Boulevard Saint-Michel, 29 septiembre 2022. Foto JPQ. → Fronda de jubilatas contra Macron … “¡Las pensiones no se tocan..!”.
Los sindicatos han ganado la primera batalla de su guerra contra el proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones propuesto por el gobierno de Emmanuel Macron, cuyo mandato presidencial entra en un campo de minas.
[ .. ]
Entre 1,12 y 2 millones de manifestantes, según las cifras del ministerio del Interior y las centrales sindicales, se tiraron a la calle, el jueves, en París y todas las capitales de provincias, para rechazar y pedir la retirada de un proyecto de reforma que ya había recortado muy mucho sus ambiciones.
Entre el 2018 y el 2020, la fronda social de los «chalecos amarillos», las manifestaciones sindicales y la pandemia, finalmente, enterraron la gran reforma que había concebido Macron, primer paso de su ambición de «reformar Francia y refundar la Unión Europea».
Tres años más tarde, las 250 manifestaciones del jueves, en toda Francia, y un rosario de huelgas nacionales, tuvieron una fuerza muy superior a las manifestaciones del 2019, que terminaron consiguiendo el abandono de la «gran reforma» macroniana. El resultado de la jornada se anuncia inquietante para Macron.
Centenares de miles de manifestantes pacíficos y determinados en París y toda Francia. Los sindicalistas del sector energético, imponiendo cierres y cortes de electricidad «aleatorios». Paros masivos y cierres en la enseñanza, el sector público, la sanidad. Entre un 35 y un 59 % maestros y profesores en huelga. Millares de escuelas e institutos cerrados. Los jóvenes que votan a la extrema derecha participando en las mismas manifestaciones que los jóvenes de extrema izquierda. La mitad de los ferroviarios en paro técnico o total. Los transportes públicos en París y las grandes ciudades funcionando de manera muy aleatoria…
Ante el triunfo palmario de su primera jornada de protestas, todas las centrales sindicales han convocado una segunda jornada de huelgas y manifestaciones, el próximo día 31 de este mismo mes de enero, dentro de once días. Seguirán nuevas convocatorias, a lo largo del mes de febrero.
Pálido, nervioso, Emmanuel Macron comenzó por reaccionar sin concesiones, desde Barcelona, insistiendo en lo bien fundado de sus proyectos: «La reforma ha sido presentada democráticamente y, sobre todo, es justa y responsable». Dejando en suspenso posibles «adaptaciones», presentadas de este modo: «Mi Gobierno seguirá dialogando, pero con espíritu de responsabilidad».
Comienza una batalla en varios frentes, políticos, parlamentarios, sindicales y callejeros.
Envalentonados por su primera victoria callejera, los sindicatos no solo anuncian nuevas convocatorias de huelgas y manifestaciones: piden la retirada pura y simple del proyecto.
Desde hace veintiocho años, los sindicatos han conseguido que se retiren, total o parcialmente, sucesivos proyectos de reformas del sistema nacional de pensiones, en 1995, 2003, 2008, 2010 y 2017, provocando crisis políticas graves. La última victoria sindical, contra el mismo Emmanuel Macron, el 2019, es un indicador inquietante.
Tres años después, el presidente ha revisado a la baja sus primeras ambiciones, pero los sindicatos coquetean con la humillación presidencial.
Según un sondeo de urgencia del diario conservador Le Figaro, el 53 / 54 % de los franceses estiman que Macron ha sido derrotado. Y una mayoría superior tiene mala opinión del presidente y su proyecto de reforma.
Intentando dejar abierta algún margen de negociación, Élisabeth Borne, primera ministra, comentó los estallidos de violencia, en la manifestación parisina, la tarde del jueves, en estos términos: «Debo saludar el compromiso de las fuerzas del orden y los sindicatos, que han permitido que las manifestaciones terminen en buenas condiciones. Permitir que las opiniones se expresen libremente es esencial para la democracia. Continuemos discutiendo, para convencer».
¿Quién puede convencer a quién?
El proyecto de reforma actual es el fruto de una revisión a la baja de los «gran reforma» de hace tres años. Antes de presentar el proyecto en la Asamblea Nacional, el pasado día 10 de este mes de enero, la misma primera ministra prolongó sin éxito su «concertación» con los sindicatos. Sin resultados importantes. Los sindicatos siguen pidiendo la retirada pura y simple del proyecto.
Convocando una nueva jornada de lucha, dentro de diez días, los sindicatos confirman su determinación, cuando el Gobierno debe afrontar la resistencia y oposición parlamentaria, en la Asamblea Nacional.
Hace cinco años, Macron anunció solemnemente, en la histórica universidad de la Sorbonne, que deseaba «reformar Francia para refundar Europa». Ni Alemania ni la Europa del Este han aceptado los proyectos macronianos de «soberanía militar e industrial europea». A Macron le gusta hablar de política internacional con Joe Biden y Vladimir Putin. Pero su proyecto de reforma más ambicioso está hipotecado a los déficits del Estado, la Deuda pública y la contestación callejera.
Esa es la dimensión europea del empantanado proyecto presidencial del sistema nacional de pensiones, que el resto de Europa contempla con callada reserva.
«¿Se está jugando Macron su mandato presidencial?» se preguntaba RTL (primera cadena radiofónica nacional, privada) a primera horas de la noche del jueves. «Contestación peligrosa para el futuro presidencial», añadía TF1, primera cadena TV, privada. «Enfrentamiento grave e imprevisible» ha comentado Le Monde. «El método autoritario de Macron gira en el vacío» ha sentenciado Le Figaro. «Un gobierno sin aliento» ha declarado Éric Ciotti, líder de Los Republicanos. «La reforma Macron es injusta» machaca Marine Le Pen. Extrema izquierda, socialistas, comunistas y ecologistas son mucho más duros contra Macron.
Los sindicatos han ganado una primera batalla. Pero se anuncia una guerra imprevisible. Macron ha salido tocado de la primera batalla, pero puede resistir, incluso ganar, mal que bien. Por el contrario, la crisis en curso ilumina el estado frágil e inflamable de una Francia muy dividida y fragmentada en cuestiones esenciales para su futuro y el futuro de Europa. ABC, Las protestas masivas en Francia ponen contra las cuerdas a Macron + PDF.
Francia y los franceses en pie de guerra … Macron, malquerido.
Fronda de los jubilatas contra Macron… “¡Las pensiones no se tocan!”.
José says
Los países de la OTAN y sus amigos de viaje empiezan a tener problemas con sus poblaciones que están creando un nuevo pacto de Varsovia sin Varsovia. Las poblaciones empiezan a tener problemas con sus élites económicas políticas. Desde que Bagdad y Damasco se resistieron al robo fácil de su petróleo la potencia del norte entro en una decadencia pues la nueva y siempre riqueza desde la revolución industrial han sido los combustibles sustitutos de los esclavos. El petróleo uranio carbón…está en países que se organizan para no dejarse robar y al mismo tiempo quieren industrializar se. El veinte ochenta se viene abajo y el veinte no puede o tiene problemas para consumir el ochenta por ciento del resto. En Francia Inglaterra Alemania EU …sus poblaciones entran en protestas contra sus élites industriales militares. Los estados nación no controlan sus contradicciones sociales. Primero se desmonto Yugoslavia y puede que sigan los demás. Ayer mientras los dirigentes con un ego hinchado pensando que representan a sus naciones en Davos o en cualquier lugar las nuevas comunas de todo tipo como un reguero de pólvora se extienden por todas partes El nuevo conflicto que se avecina entre élites y sus masas nadie puede preever como se encauzara. Ni las élites son nobles ni eclesiásticos ni las masas son los analfabetos de antaño. Unos son los que detentan la riqueza y deciden como se debe vivir apenas un uno por ciento mundial y los otros los demás. A ver qué nuevo orden mundial nace en estos años veinte treinta del veintiuno. A la fronda no la paran los submarinos nucleares ni los últimos modelos de drones continúan siendo los amos de la tierra mientras los pueda mantener.
JP Quiñonero says
José,
Ayayay …
«Virgencita, vinrgencita…» diría mi abuela Encarna.
A ver…
Q.-