ejército bien pagado y muy profesional repartido en sus bases militares por todo el mundo. Ya un oligarca de los negocios de los trenes trenes en América comento que era lo suficiente rico para contratar a la mitad de la población para matar a la otra mitad . Lo dijo en el siglo diecinueve y estamos en el veintiuno. Lo que hemos avanzado con un veinte desarrollando el complejo industrial militar. Las guerras han servido para destruir excedentes y controlar pueblos con el miedo a la muerte violenta. La economía lo mueve todo como nos recordaba Clinton. El modelo paradigmático de capitalismo americano es el que copian todos desde que cayó el europeo. El capital y las radiaciones nucleares son universales de pequeños y grandes países y el pobre soldado ha dejado de existir. Hoy todos somos soldados del complejo industrial militar.
JP Quiñonero says
José,
Bueno …
«… todos somos soldados del complejo industrial militar… »
Pequeño problema: ese «todos» pone en el mismo plano los soldados rusos y los soldados ucranianos … que no sé si son los mismos soldados… los soldados de Putin y los soldados de Sánchez, los soldados marroquíes y los soldados saharahuis …
Q.-
Fina says
Josep,
Creo que es cierto que la economía lo mueve todo…y me pregunto quién sale beneficiado de las guerras. Antes pensaba que de las guerra todos salían perdiendo, pero puede que el objetivo sea el que tú dices:
«Las guerras han servido para destruir excedentes y controlar pueblos con el miedo a la muerte violenta».
Parece que nos quieren bien dominados, asustados y sometidos.
Ayer escuché una conferencia muy interesante sobre Fedón…
Cuánta sabiduría en los Diálogos de Plátón.
Me gusta escuchar a los filósofos, aprender a pensar y cuestionar lo aprendido…
En fin, andando y aprendiendo…mientras nos dejen.
Bona nit!
Irene says
Una entrevista excelente, de contenido y de escritura. Cada vez cuesta más, en estos pagos, leer entrevistas bien editadas, que no se limiten a reproducir la expresión verbal del entrevistado, sin más. Los entrevistadores graban y basta. La expresión verbal no es la expresión escrita, ni un periódico impreso o digital no es la radio ni la tele.
JP Quiñonero says
Irene,
Qué bien…
Q.-
Carole says
Si este hombre acierta, es para echarse a temblar.
JP Quiñonero says
Temo que este hombre acierte en todo lo esencial, ay,
Q.-