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Rue des Grands-Augustins, 8 febrero 2023. Foto JPQ.
Fachada del Hôtel de Savoie, donde Picasso pintó el Guernica y guardaba algunas piezas de arte prehistórico, por los años que en el mismo edificio trabajaba el Grupo Octubre de Jacques Prevert, y André Breton y Georges Bataille reunían (1936) a los activistas del grupo Contre-attaque…
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La celebración internacional del 50 aniversario de la muerte de Pablo Picasso (1881 – 1973) comienza por el principio: las relaciones entre el genio malagueño y el gran arte prehistórico.
«Picasso y la prehistoria» es una exposición que se inauguró días pasados en el parisino «Muséum national d’histoire naturelle» (MNHN), presentando pinturas, esculturas, grabados, cerámicas, dibujos, recordándonos el puesto esencial que tuvo para el Picasso de entreguerras su descubrimiento del arte prehistórico.
Cécile Godefroy, especialista emérita en el legado picassiano y comisaria de la exposición del MNHN, comenta de este modo la importancia de esa relación, matriz de futuras evoluciones picassianas: «De entrada, Picasso tuvo una curiosidad muy profunda por los descubrimientos prehistóricos que se sucedieron en los años veinte y treinta del siglo pasado. Curiosidad que pronto se transformó en una suerte de deseo de emulación, ante formas y creaciones originales. Algo esencial, que, andando el tiempo, tomaría muchas formas, indisociables de las artes africanas y mediterráneas».
El interés de Picasso por el arte prehistórico había comenzado hacia 1907, cuando el genio malagueño compró a HJ Géry Pieret, estafador legendario, «secretario» de Guillaume Apollinaire, dos bustos ibéricos robados al Museo del Louvre. En su día se montó una exposición consagrada a la influencia del arte ibero en la obra de Picasso, bien documentada a través de dos de los bustos ibéricos robados al Louvre. En su día se estudió la relación de esos bustos ibéricos (de origen murciano) en el origen del cubismo.
«Picasso y la prehistoria», en el (MNHN), prefiere fechar el inicio de esa relación hacia 1922, cuando se descubrió en el departamento de la Haute-Garonne, en los Pirineos, una legendaria y pequeña estatua en marfil, la «Venus de Lespugue», que suscitó gran interés en Picasso, que llegó a comprar varias copias, guardadas durante mucho tiempo en uno de sus estudios parisinos.
En sus conversaciones con Brassaï, el patriarca de la fotografía del París nocturno, Picasso comenta con sinceridad aparente su relación con esa Venus, el arte ibérico, el arte prehistórico: «Se habla de la «edad de piedra»… bueno … en realidad el hombre de esas épocas vivía en contacto con la naturaleza, y creaba con lo que tenía a la mano, madera, pieles, arcilla, creando sus propios colores con su artesanía propia. Ya conocía el arte ibérico, que tanto me inspiró. La Venus descubierta en Lespugue, en la frontera con España, es una creación genuina, bella, muy carnal, muy sugestiva».
Sylvie Bethmont-Gallerand, especialista en la obra picassiana, recuerda relaciones muy profundas: «Picasso compró dos copias de la Venus de Lespugue, poco después del descubrimiento. Y las conservaba en una vitrina particular, junto a una colección de ídolos de las Cíclalas. Desde antes de las revelaciones del cubismo y «Las señoritas de Avignon”, hasta sus etapas mediterráneas, Picasso sostuvo un diálogo permanente con las artes prehistóricas, que consideraba esenciales».
Artes prehistóricas, europeas, africanas, mediterráneas, indisociables de la vida callejera, en la Barcelona y el París de finales del XIX y primeros del XX. «Las señoritas de Avignon» son, en realidad, en su origen primero, las señoritas de la barcelonesa calle de Avinyó, calle prostibularia, en su época, cuyos «modelos» son enriquecidos por Picasso a través de los modelos y antecedentes prehistóricos, iberos, en este caso.
A través del genio picassiano, el arte ibérico, el arte prehistórico, el arte rupestre, son «semilleros» del arte nuevo de las primeras décadas del siglo XX.
A través de las obras presentes en la exposición «Picasso y la prehistoria», las huellas y herencia de los grandes y anónimos artistas prehistóricos tienen muchos rostros.
Como Brasaï, Picasso se siente fascinado por las más humildes y enigmáticas creaciones, que intenta imitar. Copiando algunos rastros íntimos del arte prehistórico, Picasso no duda en presentar como obras de arte las huellas de su propia mano, en un lienzo, en una cerámica, en papeles de diversa naturaleza.
Inspirándose en bustos y figuras de grandes matronas prehistóricas, Picasso descompone la figura humana, la figura femenina, confiriendo a cada parte (busto, caderas, senos, etcétera) una singularidad física y estética propias. En el arte ibero / murciano, en el arte prehistórico / pirenaico, Picasso descubre figuras geométricas esenciales, llamadas a culminar con su descubrimiento último del Mediterráneo, cuya luminosidad, de Atenas a Málaga, de Sicilia a Barcelona, Valencia o la Costa Azul, Antibes, será la luz definitiva del Picasso último.
«Picasso no se acaba nunca» se ha dicho muchas veces. Se han estudiado sus relaciones con todos los genios del arte de nuestra civilización. Conocemos con precisión su legado, anterior, contemporáneo y posterior a las difuntas vanguardias de entre dos guerras mundiales. Comenzar a conmemorar el 50 aniversario de su muerte recordando sus relaciones con el arte prehistórico quizá era lo más razonable. Comenzar por el principio de los principios: el arte ibérico, el arte de las Cícladas, el arte rupestre, la sinfonía inacabada del gran arte prehistórico. ABC, Esencial, carnal, inspirador… La íntima relación de Picasso con el arte prehistórico.
Arte.
¡Oh, Quiño!
¡Cuánto sabes de arte y de Picasso!
Cada día admiro más este INFIERNO. Es una gozada pasar temporadas aquí.
Gracias por acogernos, cuidar que su fuego no decaiga y hacerlo un lugar tan cálido y didáctico.
Buenas noches a todos/as.
Me pregunto si alguna vez ha habido origen o final de las cosas. Lo más probable es que siempre hayamos estado en el mismo sitio como las demás especies. Igual que ellas nos adaptamos nos alimentamos nos destruimos o nos usamos para nuestro bien. Por eso el arte es una forma de embellecer los atractivos para la pura procreación. Las aves del paraíso con sus machos llenos de colores son presas fáciles para sus depredadores mientras las hembras más pequeñas y con apenas color tienen más posibilidades de sobrevivir. Los ciervos machos con sus cornamentas y las hembras con sus cabezas despejadas….los adornos naturales tienen la finalidad que aquellos que sean capaces de sobrevivir con el peso de semejantes adornos serán los que más posibilidades tendrán de reproducirse. En nuestro arte puede que no haya una finalidad tan clara pero puede que en sus orígenes tuviese la misma finalidad. En cambio puede que en este final de época los adornos de los machos hayan sido sustituidos por adornos abstractos y se reproduzcan los que menos deberían reproducirse desde un punto de vista biológico. Puede ser este un principio de la finalidad del arte y puede que hayamos llegado a un arte sin ningún tipo de finalidad. De las evas primitivas preparadas para buscar los machos adecuados para reproducirse al Guernica de la destrucción sin más.
Fina, Josep,
Picasso no se acaba nunca, vaya. También es un negocio que funciona de maravilla…
Q.-