«Decíamos ayer…».

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Catedral de Saint-Denis, donde están enterrados los reyes de Francia, 9 septiembre 2020. Foto JPQ. Crece la gangrena islamista en la Francia del coronavirus, el Covid-19, la pandemia.

Los servicios de seguridad franceses temen atentados o tentativas de atentados islamistas, en Francia, España y otros países europeos, concebidos por miembros, simpatizantes o «lobos solitarios» próximos al Estado islámico (EI), Daesh (Dawla al-Islamiyya fi al-‘Iraq wa-sh-Sham).

La repatriación de hijos y esposas de yihadistas, miembros de Daesh y otros grupúsculos terroristas, desde los campos de refugiados de Siria e Irak, el atentado de Algeciras, y una sucesión reivindicaciones en el Magreb y el África sur sahariana, confirman amenazas crecientes, que una fuente policial me comenta de este modo:

«A primeros de año, Daesh reivindicó un atentado en una iglesia protestante en una iglesia de Kasindi, al este de la República del Congo, con un balance ensangrentado, una docena de muertos y cuarenta heridos. Días más tarde, el ministro marroquí del Interior anunció el desmantelamiento de una célula yihadista en Chtouka Ait Baha, en el centro de Marruecos. Desde hace días, en París, los servicios especiales están interrogando a quince mujeres repatriadas del campo de refugiados de Roj, en Siria, antiguas militantes y esposas de dirigentes yihadistas. De momento, la Fiscalía anti terrorista ha decidido prolongar indefinidamente la detención… Hay otros indicadores e informaciones: todo parece confirmar que Daesh se ha reconstruido. A través de las redes sociales y otras vías de comunicación y propaganda, Francia, España, Italia, Bélgica, Alemania ofrecen muchos blancos potenciales».

La guerra imperial de la Rusia de Putin contra Ucrania está facilitando la propagación de la amenaza yihadista islámica de manera indirecta.

En Oriente Medio, las disputas y tensiones a geometría variable entre Turquía, los kurdos (a caballo entre Turquía, Siria, Irak e Iran), y un temible arco iris de grupúsculos islamistas (sunníes y chiíes, en guerra, entre ellos), están forzado la migración de grupos, familias e individuos próximos a Daesh, hacia África y Europa.

Oficialmente, Daesh, el Estado Islámico, fue derrotado militarmente, en tanto que organización «estatal», vencido el 2017. Sin embargo, aquella «victoria» tuvo algo de espejismo.

Adel Bakawan, investigador especializado en cuestiones de terrorismo islámico, declara al semanario «Le Point»: «Para comprender el proceso en curso es necesario diferenciar cosas sustanciales. En tanto que entidad territorial, «estatal», Daesh fue derrotado a finales del 2017. Aquel embrión de Estado islamista, aspiraba a controlar territorios y poblaciones. Por el contrario, la base terrorista no desapareció. Pudo dispersarse, en Oriente Medio, en África, a través de los campos de refugiados, donde sigue estando presente. Y, de alguna manera, perdidas sus antiguas «responsabilidades estatales», Daesh puede concebir, provocar o atizar atentados yihadistas. En África ya ha ocurrido. En Europa puede ocurrir mañana».

Los campos de refugiados, en Siria y Turquía son un primer campo de minas inflamables, cuya explosión puede alcanzar Europa con relativa facilidad.

Hace semanas, el ejército sirio descubrió armas y explosivos en dos de los campos de refugiados donde han residido, varios años, las mujeres y niños repatriados a España y Francia. En París, los interrogatorios de la Fiscalía anti terrorista de las mujeres repatriadas han confirmado una inquietud profunda.

Los atentados de Algeciras y Kasindi, al este de la República del Congo, han confirmado, cuando menos, las rutas de propagación de las ideas y proyectos (propios o inducidos) próximos a Daesh u otros grupúsculos yihadistas. Desde el corazón de África, las rutas de la inmigración, a través de Mauritania, Marruecos, Argelia y Libia, se confunden con las rutas de la propagación yihadista.

Quizá no sea un azar que la reciente cumbre hispano – francesa dejase sin respuesta clara y terminante el cierre francés de varios puestos fronterizos, en los Pirineos. El gobierno de Emmanuel Macron teme que el gobierno de Pedro Sánchez no controle siempre el acceso a Francia, por esas rutas, de inmigrantes africanos. ABC, El Estado Islámico, una amenaza creciente para Europa.

Francia, en primera línea militar contra el islamismo yihadista.

El terrorismo islamista vuelve a ensangrentar un suburbio, la banlieue de París.

Crece la gangrena islamista en la Francia del coronavirus, el Covid-19, la pandemia.

El Califato / Estado Islámico se aproxima a Europa, España incluida.

Terror.

Fotografía.